Mientras que, en el último semestre de 2022, el precio de la energía y la inflación situaron la confianza de los inversores españoles en las bolsas en valores negativos, el inicio de 2023 les ha devuelto la confianza, animados por la percepción de una mejora en la situación económica y financiera general.
Después de los máximos de 2021, el índice de confianza del inversor español que elabora la gestora internacional JP Morgan Asset Management inició un descenso continuado que tocó mínimos en verano de 2022, y desde entonces ha iniciado una tendencia alcista que ahora parece confirmarse. Así, la confianza del inversor español en la marcha de los mercados durante los próximos seis meses lleva al Índice de Confianza a un + 1,91, un nivel similar al del inicio de 2022, y tres puntos más que al cierre del pasado año, en el que el índice se situaba en – 0,99.
Según indican desde la gestora, la subida de tres puntos del Índice se debe al aumento de los ahorradores e inversores que se declaran optimistas ante la evolución de las bolsas durante el próximo semestre. Así, un 41,5 % declara que las bolsas experimentarán subidas en los próximos seis meses, frente al 27 % que piensa que bajarán. Un 31,5 % de los encuestados cree que seguirán a los mismos niveles.
El mercado europeo recupera la confianza
El 31,7 % de los encuestados confían en la buena marcha de los mercados del viejo continente y desciende la preferencia por los mercados americano y español (26,5 % y 21, 6 %, respectivamente), que se sitúan como segunda y tercera opción. Asimismo, se produce una leve recuperación de la confianza en el mercado asiático entre los inversores particulares, después de su drástica pérdida de confianza en el último año. Los mercados emergentes, en cambio, no parecen recuperar esa confianza.
Mayor interés por la renta fija
En el primer trimestre de 2023, se produce una clara la subida de la intención de compra de productos de renta fija. Según muestran los datos, durante el último trimestre, un 11,7 % declaraba que invertirá en letras, bonos y productos similares en los próximos meses, frente al 5,7 % de los inversores que afirmaba lo mismo a finales del pasado año.
En cuanto a las diferencias entre optimistas y pesimistas a la hora de adquirir productos financieros, las mayores diferencias se producen en los productos de renta variable. Así, mientras un 21,3 % de los optimistas tienen la intención de invertir en productos de renta variable, solo un 6,5 % declara lo mismo.
Otro dato relevante fue que los fondos de inversión, tras depósitos y libretas de ahorro (sobre todo entre los pesimistas), son los productos con mayor intención de compra: el 16 % declara tener la intención de invertir en ellos (prácticamente igual que a finales de 2022). Esta cifra aumenta hasta el 23 % entre los optimistas.