La crisis del banco español Popular llevaba ya tiempo cotizando en los mercados pero la incertidumbre se había disparado en los últimos días en medio de rumores sobre una venta o rescate inminente. Y finalmente, ha sido Santander quien se ha hecho con la entidad, por un euro, una operación que le llevará a ampliar capital en 7.000 millones y que ha estado coordinada por el BCE y el FROB. En este contexto, analistas y gestores valoran positivamente los pasos adelante para la consolidación financiera y la normalización de la situación de Popular -cuya cotización se suspendía por la mañana- y también de la industria financiera española. Los mercados, y dicho sector, cotizaban con normalidad y sin signos de contagio mientras Santander caía en torno al 1%.
“Más allá de la lógica tristeza que produce ver los problemas de un miembro antiguo de la Asociación, consideramos un síntoma de madurez y solidez del sector que los problemas idiosincráticos de un banco se hayan resuelto sin contagio al resto, apelando a la normativa europea vigente en materia de resolución y sin recursos a ayudas públicas. Esta demostración de normalidad institucional sin duda llevará a los clientes del banco fallido tranquilidad de cara al futuro”, comenta José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la AEB. De hecho, Ana Patricia Botín, presidenta de Santander, explicaba esta mañana en rueda de prensa que su prioridad ahora eran precisamente los clientes de Popular. “El mercado verá con buenos ojos la operación, ya que la incertidumbre de los últimos meses con Popular finaliza”, dicen desde Findentiis Gestión.
“Esta operación es positiva para el sector pues elimina una incertidumbre en cuanto a seguridad y solvencia de una de las principales entidades financieras del país”, apunta Guillermo Santos desde la EAFI ICapital, en el mismo sentido. Aunque aún no han trascendido detalles, parece claro que Popular desaparecerá y quedará solo la marca Santander, en una operación que, aparentemente, no cuesta dinero al Estado –aunque habrá que esperar, pues la cadena de litigios se producirá-. En su opinión, la volatilidad del valor Santander (el de Popular, en principio, no volverá a cotizar) dependerá de la comunicación del proceso de absorción, de cómo venda las sinergias, los ERE que tenga que afrontar, la reducción de redes, etc.
Sin contagio
Pero los expertos descartan el contagio a otros bancos y al mercado español: “Esto no debería suponer ningún problema real para otros bancos o para el sistema bancario en España o en Europa. Es esencialmente un caso en el que la regulación está haciendo exactamente aquello para lo que fue creada”, comenta Laurent Frings, director de Análisis de Crédito en Aberdeen Asset Management, que explica que la operación no es una sorpresa pues “el regulador ha estado buscando una solución a los problemas de Banco Popular durante una temporada y el tiempo se ha agotado”.
“El banco no disponía de tiempo para solucionar el problema ya que ni podía pedir capital al mercado tras la última ampliación de 2016 y la consiguiente nueva dilución para los accionistas ni el proceso de ventas de activos no estratégicos era suficiente, con lo cual la única solución era el proceso de venta”, añade Didac Pérez Alonso, director de Inversiones de Caja Ingenieros Gestión. El experto también descarta el impacto en los mercados y en la industria financiera: “No creemos que tenga un impacto relevante en el mercado ya que afortunadamente Banco Popular no se enmarca dentro de las entidades sistémicas cuyo devenir afecta al resto del sistema como así se está observando a lo largo del día. El problema de Popular es su cartera de 37.000 millones de euros en préstamos improductivos y que, según los estándares del mercado, no estaba bien provisionada (calculábamos provisiones adicionales de unos 3.000 millones)”, explica.
En términos sectoriales, dice, incluso el proceso de concentración es moderadamente positivo para el resto de entidades (Santander inclusive), especialmente en un entorno de fuerte presión en márgenes y escaso crecimiento del crédito como es el actual. “Esta operación conjuntamente con la combinación de BMN y Bankia probablemente no sean las últimas en el sector, aunque las operaciones de calado ya se han efectuado”, explica, dando alas a una continuidad de la consolidación en el sector.
“Esperamos que la fusión lleve a una mejora de spreads en el mercado de crédito para las pymes, lo cual será positivo para todo el sector bancario español”, añaden en Fidentiis Gestión. “En el mercado de deuda, AT1 y T2, se producirá un rebalanceo de precios en función de la calidad del emisor. Los emisores con un perfil crediticio más débil es posible que tengan que pagar mayores rentabilidades en la emisión de deuda subordinada o bailinable”, añaden.
¿Margen para la inversión en banca española?
En este entorno sin contagio, y en el que incluso otros nombres que sonaban como potenciales compradores de Popular (Bankia y BBVA) suben en bolsa, los gestores y analistas están divididos: unos consideran que sigue habiendo oportunidades de inversión en banca española y otros optan por la cautela. Entre los primeros, Santos cree que “el sector financiero en España es sin duda una oportunidad de inversión siendo selectivo: BBVA, Bankia y, en función de lo anterior, Santander, son buenas oportunidades con visión de dos-tres años”.
En la misma línea se manifestaba Ricardo Cañete, responsable de Renta Variable de Bestinver, en la conferencia anual con inversores celebrada el lunes: la gestora no tiene posiciones en Popular, pero ve potencial en algunos bancos europeos y españoles pues, a pesar del entorno de bajos tipos, las valoraciones y la capacidad de generar beneficios son “relativamente atractivas”. Cañete augura, teniendo en cuenta la posibilidad de subidas de tipos de 40 puntos básicos en Europa en los próximos 5-7 años, un importante crecimiento del margen financiero que se trasladará al beneficio neto, “algo que el mercado no está reflejando”, de forma que, si el banco es sólido, está bien capitalizado, tiene potencial de crecimiento a largo plazo y cotiza a un precio por debajo de su valor en libros, “puede ser una idea de inversión razonable”.
Más cautos con en Caja Ingenieros Gestión: “Tras el fuerte recorrido de las cotizaciones desde verano de 2016, el margen de seguridad que ofrecen las entidades bancarias es a día de hoy escaso y por ello hemos ido reduciendo progresivamente nuestra exposición a pesar de ser un sector estructuralmente infraponderado al no cumplir en la mayoría de casos con criterios de calidad”, explica Pérez. “El sector no está exento de riesgos y a pesar que se ha aligerado la presión regulatoria y la actividad económica continúa fuerte, las dudas que se ciernen son todavía elevadas, especialmente en un sector tan comoditizado como es la banca y cuya dependencia de las acciones monetarias del BCE es cada vez más grande”, añade. El gestor comenta que carecen de exposición a Popular (ni en renta variable ni en instrumentos de capital adicional de nivel 1 y nivel 2 sujetos a conversión) en sus fondos y planes de pensiones.
También es cauto Albert Parés, gestor del fondo Annualcycles Strategies de Gesiuris –ahora líder en la categoría Morningstar de fondos alternativos multiestrategia-: «El sector bancario está influido por el ”sell in may” y es un periodo de grandes movimientos. Por ejemplo el Santander ha caído más del 20% en ocho ocasiones desde 1990 (1990, 1992, 1998, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2015) entre el 2 de mayo y el 2 de octubre y en cambio solo en cinco ocasiones ha superado el 20% positivo (1993, 1997, 2005, 2009, 2012). Si miramos el resto del año, de 2 de octubre a 2 de mayo del año siguiente, el resultado es mucho más positivo: en solo dos ocasiones ha caído más de un 20% (2009 y 2012) además totalmente justificadas por el colapso del sistema financiero americano y de griego respectivamente. Y en cambio en 10 ocasiones ha superado largamente el 20% (1991, 1993, 1997, 1998, 1999, 2000, 2002, 2003, 2004 y 2014)”. Por tanto, dice, “parece que las tormentas del sector de concentran en verano: 8 de 10”. Y añade que, aunque la recuperación del sector inmobiliario puede dar alas al sector después de una década negra, “la desconfianza que genera que un banco valorado en más de 1.700 millones de euros se venda por 1 euro al día siguiente nos hace ser todavía más precavidos en verano”.
Los fondos con más exposición
Lo ocurrido no ha sido una sorpresa tras meses de dudas e incertidumbre en los mercados, que han llevado a algunos gestores a reducir sus posiciones tanto en deuda como en acciones de Banco Popular. Aunque a algunos les ha pillado con posiciones en el banco: por ejemplo, a finales de abril, algunos fondos (como el Merch Oportunidades) tenían un peso superior al 7% (ver cuadro).
Con un 2% le pilló a José Ramón Iturriaga, gestor de Okavango Delta, Kalahari y Spanish Opportunities en la gestora de Abante: “Banco Popular era una de las 22 posiciones del fondo –Okavango y Kalahari- en el momento de la compra de la entidad por parte del Santander. El peso en la cartera en ese momento era inferior al 2%. Y el fondo en el año, incluyendo la pérdida que ha supuesto la inversión en Banco Popular, acumula una rentabilidad cercana al 10%”, explica, pues lo importante es el resultado agregado en los fondos con exposición, dicen los expertos. “Los argumentos para tener en cartera Banco Popular eran que, con la información de que disponía y a pesar del probable déficit de provisiones que el banco tenía en un proceso de venta como en el que estaba inmerso, el precio que podían obtener los accionistas era superior al que cotizaba. Al final, el desenlace de la operación ha sido distinto del que esperaba, pero, como siempre explico, lo importante es la evolución del fondo en agregado”, añade Iturriaga.
También con posiciones en algunos fondos ha pillado la operación a a Renta 4 Gestora, donde confirman que «tenían una exposición mínima, por lo que el impacto es también mínimo (algunadécima) en alguna IIC», dicen. A finales de marzo el fondo Bankia Bolsa Española tenía una posición del 2% en cartera, pero desde la gestora explican que actualmente no tienen posiciones de riesgo en Popular: sólo cuentan con la “posición residual obligada por los fondos que replican índices”, aseguran en la gestora.
Reducción…
Lo que parece claro es que muchos gestores de renta variable han venido reduciendo esos pesos en las últimas semanas. Una decisión sabia considerando que los acreedores del banco, excepto depositantes y bonistas senior, pierden su dinero. “Todos los accionistas de Banco Popular Español S.A., así como todos los titulares de bonos contingentes convertibles y de bonos subordinados, han perdido totalmente su inversión”, decía la CNMV en un comunicado.
“Los accionistas del Banco Popular lo pierden todo así como los bonistas de AT1 y bonos subordinados. Por parte de los bonistas de deuda senior, el mercado ha despertado con fuertes revalorizaciones que han llegado hasta un 10% en los bonos a tres años”, explica Gonzalo Ramírez Celaya, director de Renta Fija y Estructurados de Tressis. Desde Aberdeen hacen hincapié en que es la primera vez que se han convertido por completo valores AT1, que es una clase de deuda que puede ser convertida bajo determinadas circunstancias. Y todo esto muestra que “hay un riesgo real cuando se invierte en nombres de segundo nivel en el sector bancario”.
Fondos con mayor peso en acciones de Popular a finales de marzo o abril. Morningstar advierte de que estas posiciones podrían haber cambiado significativamente en el último mes