Después de pasar una buena porción del año pasado reduciendo su exposición a bonos soberanos locales, los fondos de pensión de Perú están empezando a volver al mercado, rotando parte de su portafolio a la clase de activos en los últimos meses.
Según un estudio de BBVA Corporate & Investment Banking, las AFP peruanas redujeron su exposición en toda la curva de deuda soberana entre febrero de 2020 y enero de 2021 –un período que captó los cambios de posicionamiento ligados a la pandemia, la contracción económica, los retiros de AFP y el deterioro del entorno político–, con la mayor venta concentrándose en los plazos a 28, 42 y 55 años.
Ese patrón cambió durante los primeros meses de 2021, señaló BBVA, en un período que captó el aumento de la incertidumbre de cara a las elecciones presidenciales, que enfrentan a los candidatos Pedro Castillo y Keiko Fujimori en una polarizada carrera. En este período, los fondos de pensión se han estado acercando a los bonos soberanos locales, con las mayores compras en los papeles entre 29 y 37 años.
“La tenencia de soberanos llegó a un mínimo de 15,7% del AUM en marzo y ha aumentado desde entonces. En general, los fondos de pensión han aprovechando los atractivos niveles de entrada en la curva de soberanos para rebalancear sus portafolios”, explicó BBVA en su informe.
Eso sí, este leve retorno no significa que las AFP estén entrando con fuerza a la clase de activos. Los datos del banco de capitales españoles muestran que los soberanos representan un 18,4% del AUM de las carteras previsionales, por debajo del 22,4% que promediaron entre 2016 y 2019.
Capitales extranjeros
Los inversionistas fuera de las fronteras de Perú han tenido un camino inverso a los grandes institucionales del país, destacó BBVA en su reporte. Mientras que las AFP se alejaban de la deuda soberana durante el año pasado, “los extranjeros se mantuvieron en el margen, sin ajustes fuertes a sus posiciones”, indicó.
En cambio, entre enero y abril de este año, los extranjeros han estado vendiendo papeles a lo largo de la curva, con las mayores desinversiones concentradas en los bonos de 26 y 31 años.
El peak del posicionamiento de inversionistas extranjeros llegó a un punto álgido de 53,7% del AUM en octubre de 2020. Al cierre de abril, la participación en la clase de activos había bajado a 46,1%.
“Como la reducción en la tenencia de soberanos por parte de inversionistas extranjeros se intensificó después de enero de 2021, es justo asumir que la incertidumbre electoral jugó un rol en esto”, indicó BBVA, considerando que el “ruido” de la carrera presidencial se intensificó en febrero.
Sin embargo, la incertidumbre política no es el único motor tras esta reducción de exposición, dado que se dio después de un “marcado empeoramiento” de la situación política –especialmente en la segunda mitad del año– y una serie de propuestas como los retiros de fondos previsionales, “lo que afectó las perspectivas fiscales y de mercado de Perú”, agregó la firma.
Tiempos de incertidumbre
La visión de BBVA con respecto a la clase de activos es “neutra”, mientras esperan los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se llevará a cabo el 6 de junio.
“Las encuestas siguen mostrando una carrera muy estrecha, y las posibilidades para ambos candidatos probablemente estarán bastante parejas en el día de las elecciones”, indicó la firma.
Sobre lo que viene después, una vez que las papeletas estén contadas y se defina el próximo presidente del país andino, el banco anticipa que habrá dos fuerzas guiando el mercado de bonos soberanos. Una crisis política que se anticipa que siga, por el lado negativo, y un potencial impulso al crecimiento por los altos precios de los metales, por el positivo.
“De todos modos, independiente del resultado de las elecciones, no descartamos que haya un mayor ajuste a la baja en el posicionamiento de extranjeros en el mercado loca, dado el claro deterioro en las perspectivas políticas y sus consecuencias negativas en la calidad de la política económica futura”, advirtió BBVA.