Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, repasó estos días el panorama global de inversión para 2016. La firma suiza espera que el próximo año se registre un crecimiento moderado, un ajuste monetario poco significativo y rentabilidades positivas –de hasta el 10%–, con mayor potencial en Europa y emergentes. “En el caso de las bolsas estadounidenses, es probable que los retornos se limiten a cifras de un sólo dígito. Sin embargo han aumentado ligeramente las probabilidades de un escenario extremo, de recesión con deflación o inflación con recesión, pues Estados Unidos lleva siete años de expansión y existen riesgos obvios en China”, explicó.
En el mercado de divisas, Paolini estima que, en contra de la opinión de consenso, es probable que el euro siga cotizando a la baja. La moneda única podría acabar el próximo año en el entorno de 1,10 a 1,15 por dólar. “El dólar está caro y no pensamos que la divergencia de políticas monetarias vaya a permanecer siempre, pues el crecimiento en Europa y en Estados Unidos no es muy diferente. Sin embargo, no estamos preocupados por el alza de tipos de interés que la Reserva Federal podría llevar a cabo en los próximos meses”, apuntó. El verdadero riesgo es, para el estratega jefe de Pictet AM, que la segunda subida se produzca inmediatamente después de la primera. De momento el mercado espera dos o tres subidas el año que viene.
Estamos cerca de un suelo en mercados emergentes
En parte debido al previsible máximo en el dólar, Paolini cree que estamos cerca de un suelo en renta variable de mercados emergentes, y no tanto en los precios de las materias primas, pues aún no han desaparecido las preocupaciones sobre exceso de oferta. Pese a esto, es probable que el experto de Pictet aumente en los próximos meses el peso en emergentes. “Una razón para ser más optimistas es que el sentimiento está muy deprimido y esto se refleja en las bajas valoraciones, aunque estamos esperando a que la Reserva Federal suba tipos de interés para realizar una apuesta táctica. De todas formas hay que ser selectivos”, advierte.
Pictet prefiere, por valoraciones, la renta variable de Asia, especialmente de Taiwán y Corea -muy baratas-, Rusia y potencialmente de China, y recuerda que las acciones consideradas de mayor calidad, por su bajo apalancamiento, buenas tendencias demográficas y agenda de reformas, como México, Filipinas e India cotizan con prima, incluso respecto a las de Estados Unidos.
“Al mismo tiempo no podemos ignorar el valor en algunos mercados latinoamericanos, especialmente Brasil, donde los fundamentales no son buenos y puede ver subida de tipos de interés, pero cuyo bono proporciona rentabilidad a vencimiento del 15% en un momento en que el real brasileño está en mínimos nunca vistos. Además, desde hace algunos meses, estamos tomando poco a poco posiciones, tácticamente, en deuda empresarial de mercados emergentes”.
Bolsa europea frente a estadounidense
En lo que respecta a las bolsas, el consenso de mercado sobrepondera Europa, donde las valoraciones son neutrales y más baratas que en Estados Unidos. Pero Paolini recuerda que no se trata sólo de la política monetaria expansiva del BCE, sino de que los márgenes empresariales son todavía bajos, la inversión escasa y la mejora del crédito bancario ha sido gradual. “El principal riesgo es que a todo el mundo le gusta la eurozona”, dice.
El experto de Pictet infrapondera acciones estadounidenses, donde no ve aumento de beneficios, los márgenes están en máximos, hay ajuste monetario y las acciones cotizan cerca de 16 veces beneficios esperados, por encima de la tendencia. A ello suma la fortaleza de la actividad fusiones y adquisiciones.
“En conjunto tenemos preferencias por títulos cíclicos baratos con poca exposición a materias primas y perspectivas de aumento de beneficios. Nos gustan tecnológicas y bancos. Infraponderamos sectores defensivos, que parecen caros”, cuenta.