La encuesta a gestores de fondos (FMS, por sus siglas en inglés) que realiza mensualmente Bank of America desvela que, en noviembre, los inversores se repusieron del pesimismo mostrado el mes anterior y, aunque siguen siendo cautelosos en el plano macroeconómico, ahora son más optimistas con respecto a los tipos de interés.
A estas alturas del año, ya hay pinceladas de cómo esperan los gestores que sea 2024. Así, el informe recoge que los gestores prevén un aterrizaje suave de la economía, tipos de interés más bajos, un dólar más débil, así como que siguen interesados en los sectores tecnológicos y las farmacéuticas de gran capitalización, además de evitar China y el apalancamiento. El sentimiento de los inversores de noviembre, según la encuesta, sigue siendo bajista, aunque la mejora en las perspectivas de crecimiento económico ha permitido al indicador salir de la zona de “extremo pesimismo”.
Este indicador que tiene en cuenta la posición de liquidez, de renta variable y las perspectivas económicas pasó de los 1,7 puntos a los 2,6 puntos, la mayor escalada registrada por este barómetro desde noviembre de 2021. De hecho el saldo medio de liquidez bajó en 55 puntos básicos, desde el 5,3% al 4,7%, la cota más baja desde noviembre de 2021. Además, se trata de la mayor caída desde enero de este año.
El gran cambio en el FMS de noviembre residió en la convicción en una inflación, unos tipos y unos rendimientos de los bonos más bajos, como queda claro con que noviembre registró la tercera mayor sobreponderación en bonos en las últimas dos décadas: sólo en marzo de 2009 y en diciembre de 2008 los inversores sobreponderaron los bonos en las carteras. Unas perspectivas macroeconómicas estables y una visión mucho más optimista acerca de los tipos de interés han llevado a los inversores a sobreponderar la asignación a renta variable por primera vez desde abril de 2012: los gestores aumentaron su asignación a bolsa en noviembre a una sobreponderación neta del 2%, desde una infraponderación neta del 4% en octubre.
Las expectativas de «aterrizaje suave» y de «no aterrizaje» vuelven a su máximo del verano en noviembre al alcanzar el 74% frente al 64% del mes pasado. El temor a un «aterrizaje forzoso» se reduce al 21% (frente al 30% en octubre). Dos de cada tres inversores ven el aterrizaje «suave» como su escenario base para la economía mundial en 2024.
La convicción de los gestores acerca de que el «pico de la Fed» ya ha llegado es ahora la más fuerte desde que los inversores empezaron a expresar su punto de vista sobre el final del ciclo de subidas de tipos, ya que el 76% de los gestores encuestados están convencidos de que el organismo presidido por Jerome Powell ha finalizado el ciclo de alzas, frente al 60% de octubre. Además, es la más alta desde que comenzó la serie en mayo de 2023.
El consenso de los gestores apunta a tipos a corto plazo más bajos y a una menor inflación: sólo el 6% espera que el IPC mundial suba en 2024 (un mínimo de tres meses) y sólo el 6% prevé tipos a corto plazo más altos. Asimismo, cabe destacar que un 61% de los inversores auguran un menor rendimiento de los bonos en un plazo de 12 meses.
El sector inmobiliario comercial de Estados Unidos y de la UE es percibido como la fuente más probable de un evento crediticio. El sistema bancario en la sombra estadounidense es percibido como el foco más probable de un evento crediticio de crédito, mientras que el sector inmobiliario chino retrocede hasta el 18%, frente al 22% en octubre. Este era el mayor riesgo para los gestores en el FSM de septiembre.
Los inversores, además, esperan que los bonos sean la clase de activos con mejores resultados en 2024. Incluso el 94% no descarta que los bonos, las acciones y las materias primas superen en rentabilidad a la liquidez el año que viene. Asimismo, el 65% augura que el dólar se debilite en 2024, después de acumular subidas durante tres ejercicios consecutivos: de un 2,1% en l que va de 2023; de un 8,2% en 2022 y de un 6,4% en 2021.
La posición larga en las grandes tecnológicas estadounidenses sigue siendo la estrategia preferida por los gestores, con un 38% de gestores, seguida de un posicionamiento corto en renta variable de China (22%). Los gestores también están largos en letras del Tesoro (11%) y en renta variable japonesa (6%) y cortos en Treasuries a 30 años y en REITs.
La sobreponderación de las tecnológicas en relación con los bancos es la más alta desde noviembre de 2020 (vacuna Covid). Los inversores compraron valores tecnológicos al mayor ritmo desde mayo de 2023 y la sobreponderación actual en este sector es la más abultada desde noviembre de 2021, con un overweight neto del 27%. Por otra parte, los inversores redujeron su asignación a bancos, de tal manera, que la infraponderación del sector pasó del 2% de octubre hasta el 10% de noviembre. La operación más contraria de 2024 es «long leverage, short quality».
En el FMS de noviembre se mostró el interés de los inversores por la renta variable estadounidense y japonesa, frente a la zona euro y el Reino Unido. «Los inversores están más activos en renta variable japonesa desde marzo de 18 (23% neto de OW) y más OW en renta desde abril de 2012 (sobreponderación neta del 11%). La sobreponderación relativa de la renta variable de EE.UU. y Japón frente a la renta variable de la zona euro y el Reino Unido es la mayor desde noviembre de 2008», indica la encuesta.