Los principales gestores de Merian Global Investors coinciden en tres cosas: gestión activa, diversificación y poner la vista en los fundamentales. Ya se trate de renta fija o de renta variable, todos consideran que hay que tener un enfoque de gestión flexible y prepararse para una volatilidad que irá aumentando.
En su opinión, las decisiones que tomen los bancos centrales marcarán gran parte de los designios de este año y se reafirman en recordar que los ciclos no se agotan por sí solos, sino que generalmente ha sido la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) la que ha propiciado el fin de un ciclo al equivocarse con su política monetaria. “La Fed sabe que si sube los tipos dañará la economía, por eso se ha vuelto tan dovish. En general, los bancos centrales han frenado la normalización de su política monetaria, lo cual genera algunas dinámicas positivas para la economía, pero también supone un riesgo y sostener una situación de mercado que no es la normal”, señala Mark Nash, gestor de renta fija en Merian Global Investors y del fondo Merian Strategic Bond Fund desde junio de 2016.
En opinión de Nash, parte de lo que está ocurriendo en el mercado de renta variable es consecuencia de las decisiones que los bancos centrales han tomado. “Creo que éstos siguen siendo el principal soporte de las economías globales y eso ha provocado algunos fenómenos, como una excesiva situación de endeudamiento. En particular, nos preocupa el mercado de crédito estadounidense, donde no todos los activos son de calidad respecto al riesgo y al precio que se paga por ellos”, señala.
En cambio, este gestor de renta fija parece más cómodo en el mercado de bonos estadounidense y en la deuda de emergentes. Según Nash, entre las opciones más atractivas que identifica están los activos vinculados con la inflación, deuda periférica europea (Italia, Grecia y Chipre), CoCos o deuda subordinada europea a largo plazo y buscan oportunidades en zonas como Australia.
Renta variable y mercado emergentes
Respecto a la renta variable, Ian Heslop, responsable de renta variable global de Merian Global Investors, reconoce que la posición de los bancos centrales y la liquidez que han inyectado durante tanto tiempo han distorsionado parte de la valoración de los activos. “El reto va a ser gestionar el entorno una vez que se hayan retirado del mercado”, apunta.
Mientras, sus gestores muestran una gran convicción por la renta variable emergente. “Creo que hay valoraciones atractivas, que los beneficios empresariales van a aumentar y que han hecho los deberes respecto a las reformas fundamentales que tenían pendientes”, argumenta Nick Payne, responsable de renta variable emergente en Merian Global Investors.
En opinión de Payne, este tipo de activo tiene que estar presente en la cartera de los inversores si quieren ver algo más de rentabilidad por sus inversiones. Reconoce que 2018 fue un año “peligro” para estos mercados por tres motivos: la Fed y el impacto de su subidas de tipos, las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y el menor crecimiento registrado en China.
“La gran oportunidad que tienen los mercados emergentes es que ofrecen una gran variedad de clases de activos, en cuanto a riesgo y rentabilidad. Debemos de buscar más allá de China y ser muy selectivos con los activos, siendo muy cuidados con la calidad. India o Brasil son grandes opciones, pero siempre apostando por empresas sólidas, que se apoyen en los vastos mercados locales y que sea sostenible en el tiempo. Creo de verdad que en los mercados emergentes se puede comprar calidad a un buen precio, y que con la gestión activa se le puede sacar un gran partido”, concluye Payne.