Frente a los inversores que se pasan a estrategias beta, el 78% de las instituciones estadounidenses cree que las estrategias activas serán su principal vehículo para obtener exposiciones a mercados emergentes en los próximos diez años. Además, el 85% de las instituciones europeas y el 31% de las instituciones estadounidenses esperan incorporar principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) a sus inversiones en países emergentes, según el informe “Perspectivas institucionales: el futuro de la inversión en mercados emergentes”, recientemente presentado por OFI Global Asset Management -una compañía de OppenheimerFunds– y Greenwich Associates.
“Una vez más, los inversores institucionales buscan cómo cumplir eficazmente sus objetivos de rendimientos futuros, más allá de los mercados actuales”, dice John McDonough, director de distribución y marketing de OppenheimerFunds.
La demanda de experiencia en mercados emergentes externamente -por parte de los inversores instituciones- está creciendo. Y así, el estudio pone de manifiesto que casi una cuarta parte de los endowments, fundaciones y pensiones corporativas con menos de 1.000 millones de dólares en activos gestionados (AUM) esperan contratar a un nuevo gestor de mercados emergentes en el próximo año, al igual que casi el 20% de los fondos públicos del mismo tamaño.
Los inversores institucionales creen que en diez años el aumento de los niveles de educación, la modernización de la infraestructura y la innovación impulsarán el desarrollo económico de los mercados emergentes. “Las instituciones reconocen que la expansión de la clase media en los países emergentes contribuirá al crecimiento económico mundial a largo plazo», dice Steve Paddon, director del canal Institucional e Internacional en OFI Global Asset Management. Según el estudio, los inversores institucionales ven que el cambio de la «vieja economía» a la «nueva economía» impulsa el cambio fundamental en estos mercados.
“Los inversores institucionales creen que la tendencia dominante para la próxima década es la evolución de los países de mercados emergentes desde economías dependientes de recursos y commodities hacia economías más diversificadas y dinámicas”, apunta Andrew McCollum, director general de Greenwich Associates. «A medida que se produzca esa transformación, la capacidad de los gestores de generar alfa requerirá un proceso de inversión mucho más integrado que se centre en los fundamentos bottom-up, pero combina perspectivas macroeconómicas y políticas top-down”.
El informe se basa en entrevistas a 121 inversores institucionales, entre noviembre de 2016 y febrero de 2017, que representan pensiones corporativas, pensiones públicas, endowmentsy fundaciones, planes de contribución definida, planes de sindicatos y consultores de inversión en Estados Unidos y Europa.