La época de bajos tipos de interés que, no hace tanto tiempo, alimentó los mercados alcistas hizo que los inversores infravaloraran los flujos de ingresos -actuales y recurrentes- que proporcionan los dividendos. Además, en un momento en el que los valores de crecimiento dominaban el sentimiento del mercado y acaparaban los titulares, los valores de dividendos estaban infravalorados, eran impopulares y estaban olvidados. En consecuencia, los fondos de dividendos no han ocupado un lugar destacado en el radar de los inversores durante la última década.
Pero esta tendencia podría estar cambiando, según el informe de Morningstar titulado 2023 Global Equity Income Landscape: The Renaissance of Global Dividends. Las alzas de tipos sin precedentes llevadas a cabo por los bancos centrales desde 2022 para combatir la inflación volvieron a poner en el punto de mira a los valores que reparten un porcentaje de sus beneficios a los accionistas: ante el temor a una recesión, los inversores prefirieron el carácter defensivo y el flujo de ingresos fiable que pueden ofrecer las estrategias de dividendos.
Tras un largo periodo de desvanecimiento del interés de los inversores, el cambio de régimen en la política de los bancos centrales despertó un renovado apetito inversor por las estrategias de dividendos. Los inversores invirtieron una cifra récord de 19.900 millones de euros en estrategias de dividendos globales domiciliadas en Europa en 2022, seguida de importantes entradas hasta finales de octubre de 2023. Los activos alcanzaron niveles récord de 131.000 millones de euros en julio de 2023, para descender a 123.000 millones de euros a finales de octubre de 2023.
Aunque los inversores volvieron a interesarse por las estrategias de renta variable, el estudio desvela que se prefieren los enfoques globales: mientras que las estrategias de renta variable mundial registraron entradas récord, la popularidad de las de renta variable regional se mantuvo moderada. Las estrategias de dividendos orientadas a Europa, y especialmente al Reino Unido, siguieron sin gozar del favor de los inversores.
El informe desvela que el voto a favor del Brexit y sus implicaciones económicas, junto con unos resultados poco alentadores, han hecho que los inversores huyan de las acciones del Reino Unido. “Esto plantea la cuestión de si los inversores deberían aprovechar las valoraciones más baratas y la abundancia de dividendos en el mercado británico o si la renta variable británica es considerada una estrategia pasada de moda”, según recoge el estudio.
Aunque Europa y el Reino Unido albergan un vasto universo de sólidos valores que pagan dividendos y de alta rentabilidad, los inversores optan cada vez más por el conjunto de oportunidades que ofrecen los enfoques globales. “Esto permite a los gestores de carteras invertir en sectores a los que las estrategias regionales difícilmente podrían acceder”, apuntan en Morningstar.
El sector tecnológico es un ejemplo llamativo, ya que varias empresas tecnológicas con sede en Estados Unidos presentan muchas de las características que buscan los inversores en dividendos. Negocios consolidados, balances sólidos y una elevada generación de flujo de caja, junto con un crecimiento de los dividendos superior a la media, hacen de estas empresas opciones atractivas para la diversificación, lo que da lugar a una cartera más equilibrada de rentabilidad por dividendo y crecimiento de los dividendos.
Estrategias activas y pasivas
Mientras que la cuota de mercado de las estrategias pasivas pasó del 1,6% a principios de 2013 al 8,7% a finales de octubre de 2023, la categoría Morningstar de renta variable mundial sigue siendo competencia de las estrategias de gestión activa.
Sin embargo, los productos de seguimiento de índices ganaron impulso en los últimos 18 meses, ya que absorbieron el 21% de las entradas netas en fondos de dividendos globales. Aunque el dominio de las estrategias de gestión activa contrasta fuertemente con otras categorías en las que los inversores han optado cada vez más por productos indexados, las estrategias activas han demostrado su valor añadido en la categoría de Renta Variable Global.
Dentro de esta categoría, los fondos pasivos ofrecen una ventaja en costes frente a sus homólogos activos. El coste representativo Morningstar ponderado por activos de los fondos pasivos se sitúa en un modesto 0,38%, mientras que el de los fondos activos es notablemente superior, del 1,26%.
Concentración de activos
Las 10 mayores estrategias globales de dividendos gestionaban colectivamente 73.700 millones de euros en activos a finales de octubre de 2023, lo que corresponde a una cuota de mercado del 60%, según Morningstar.
DWS sigue siendo una potencia en dividendos, ya que su estrategia insignia, DWS Top Dividende, se ha convertido en un monstruo de 21.200 millones de euros. Además, DWS Invest ESG Equity Income ha acumulado 2.700 millones de euros en activos, lo que pone de relieve el apetito de los inversores por estrategias de dividendos sostenibles.
Sólo hay una estrategia pasiva entre los 10 mayores fondos de dividendos mundiales: Vanguard FTSE All World High Dividend UCITS ETF. Aun así, fue una de las opciones más populares entre los inversores, ya que las entradas netas de 2.400 millones de euros durante los 24 meses anteriores a octubre de 2023 le valieron un puesto entre los cinco primeros.
Entre las estrategias que registraron las mayores entradas netas durante ese periodo figuran Guinness Global Equity Income y JPM Global Dividend Fund, con 2.700 y 2.500 millones de euros en depósitos, respectivamente.
¿Qué hace brillar a los fondos de gestión activa de dividendos?
Los índices que replican los fondos pasivos de dividendos suelen clasificar las acciones del universo y establecer las ponderaciones de su cartera en función de su rentabilidad por dividendo.
Sin embargo, la búsqueda de las mayores rentabilidades puede dar lugar a importantes concentraciones sectoriales y aumenta el riesgo de recortes de dividendos si las generosas rentabilidades resultan insostenibles. Los fondos de dividendos gestionados activamente suelen evitar los valores de mayor rentabilidad y, en su lugar, combinan la rentabilidad con el crecimiento de los dividendos para construir una cartera más sólida y equilibrada de valores de dividendos complementarios para suavizar los rendimientos a lo largo del ciclo.
La rentabilidad media por dividendo de los fondos de dividendos globales gestionados activamente era del 3,58% en octubre de 2023, mientras que la rentabilidad media por dividendo de los índices de seguimiento gestionados pasivamente era del 5,34%. El iShares STOXX Global Select Dividend 100 (DE), el Xtrackers Stoxx Global Div100 Swap ETF y el Global X SuperDividend ETF fueron los únicos fondos de la categoría con rentabilidades por dividendo de dos dígitos.
Una ventaja clave de los fondos de dividendos gestionados activamente es su énfasis en el análisis fundamental prospectivo no sólo para evaluar el potencial de crecimiento de los dividendos, sino, lo que es más importante, “para examinar cuidadosamente la sostenibilidad de los dividendos”, recoge el estudio.
En lugar de basarse únicamente en estadísticas retrospectivas y en el historial de dividendos, el análisis de las ventajas competitivas, la generación de flujo de caja, la rentabilidad, la calidad del balance y las decisiones de asignación de capital de una empresa mejora la solidez del proceso de selección de valores y puede ayudar a evitar los recortes de dividendos.
Otra ventaja reside en su capacidad para evaluar y responder al impacto potencial de situaciones especiales. El informe recoge que los cambios normativos, las reorganizaciones y otros cambios empresariales pueden afectar a los fundamentos de una empresa, la valoración del negocio y la política de reparto de dividendos.
Los fondos de dividendos gestionados activamente tienden a ser más flexibles en su enfoque que las estrategias pasivas, lo que se traduce en un universo de inversión más amplio entre el que elegir. Los fondos de dividendos de dividendos gestionados activamente también pueden gestionar los recortes de dividendos de forma más pragmática.
Aunque a los fondos de dividendos activos se les suele exigir que generen una rentabilidad por dividendo mínima en relación con el índice general del mercado a nivel de cartera, no suele aplicarse tal requisito a nivel de valores.
Esto permite combinar valores de alta rentabilidad con otros que pagan dividendos bajos o, a veces, ninguno. Esta flexibilidad permite a los gestores de cartera considerar valores de difícil acceso para las estrategias orientadas al rendimiento, como por ejemplo cuando un gestor de cartera espera que una empresa (re)inicie el pago de dividendos.
Además, los fondos de dividendos gestionados activamente no suelen estar obligados a vender inmediatamente si una empresa recorta o cancela por completo su dividendo, que para un negocio económicamente viable suele ser el peor momento para tirar la toalla.
Por ejemplo, los fondos de dividendos gestionados activamente han sido más indulgentes con las empresas que tuvieron que recortar o pausar sus dividendos durante la pandemia. Algunos recortes de dividendos fueron impulsados por la necesidad financiera debido a la recesión económica, pero otros se hicieron por prudencia y podrían considerarse como un año sabático de dividendos, mientras que otro grupo de empresas se enfrentó a presiones políticas para posponer el pago de dividendos. “No todos los recortes de dividendos son iguales, y los gestores de carteras inteligentes pueden aprovecharlos”, apuntan desde Morningstar.