El revuelto panorama de los mercados financieros internacionales ha dejado a osos y toros tratando de manejar los riesgos, pero en el agregado, hay un factor común: los inversionistas están más pesimistas que nunca con el crecimiento global. Aunque en el desagregado, Brasil tiene cada vez más interesados.
La última versión de la encuesta de administradores de fondos de Bank of America (BofA) –realizada entre el 1 y el 7 de abril– mostró que las expectativas de crecimiento mundial bajaron a su nivel más bajo desde que hay datos, con un 71% negativo neto de gestores que esperan que una economía más fuerte.
Para el banco de inversiones estadounidense, “la desconexión entre el crecimiento global y el posicionamiento en renta variable sigue siendo impresionante”. Según destacó la firma en su informe, en abril los inversionistas se pusieron un poco más optimistas con las bolsas.
Sobre las valorizaciones, BofA indicó que “aunque todavía está en niveles deprimidos, la renta variable no está ni cerca de niveles de ‘cerrar los ojos y comprar’”.
Para completar el panorama de pesimismo, el sondeo –que contempló la participación de 329 panelistas, con un AUM colectivo de 929.000 millones de dólares– reveló que las expectativas de ganancias globales se deterioraron hasta un 63% negativo neto en abril, su nivel más débil desde marzo de 2020.
Además, si bien la idea de que la inflación es permanente ha ido en retroceso, los pronósticos de que haya un escenario de estanflación saltaron de 62% a 66% entre marzo y abril, alcanzando su mayor desde agosto de 2008.
Sobre los focos de ansiedad, ahora el principal “riesgo de cola” para los inversionistas es una recesión global, destronando a las ansiedades generadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania, según arrojó la encuesta.
¿Brasil alcista?
Eso sí, en un contexto en que el pesimismo es prevalente, las malas perspectivas no son universales. En el caso de América Latina, el sondeo regional de BofA muestra que cada vez hay más entusiasmo por Brasil.
BofA señala que los inversionistas participantes del estudio se están volviendo más alcistas con el principal mercado de la región después del buen desempeño que han mostrado las acciones y la moneda paulista en lo que va de 2022.
En esa línea, los inversionistas que esperan que el tipo de cambio se ubique bajo 4,80 reales por dólar a fin de año pasó de 23% en marzo a 68% este mes, mientras que casi el 40% anticipa que el benchmark accionario Bovespa supere los 130.000 puntos, subiendo desde el 19% de marzo.
“El escenario global de precios de commodities más altos está beneficiando a Brasil, y nosotros recién aumentamos nuestro precio objetivo para el Bovespa para fin de año a 135.000 puntos”, señaló el banco de inversiones, que tenía un target anterior de 125.000 unidades.