Se veía venir, pero cuando llegó, dolió de todos modos. Esa es la trayectoria que tuvieron los mercados colombianos este jueves, luego de que la agencia clasificadora S&P Global Ratings anunciara el miércoles una rebaja de clasificación de riesgo para Colombia que le quitó el status de grado de inversión, advirtiendo de la incapacidad de hacer las reformas fiscales necesarias para resguardar las finanzas públicas.
Si bien los inversionistas estaban descontando estas noticias recientemente, de todos modos se vio un impacto, con una caída de 1,40% en el benchmark accionario Colcap, al cierre de esta nota, y una depreciación de cerca de 1% en el peso colombiano.
En las mesas de dinero ven estas caídas como una volatilidad de corto plazo, pero temen algo más duradero. “Hay un elemento estructural, porque un país que no es grado de inversión tiende a tener menor ahorro externo”, y eso se va a reflejar en una mayor presión sobre los fondos locales y en mayores tasas de interés, explica el director ejecutivo de Estudios Económicos de Grupo Bolívar, Andrés Langebaek.
Ahora, sobre qué tanto se pueda expandir el efecto en los activos colombianos, más allá de la volatilidad de la jornada del jueves, el mercado está dividido.
Visiones de mercado
En la brasileña XP Investimentos anticipan que la tormenta de la rebaja durará poco en los mercados. “Colombia todavía mantiene su grado de inversión con Fitch y Moody’s y no debería haber alguna novedad hasta que la reforma tributaria sea aprobada. El price action de los activos es obviamente negativo, pero debe ser algo de corto plazo”, señala el vicepresidente para América Latina de la firma, Manuel Restrepo. Esto, explica, es porque sorprendió el timing de la decisión –ya que se esperaba para más adelante en el año– pero no la rebaja en sí misma.
Por su parte, Langebaek, de Grupo Bolívar, señala que, si bien habrá efectos a nivel de costos de endeudamiento para las compañías y un posible impacto a nivel de inversión directa extranjera, debe imperar la cautela.
“Creo que los impactos de la pérdida del grado de inversión podrían ser un poco menores en estas circunstancias», comenta. Colombia no depende tanto como otros países de la inversión de portafolio, se espera que tenga un mayor crecimiento, apoyado por la campaña de vacunación, una tasa de política monetaria baja y el alza en el precio del petróleo.
Por otro lado, Salvador Juncadella, senior portfolio & research analyst de BigSur Partners, está más reticente: “Mientras que las agencias de rating continúan manteniendo un outlook estable para el país en la rebaja, nosotros le estamos recomendando a los clientes seguir diversificando su riqueza fuera de la región”, señala, citando que “América Latina se va a enfrentar una volatilidad significativa en el futuro previsible”.
Este comentario coincide con la situación en Chile, donde se ha incrementado la incertidumbre política al iniciarse un proceso de construcción de una nueva Constitución.
Salida de capitales
Independiente de la visión de cada agente financiero, si las cosas siguen así, se prevé que salgan capitales de los mercados colombianos. “Hay muchos inversionistas institucionales que tienen una regla que dice que no pueden invertir en ciertos activos que tengan de cierta clasificación crediticia para abajo”, señala el especialista en mercados financieros de Banco BASE, Luis Alvarado.
En esa línea, los gestores ven como clave la decisión de las otras dos clasificadoras internacionales, Fitch Ratings y Moody’s, ya que algunos fondos esperan a que haya dos de tres calificaciones bajo inversión de grado antes de declarar un emisor dentro de la categoría high yield. Hasta ahora, S&P es la única.
Si bien Fitch también suele anunciar sus decisiones a estas alturas del año, Citi señaló en un informe reciente que es “probable” que esperen al resultado de la tramitación de la reforma tributaria en junio antes de anunciar una decisión.
De todos modos, ya hay quienes están sacando los cálculos de cuántos flujos podrían salir de los mercados de renta fija por el cambio de categoría. El banco de inversiones JPMorgan estima que hay un stock “sensible a la clasificación” de 3.200 millones de dólares en bonos soberanos, 8.700 millones de dólares en bonos corporativos en moneda dura y 3.500 millones de dólares en bonos TES, papeles soberanos en moneda local.
Lo que viene
El factor clave de los próximos meses para Colombia será el proyecto con el que el gobierno encabezado por Iván Duque reemplace el texto que no lograron aprobar recientemente, todo en un contexto en que el malestar social sigue causando turbulencia en el país.
Según señala Langebaek desde Bogotá, las dos misiones de la reforma original eran expandir el gasto fiscal para paliar la crisis del coronavirus en 2021 y 2022, y mejorar situación de la deuda pública y déficit. Lo que prevé para el nuevo texto es que estas dos ramas del proyecto serán “más cortas”.
“Lo que veo en la nueva reforma es que las dos patas van a ser más cortas. Vamos a poder hacer menos gasto social y vamos a hacer un ajuste más lento en las deudas”, explica.
La nueva propuesta de reforma fiscal, augura, implicará cambios en el impuesto de renta de las empresas, prorrogará el impuesto al patrimonio, incluirá una sobretasa a personas de mayores ingresos y contendrá cambios en algunos descuentos tributarios. Con todo, la califica como “menos ambiciosa”.
Según un informe emitido por Credicorp Capital después de la decisión de S&P Global Ratings, anticipan que la nueva propuesta tendrá “una calidad baja”, lo que ven como un factor clave de cara a las agencias clasificadoras, pero podría paliar la turbulencia.
“Por ahora, una reforma tributaria más delgada tiene una alta probabilidad de ser aprobada en los próximos meses, lo que debería comprar algo de estabilidad de mediano plazo para las cuentas fiscales y el calor social”, indicó la firma.