Solo quedan unos días para la noche más mágica del año, la noche de Reyes. El árbol está puesto, la bandeja de turrones está llena y el roscón aguarda. Con la misma ilusión de siempre, los expertos de la industria nos dejan echar un vistazo a la carta que le han escrito a sus Majestades los Reyes Magos, en la que expresan sus deseos y peticiones para el año que entra.
La remisión de la inflación, que no haya recesiones o no sean acusadas, que los esfuerzos de los bancos centrales den sus frutos, que la regulación impulse la inversión sostenible, que llegue la paz en Ucrania o que los mercados se recuperen de las fuertes caídas son los deseos más frecuentes. ¿Qué le pides tú a los Reyes este año?
Nicolás Barquero, consejero delegado de Santander Asset Management España
Queridos Reyes Magos:
2022 ha sido un año muy difícil para nosotros y nuestros inversores, sobre todo para los más conservadores, ya que nadie esperaba que los tipos de interés subieran tan rápidamente. Aunque esto supone ahora una oportunidad grande, que no hemos tenido en 10 años, sí ha supuesto un ajuste duro.
Por este motivo, os pedimos:
Que baje la inflación. Hay muchos indicios de que va a ser así pero cuanto antes y más rápido baje, menor serán las subidas de tipos y menor el ajuste económico.
Que los bancos centrales acierten en sus decisiones, consiguiendo con ello una menor incertidumbre sobre los tipos de interés futuros. Así nuestros inversores conservadores podrán beneficiarse de unos tipos de interés atractivos sin tanta volatilidad en las valoraciones.
Que la recesión sea suave en Europa y no llegue a producirse en EE.UU. Esto ayudaría a que las revisiones de beneficios sean moderadas y las Bolsas tengan un buen año en 2023 con menos volatilidad.
Que la regulación ayude a desarrollar la sostenibilidad, ya que es un reto y una oportunidad para todos nosotros dentro y fuera del sector financiero.
Raquel Blázquez, jefe de Gestión Inversiones de Banca Privada de Ibercaja
Queridos Reyes Magos:
Estamos a punto de cerrar uno de los años más duros y complicados en muchos ámbitos, pero fundamentalmente a nivel geopolítico y de mercados financieros. Tras la inesperada guerra en Ucrania, hemos visto registros máximos en precios al consumo y hemos asistido a una reacción de los bancos centrales inédita en velocidad y magnitud. Todo ello ha generado lo que podríamos llamar una “tormenta perfecta” en las carteras de inversión de los clientes.
Por ello, de cara al Nuevo Año, desde Ibercaja Banca Privada os pedimos la tríada clásica de salud, dinero y amor.
Salud para nuestro entorno y para las economías de los países en los que vivimos. Que la estimada recesión económica proyectada para el 2023 en muchas áreas geográficas no sea de elevada intensidad, podamos salir de ella con rapidez y vigor y no suponga una erosión importante a las cuentas de resultados de las compañías.
Dinero para que los mercados financieros se recuperen desde las fuertes caídas registradas este año. En especial, que veamos una estabilización en las expectativas y curvas de tipos de interés, que permita generar rendimientos positivos en la parte de renta fija de las carteras, tan penalizada en 2022.
Amor para que se recupere la concordia a nivel internacional y podamos ver en 2023 la paz en Ucrania.
Con todo ello conseguiríamos generar un entorno de estabilidad y menores incertidumbres, que llevarían a una recuperación de la confianza inversora. Como sabemos que son deseos ambiciosos, prometemos cumplir puntualmente con los marcos regulatorios, pero, si es posible, os pedimos que no haya muchos más requerimientos en este ámbito, para poder asentar bien los ya existentes.
PD: Si es posible concedernos los tres deseos, sería fenomenal. Si no, cualquiera de ellos, tendría un efecto muy positivo en los otros dos.
¡Muchas gracias Majestades y que tengan buen viaje!
Jorge Colomer, director del área de Inversiones de CaixaBank AM
Incluso cuando expresamos deseos, en un contexto económico, es difícil no poner como primero el fin de la guerra en Ucrania por todos los aspectos humanitarios que conlleva y sus distintas repercusiones económicas y sociales.
Concedido este primer deseo, toca pedir que la política monetaria de los distintos bancos centrales tenga éxito en el control efectivo de la inflación, sin desacelerar de más el ritmo de crecimiento de la economía: ese difícil equilibrio virtuoso que los mercados financieros han descontado, con un cierto optimismo a lo largo del ejercicio, que casi se conseguía y que supone uno de los grandes retos para el 2023. Control de precios sin caer en una recesión.
En tercer lugar, expresar un claro deseo por el mejor desenlace en los retos que afronta China, tanto en su proceso de reapertura de su política COVID, como en el éxito de su transición económica. China necesita “reinventar” su modelo económico para afrontar con solvencia la tendencia de desglobalización y conseguir un mejor equilibrio entre sectores, mientras se repara el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
En el ámbito de los mercados financieros, ya hemos recuperado un entorno favorable para el ahorrador/inversor, que se ha visto maltratado en el último lustro sin rentabilidad para su ahorro, en un entorno de tipos cero. Ahora toca pedir que volvamos a ver correlaciones negativas entre los bonos y la bolsa, permitiendo construir carteras más robustas y con una mejor relación entre la rentabilidad y el riesgo esperado.
En el terreno regulatorio vinculado a los aspectos de sostenibilidad, desear que, en el 2023, los inversores, y nuestros clientes, sigan incrementado el porcentaje de sus activos destinados a inversiones ASG.
Y desde luego, salud para todos que es muy importante desde un punto de vista económico también.
Miguel Ángel Paz, director general de Unigest, gestora de fondos de inversión del Grupo Unicaja Banco
Al Rey Melchor le pediríamos que la inflación empiece a controlarse. Pediríamos que los gestores de fondos pudieran tener más visibilidad sobre las actuaciones que llevarán a cabo los dirigentes de los principales bancos centrales. En 2022 estos han ido cambiando su discurso trimestre a trimestre sobre la inflación y el control de la misma. A principios de año, apostaban por una inflación coyuntural; a mediados, estructural, y finaliza el año con las mayores subidas de tipos de las últimas décadas y un mensaje muy agresivo, advirtiendo que los tipos podrán seguir subiendo. Si la inflación, aunque tarde en alcanzar los objetivos de los bancos centrales, consigue controlarse, las autoridades monetarias moderarán su discurso, lo cual debería sentar las bases para un suelo o, al menos, para que bajase la volatilidad de los mercados.
Al Rey Gaspar le pediríamos que siguiese mejorando la formación financiera del ahorrador medio español. Todas las entidades están aportando cada vez más su granito de arena en este aspecto, pero aún se está lejos de alcanzar niveles de países más desarrollados en este sentido. La gestión del ahorro a largo plazo es clave para que crezca el patrimonio financiero de las familias españolas. Sin embargo, a pesar de años con los tipos ‘bajo cero’, el ahorro se ha mantenido en depósitos o cuenta corriente. Los fondos de inversión son una de las mejores herramientas para canalizarlos, pero los inversores aún no comprenden la volatilidad de estos. En este sentido, la nueva regulación, con la adaptación de normativas europeas**, que entra en vigor el próximo 1 de enero, puede facilitar la comprensión de los riesgos, y, sobre todo, de los horizontes temporales de los productos financieros, lo que debería beneficiar a los fondos de inversión.
Al Rey Baltasar le pediríamos la paz en Ucrania. Evidentemente es un deseo, no sólo para los expertos en gestión de activos, sino para todo el mundo por obvias cuestiones humanitarias. Pero para la industria de fondos de inversión, o de cualquier activo financiero, el que finalice el conflicto de Ucrania sería una clara señal de recuperación de la confianza de los inversores, sobre todo, por tener más visibilidad sobre los problemas de oferta que han sido la verdadera causa del problema de inflación que ha protagonizado el 2022. Si hay expectativas de recuperación del comercio de grano, de gas y de petróleo, unido a unos tipos más altos, es bastante probable que las expectativas de inflación corrijan a los niveles objetivos de los bancos centrales. De ser así, sería más fácil pronosticar un buen ejercicio en los mercados financieros en 2023.
Luis Vadillo, director de Negocio de BBVA AM
El experto de BBVA AM le pide a los Reyes Magos poder seguir ofreciendo soluciones de inversión a sus clientes para ayudarles a conseguir sus objetivos. En este contexto, Vadillo desea poder ofrecer rentabilidades en el medio y largo plazo que sean suficientes para compensar los altos y persistentes niveles de inflación y que suponen un gran reto para 2023.
Además, Vadillo incluye en su carta alguna petición relacionada con las pensiones. Según escribe, espera el desarrollo efectivo de la nueva Ley de Impulso de los Planes de Pensiones de empleo, que permita que todas las empresas puedan constituir para sus empleados este tipo de vehículos para mejorar su salud financiera.