La evolución de los flujos netos de capitales hacia los países emergentes en el mes de marzo refleja el mejor sentir general de los inversores respecto a estos mercados. NN Investment Partners atribuye el reciente avance a las medidas chinas para evitar salidas de capitales. Entre ellas figuran las prohibiciones directas impuestas a ciudadanos y empresas privadas de comprar divisas, así como el mejor entorno para los emergentes resultante de la postura más moderada mostrada por la Reserva Federal estadounidense, de la depreciación del dólar y de los mayores precios de las materias primas.
Las entrada de capitales en los mercados emergentes, por importe de 21.000 millones de dólares en marzo, contrasta con las salidas de capitales de 27.000 y 120.000 millones de dólares en febrero y enero, respectivamente. El año pasado, las salidas mensuales medias de capitales de los mercados emergentes ascendieron a 82.000 millones de dólares.
Aun así, los flujos de capitales volverán posiblemente a deteriorarse en caso de cambiar las expectativas sobre el sesgo de la Fed en relación con los tipos de interés y de que no llegara a materializase la recuperación del crecimiento económico en China y en el resto de emergentes.
Pese a ello, los expertos de NN IP observan que este giro dado por los flujos de capitales es uno de los factores que está sosteniendo la actitud favorable hacia los activos emergentes. Además, sus indicadores económicos adelantados parecen más halagüeños que los de los mercados desarrollados, lo que podría permitir a sus divisas afianzarse.
Tanto el índice de Directores de Compras (PMI) como los datos sobre producción industrial indican que el crecimiento económico en los emergentes está siendo relativamente mejor que en los mercados desarrollados. Los mejores datos de exportaciones de marzo y el hecho de que el índice de datos económicos inesperados de los emergentes mejore más rápido que el índice de sorpresas del G-10 confirman este mejor panorama de crecimiento.
En este contexto, la gestora prevé que el crecimiento del PIB real en los emergentes alcanzará el 4% en 2016 y el 3,7% en 2017, frente a previsiones del 2,7% y 2,6%, respectivamente, para los desarrollados. NN IP considera asimismo que los mercados emergentes conforman la región más beneficiada por la depreciación del dólar tras el moderado mensaje de la Reserva Federal estadounidense, que prevé actualmente dos subidas de tipos de interés para este año en lugar de las tres o cuatro anteriormente esperadas. No cabe descartar una recuperación adicional de las divisas de los emergentes.
“La propensión a asumir riesgo en relación con activos de los mercados emergentes sigue pareciéndonos frágil a medio-largo plazo debido a una excesiva dependencia del crédito, al reducido desapalancamiento financiero registrado y al brusco deterioro de las finanzas públicas en todos los mercados emergentes”, explica Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de Mercados Emergentes en NN Investment Partners.
Para Bakkum, el grueso de la mejoría en los datos de los emergentes y de la confianza en la región puede explicarse por el aplazamiento de las subidas de tipos de interés por la Fed y por las consecuencias derivadas de este hecho. Esto implica que la recuperación de los mercados es frágil.
“En el último par de meses, la postura de infraponderación en los mercados emergentes ha jugado claramente en nuestra contra. Con todo, habida cuenta de los cambios en los factores macroeconómicos, los inversores están cerrando estas posiciones infraponderadas”, explica el estratega.
En comparación con las acciones de los mercados desarrollados, los mercados emergentes cotizan con un descuento superior a una desviación típica atendiendo a múltiplos de valoración basados en beneficios (PER) y al ratio precio/valor contable, estima Bakkum.
“Esta región también ofrece una rentabilidad por dividendo del 3%. A mediados de marzo revisamos al alza el posicionamiento en mercados emergentes de neutral a leve sobreponderación. Aún es pronto para extraer conclusiones rotundas sobre una posible recuperación más sostenible y hemos de seguir teniendo presente el sobreendeudamiento en China y otras importantes economías emergentes. Pero, al menos por ahora, la presión sobre estos mercados ha cedido”, concluye.