La industria de gestión de activos, cada vez más, interioriza que la gestión pasiva y la gestión activa no están enfrentadas. Cada estilo ofrece ventajas diferentes, y ambas se usan según la necesidad de los inversores. Sin embargo, son muchos los estudios que se realizan analizando cuándo un tipo de gestión supera al otro.
El último de estos informes ha sido publicado por S&P Dow Jones Indices y en él comparan los fondos de gestión activa al cierre de 2019 frente a sus respectivos índices de referencia. La principal conclusión que ofrece es que el 71% de los fondos de gestión activa de Europa -y denominados en euros- rindió por debajo del S&P Europe 350 durante en 2019. Esta cifra se sitúa en el 78% y el 87% en horizontes de cinco y diez años, respectivamente.
Respecto a los fondos de renta variable estadounidense de gestión activa, el 81% de los fondos rindió por debajo del S&P 500 durante el mismo periodo. Esta cifra se eleva al 93% y al 98% en horizontes de cinco y diez años, respectivamente. Y en el caso de los fondos de renta variable global de gestión activa, el 82% estuvo por debajo del S&P Global 1200 durante el periodo de un año. Según el informe, esta cifra se eleva durante los periodos de cinco y diez años al 94% y al 98%, respectivamente.
Por último, la dinámica se repite en los fondos de mercados emergentes, pero en este caso el porcentaje de reduce. Según los datos, el 50% de los fondos de renta variable de mercados emergentes de gestión activa denominados en euros rindió por debajo del S&P/IFCI durante el periodo de un año. La cifra se eleva al 89% y al 96% en horizontes de cinco y diez años, respectivamente.
A la luz de estos resultados, Andrew Innes, jefe de análisis y diseño global para la región de EMEA, señala que “la mayoría de los fondos de renta variable de gestión activa en toda Europa no pudieron aprovechar las ventajas del buen comportamiento que tuvieron los mercados en 2019, y no superaron el rendimiento de su índice de referencia. El rendimiento superior habría proporcionado al menos un amortiguador para los tiempos turbulentos a los que ahora nos enfrentamos. Aún no está claro si los mismos fondos activos prestaron atención a las señales de advertencia de Covid-19 a principios de 2020”.