La combinación de crecimiento lento, tipos de interés en mínimos y relajación cuantitativa que ha dejado tras de sí la crisis ha arrastrado los rendimientos de los bonos a niveles históricamente bajos y ha animado a los inversores a asumir más riesgo para mejorar las rentabilidades por rentas. Esa es la primera conclusión del análisis mensual de Fidelity.
En el caso de la renta fija, la política expansiva de la Fed estadounidense y las bajas tasas de inflación están respaldando los bonos de los mercados emergentes, especialmente la deuda pública y corporativa en divisa fuerte.
Los bonos high yield pueden ofrecer rentabilidades atractivas, pero los inversores deben estar atentos a los ángeles caídos que han entrado en los índices de bonos de alto rendimiento y al aumento del peso de la deuda emergente en los índices.
Para los expertos de la firma, la renta fija aún ofrece opciones atractivas para conseguir rentas con menor volatilidad que las acciones. «Con casi 2 billones de euros de deuda pública con rendimientos negativos, los inversores tienen que ampliar su búsqueda de rentas. Los bonos de alto rendimiento son un beneficiario claro, y el poder del cupón ofrece un flujo de rentas estables y suaviza la volatilidad de las rentabilidades», aconseja Peter Khan, gestor de fondos de renta fija de Fidelity.
Renta variable con reparto de dividendo
Actualmente, muchos mercados ofrecen rentabilidades por dividendo atractivas comparadas con la media de los últimos 15 años. Los inversores se han sentido atraídos por las rentas relativamente predecibles de esta clase de activo, donde la capitalización de los dividendos reinvertidos puede conseguir que las rentabilidades totales hagan palidecer rápidamente a las rentabilidades por precio, explica la gestora en su análisis.
La cultura del dividendo está creciendo en todo el mundo, lo que ofrece buenas oportunidades. «En el plano empresarial, la rentabilidad total sigue pareciendo insosteniblemente alta y hemos visto un escaso crecimiento de los beneficios en muchas regiones. A la vista de este entorno, los dividendos probablemente adquieran más peso dentro de las rentabilidades totales en el futuro», afirma Dan Roberts, gestor de carteras de renta variable mundial con reparto de dividendo de Fidelity.
Pero, el mercado también ofrece inversiones multiactivos orientada a las rentas. Una cartera multiactivos internacional orientada a las rentas que esté diversificada en acciones, bonos, préstamos e infraestructuras cotizadas, con diferentes características de rentabilidad y volatilidad, puede conseguir mejores resultados a largo plazo comparado con un enfoque basado en un único activo.
Para muchos inversores que buscan rentas, «mejores resultados» significa: rentas más duraderas, mejores características de preservación del capital, menores pérdidas de valor y volatilidad más baja.
«Los rendimientos en las clases de activos tradicionales siguen en mínimos históricos, de ahí que los inversores se vean obligados a ascender por el espectro de riesgos en busca de rentas. En este contexto, creo que un número cada vez mayor de inversores necesitados de rentas se acercará a los enfoques de inversión multiactivos, que pueden generar rendimientos más estables y duraderos a largo plazo. Para estos inversores, diversificar los flujos de rentas es tan importante como diversificar las fuentes de rentabilidad, y distribuir una cartera en diferentes clases de activos nos permite generar unas rentas totales constantes dentro de un marco de baja volatilidad», cuenta Eugene Philalithis, gestor de fondos y responsable del equipo de análisis de renta fija e inversiones alternativas de Fidelity Solutions.