En la última reunión de diciembre decepcionó pero este jueves Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, ha cumplido con las expectativas. En su reunión de la tarde, decidía mantener los tipos de interés en el 0,05% por un “periodo importante de tiempo” y la facilidad de depósito inalterada en el -0,3%, decisiones esperadas por el consenso de analistas.
En su primera reunión con los tipos un poco más altos en EE.UU., el BCE confirmó que las medidas no convencionales que han adoptado en anteriores reuniones están funcionando y son apropiadas: garantizan la liquidez del sistema financiero y aportan credibilidad al paquete de medidas anunciadas. Y, teniendo eso en cuenta y los desafíos en el horizonte, dejó abierta la puerta a más medidas en su reunión de marzo que podrían centrarse en profundizar en la facilidad de depósito o en aumentar su programa de compras, dicen los gestores.
“Los riesgos se han incrementado en el inicio de año: volatilidad en los mercados financieros y mercado de materias primas, debilidad de los mercados emergentes y riesgos políticos entre otras razones. Por lo tanto, hasta el mes de marzo en el que las proyecciones macroeconómicas sean revisadas, mantienen las medidas adoptadas, sin descartar en ese momento una modificación con el objeto de lograr un nivel de inflación próximo al objetivo marcado por el BCE”, comenta Javier Rillo, gestor de Ibercaja Gestión.
“No es una sorpresa que el BCE no anunciara hoy nada significativo: cree que lo que se está haciendo ya está teniendo un impacto positivo pero dejó entrever grandes indicios de que puede haber más medidas por su parte en marzo que acompañen la próxima ronda de previsiones. Este es el Draghi de siempre: por un lado diciendo que el BCE ha hecho las cosas bien y, por otra parte, dando a entender que puede haber más medidas en este sentido”, comenta Tom Laskey, gestor de Aberdeen Asset Management. Pero tendrá que tomarlas: “Lo que el BCE ha hecho puede estar surtiendo efecto- el crecimiento este año en Europa es probable que se mantenga todavía relativamente robusto- pero el continente no es una isla. La volatilidad en los mercados se reflejará en Europa de algún modo, y las expectativas de inflación son a la baja”, explica.
En general, los gestores creen que profundizará en los estímulos en la reunión de marzo: “Draghi comentó que los riesgos económicos bajistas han aumentado “entre incertidumbres sobre las perspectivas de crecimiento de los mercados emergentes” y también enfatizó los efectos de la caída del petróleo y su impacto en las dinámicas de inflación que se mantiene débil en la Eurozona”. Por eso, Marilyn Watson, responsable de estrategia mundial de productos de renta fija sin limitaciones de BlackRock, cree que habrá mayor relajación monetaria en algún momento de este año.
“El speech de Draghi fue bastante dovish”, comenta Ana Gil, especialista de inversión del equipo de renta fija de M&G, ya que el BCE insistió en las bajas expectativas de inflación para los próximos meses en la Unión Europea, muy lejos del objetivo del 2%, y de ahí que el mercado crea en más medidas. “Ello dependerá de si el impacto desinflacionista de los precios del petróleo termina siendo una historia duradera. Aunque los bajos precios son a corto plazo positivos para el consumo en la Eurozona, y un impulso para el crecimiento, si se prolongan también podrían influir en la inflación”, añade. Y advierte de que, si eso sucede y se da un periodo prolongado de caída de precios, muchos negocios pueden ponerse en dificultades, el empleo y los salarios pueden sufrir y también el gasto.
Para Groupama AM, Mario Draghi ha abierto claramente la puerta a la introducción de nuevas medidas en marzo; y también dijo durante la sesión de preguntas que el Consejo ha apoyado por unanimidad este compromiso para una posible «re-calibración» en la próxima reunión. Para la gestora, el discurso de Draghi es mucho más «pesimista» de lo esperado: “El BCE está más intranquilo que en diciembre pasado cuando revisó a la baja sus previsiones de inflación y crecimiento, y anunció un paquete de nuevas medidas, sobre todo preocupado por la dinámica de la inflación y los riesgos de efectos de segunda ronda. Aunque se negó a especificar medidas, en la gestora creen que en marzo podría orquestar una nueva caída de los tipos de depósito, una extensión del QE (no de emergencia), un aumento del ritmo mensual en las compras de deuda soberana (10-15.000 millones más por mes) y una extensión de los TLTRO. “Dado el vocabulario utilizado ayer por el presidente del BCE: poder, voluntad, determinación de actuar, sin límites, unanimidad del Consejo para una posible re-calibración, y la advertencia dada sobre la trayectoria de la inflación y de la inflación subyacente, y por lo tanto la advertencia dada sobre el endurecimiento de las condiciones financieras, creemos que el BCE podría considerar la compra de deuda privada (crédito corporativo)”, dicen en la entidad.
Patrice Gautry, economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP), confía en que habrá más medidas, teniendo en cuenta que el BCE ha reconocido que las actuales están funcionando pero habla de retos como la incertidumbre emergente, la volatilidad en las materias primas y la situación geopolítica. “Draghi mencionó que habrá que revisar y reconsiderar la política monetaria en marzo y recordó que hay disponibles un amplio rango de instrumentos y que no hay límites sobre cómo usarlos. Y se hizo eco de lo que dijo en diciembre: El comité tiene el poder, la voluntad y el deseo de actual, sin límites”. Para el experto, en marzo probablemente se tomarán medidas, en forma de más tipos negativos y mayor programa de compras, incluyendo nuevos activos.
“La comunicación de hoy cubre las expectativas y devuelve la confianza a los mercados, sobre todo con ese nuevo mantra de “sin límites” que suena como el exitoso ‘whatever it takes”, dice Gautry.