Los bancos españoles empiezan a estar mejor valorados por los gestores y los analistas. Pero para que recorran la senda que supondría pasar de ser algo así como un sector maldito a uno de los más favorecidos aún necesitan tiempo. Un tiempo que muestre que los ajustes están surtiendo efecto y que pueden volver a la senda de la rentabilidad. El camino será largo, a pesar de que algunos expertos consultados reconocen que la situación está mejorando y que poco a poco el sector tiene más posibilidades de estar presente en sus carteras.
“Sabiendo que la restricción del crédito sigue marcando el presente, creemos que no tardarán en volver a la senda de su negocio, dar créditos. La deuda poco a poco se controla y los negocios a vender cada vez son menores dentro de las participadas de las entidades financieras. Los buenos resultados de los bancos, sin duda, son bienvenidos por todos, pues el hecho de ser sistémicos implica que lo que ocurra a nuestras entidades influye a cada comercio y a cada familia de nuestro país», señala, como puntos a favor Ignacio Peralta Valdivieso, del Departamento de Análisis Macroecnómico de la EAFI Aspain 11 Asesores Financieros. «Las ventas de negocio por parte de las entidades han producido beneficios extraordinarios y también cabe recordar que la compra de deuda nacional le está siendo bastante rentable a los banqueros”, añade. Pero su opinión final es que “solo acabamos de empezar a ver la luz, y el túnel es largo”.
De hecho, y aunque esa visión más positiva se extiende, las entidades que en los últimos meses han hecho compras dentro del sector siguen siendo cautas. El ejemplo es Bestinver AM, que en el primer trimestre del año entró en Bankinter y en junio-julio compró Bankia y Liberbank, aprovechando el momento de conversión de preferentes. Beltrán Parages, director comercial de la gestora, explica que esas compras no suponen un apoyo general al sector, sino que son fruto del análisis de las compañías de forma individual, lo que caracteriza su proceso de inversión. “Hemos visto en estos nombres circunstancias y condiciones que nos hacen sentirnos tranquilos. Buscamos inversiones en las que no perder dinero y hemos comprado aquellos valores donde creemos que se han hecho importantes ajustes en los balances”, dice. Al atractivo de Bankinter contribuye también el hecho de contar con el negocio asegurador subyacente. De momento, descarta entrar en los bancos grandes por las dificultades para conocer en profundidad sus balances.
En esos valores medianos, la gestora entró porque su análisis indicó que su valor era mayor a sus cotizaciones, al igual que hace con todas sus posiciones. Actualmente, la suma de esos tres valores no llega al 3% en la cartera de su fondo de bolsa ibérica. Los bancos también están presentes en el fondo que fusiona la cartera de bolsa ibérica con la de bolsa internacional de la gestora (ponderando la primera un 20% y la segunda un 80%), según explica Parages. “No es una posición representativa porque no ha habido un cambio de situación general. Es cierto que se está produciendo un proceso de saneamiento de balances pero cada entidad tiene unas características concretas”, dice.
Para aumentar las compras sobre los valores ya adquiridos o comprar otros nuevos, debería mejorar sensiblemente su convencimiento sobre cada uno de ellos o reducirse más los precios para que vieran aumentado su atractivo relativo, explica. Algo que ocurrió la semana pasada, aunque de momento mantienen posiciones. Y es que los expertos explican las últimas correcciones por la toma de beneficios tras el rally del mes de julio, por lo que las valoraciones no serían en realidad tan bajas como pudiera parecer. “Hemos visto correcciones en la banca española y, principalmente, en la banca mediana como consecuencia de las fuertes subidas que habían registrado en el último mes”, explica Remedios Parra, miembro del equipo de Gestión de patrimonios de Mirabaud España.
Para la experta, esta reacción tan positiva en julio se puede justificar por el cierre de posiciones cortas que, en algunos casos, eran significativas y por los últimos datos de la economía española ligeramente mejor de lo esperado, más que por noticias positivas en el sector en sí. Por eso en la gestora auguran volatilidad, si bien esos movimientos pueden dar lugar a interesantes momentos de compra… a medio plazo: “Aunque todavía puede ser un sector con volatilidad durante los próximos meses, a medio plazo puede ser un sector a considerar en las carteras. Tradicionalmente, el sector financiero está muy vinculado a la actividad económica de un país y en momento de inicio de recuperación (aunque todavía sea muy débil) puede tener un buen comportamiento bursátil”, apostilla.
El reto de futuro: la rentabilidad
En que hay que esperar coincide Gonzalo Lardiés, gestor de la estrategia de renta variable ibérica de Banco Madrid Gestión de Activos, que de momento se mantiene alejado del sector. “Prefiero la banca mediana porque tiene más potencial de mejora que la grande. Además, lo que ha salvado a los grandes en los últimos años ha sido su exposición a emergentes”, dice, una situación que podría cambiar con la volatilidad que afrontan actualmente esos mercados. Pero aunque el gestor admite esa preferencia, señala la fragilidad de las subidas (“el sector de banca mediana subió en julio lo mismo que cayó en junio”, recuerda, catalizado en parte por la modificación legislativa que permitirá que se computen como capital los créditos fiscales diferidos, afianzando las ratios de solvencia) y sobre todo desconfía en las rentabilidades futuras que la banca puede generar.
“Los ROE –rentabilidad de la inversión sobre los fondos propios- de 2007 y 2008 ya son historia. En el ciclo pasado, la escasez de fondos propios, la ausencia de provisiones y el boom crediticio propiciaron ROE de en torno al 20%. Ahora ha mejorado la solvencia de las entidades con la mayor cantidad de recursos propios –en parte, por las sucesivas ampliaciones de capital y los llamados script dividend-, y la rentabilidad es más baja por el límite al crédito, lo que ha reducido esta ratio por debajo del doble dígito, en torno al 6%-8%”. Por eso Lardiés, aunque valora positivamente la mejor solvencia de las entidades, advierte de que volver a obtener determinados niveles de rentabilidad es muy complicado y que no se van a repetir las cifras de antes de la crisis. Una característica similar en otros sectores del mercado español, donde los beneficios serán más bajos que en el pasado, y razón de su fuerte apuesta por compañías industriales capaces de ser más competitivas y aumentar sus beneficios.
Por ello, el gestor solo ha entrado en bancos de forma más táctica que estratégica en los últimos meses: entró en nombres como Popular cuando cotizaba a niveles más bajos y salió posteriormente y también tomó alguna posición en Bankinter. De Bankia, destaca que el mercado necesita creer su historia de reestructuración y ofrecer un importante descuento pero incide en su volatilidad. Para entrar en el sector, necesitaría ver una normalización del ciclo de tipos pero insiste en que aún continúa el proceso de desapalancamiento y los bancos tienen una cartera crediticia limitada que ofrece también una rentabilidad limitada. “El ciclo de crédito acabará reactivándose pero se necesita un nivel de deuda razonable y aún no es el caso”. Así, y aunque por infravaloración reconoce que en algún momento concreto se podrá entrar en el sector, las palancas de mejora -más allá de la mejora en las provisiones- son dudosas.