La crisis del COVID-19 provocó importantes salidas netas en los fondos UCITS por un importe de 313.000 millones de euros, en marzo. Según los datos de la asociación europea de la gestión de activos, Efama, estas salidas no fueron superiores a las registradas en octubre de 2008, en el momento más duro de la anterior crisis financiera mundial.
En su última nota informativa, Efama indica que los mercados bursátiles de todo el mundo sufrieron un fuerte descenso impulsado por el menor crecimiento económico y del beneficio de las empresas. “Tal y como se había previsto, la crisis provocó importantes salidas netas en vehículos UCITS en marzo de 313.000 millones de euros”, apuntan.
Los fondos de bonos, por ejemplo, registraron salidas netas por valor de 150.000 millones de euros, ya que la tensión del mercado de bonos coincidió con una mayor percepción del riesgo y una mayor demanda del efectivo. Respecto a los fondos de renta variable y de multiactivos, sufrieron salidas netas moderadas de 60.000 millones de euros y 44.000 millones de euros, respectivamente. Según indican desde Efama, esto sugiere que muchos inversores evitaron sacar el dinero de los fondos al considerar que las bajas valoración también pueden representar una oportunidad de compra.
Por último, fondos del mercado monetario registraron salidas netas relativamente fuertes, de 43.000 millones de euros, ya que los grandes inversores institucionales buscaron posiciones de liquidez y los grandes inversores corporativos se enfrentaron a desembolsos al final del trimestre.
«A pesar de los importantes flujos de salidas de fondos en marzo, en general los inversores pudieron rescatar su dinero a diario. Esto demuestra la eficacia del actual marco reglamentario para los fondos domiciliados en la UE, especialmente en lo que respecta a la gestión del riesgo de liquidez», ha señalado Tanguy van de Werve, director general de Efama.
Claves de la resiliencia
Desde Efama defienden que la industria de fondos ha demostrado mucha resiliencia durante este evento de mercado. Una resiliencia que se explica, primero, por el robusto marco regulatorio con el que cuenta. “Las herramientas de gestión de la liquidez a disposición de los gestores de vehículos UCITS han resultado útiles para gestionar eficazmente las solicitudes de reembolso, evitando la venta forzosa o las suspensiones para la gran mayoría”, defienden desde Efama.
En este sentido matiza que las “pocas suspensiones de UCITS” observadas en marzo se debieron principalmente a problemas en la valoración de los activos subyacentes (sobre todo bonos en mercados con menor profundidad, y en el sector inmobiliario) ante las condiciones volátiles del mercado.
Junto con la robustez legislativa, Efama también destaca la estrecha cooperación entre el sector y los supervisores, las medidas de liquidez tomadas por los bancos centrales y la resistencia de la infraestructura del mercado como otros tres elementos que han ayudado a esa resilencia. En su opinión, los paquetes de estímulo económico y fiscal a gran escala para apoyar la economía tuvieron un efecto positivo en las perspectivas de las empresas, mejoraron las valoraciones y “pueden haber contribuido a convencer a muchos inversores de no desinvertir”.
Justamente, Efama destaca el papel que han jugado los inversores y la resistencia que han mostrado ante la volatilidad. “El tamaño relativamente bajo de las salidas netas de fondos de capital en marzo sugiere que muchos inversores han aprendido de la crisis financiera mundial que es mejor pensar a largo plazo que entrar en pánico y vender cuando el mercado de valores cae. Por el contrario, algunos inversores vieron la caída del mercado como una oportunidad para comprar cuando los precios eran bajos”, apuntan.
Por último, consideran que las gestoras y firmas de inversión han dado la talla y han sido capaces de seguir totalmente operativas, pese a que la mayoría de los equipos están trabajando desde sus casas. En opinión de Efama, esto constituye otro ejemplo de madurez y resiliencia de la actual industria de fondos europea.