De acuerdo con las últimas previsiones económicas de Candriam Investors Group, los años de estímulo crediticio para apoyar la demanda interna han dejado a numerosas economías emergentes, incluida China, en una posición delicada debido a un crecimiento más lento.
Anton Brender, economista jefe de Candriam, afirma: “Las economías emergentes parecen tener ante sí otro año pedregoso en 2016. Han estado intentado desplazar la atención de las exportaciones hacia una mayor confianza en la demanda interna como motor del crecimiento económico. Esta transición hacia un nuevo modelo de crecimiento no es nada fácil. Las medidas orientadas a estimular la inversión y el consumo domésticos con crédito barato han dejado de tener el efecto deseado al estar alcanzando el punto de saturación. Se ralentiza el crecimiento y aumenta la inquietud en torno al servicio de la deuda. El declive de precios de las materias primas, por otra parte, coloca a algunos países como Brasil en una situación precaria».
Desde 2001 China prácticamente ha duplicado su deuda, calculada con respecto al PIB, lo que deja poco margen a las autoridades para utilizar el crecimiento crediticio como herramienta de estímulo. La reticencia política a la hora de depreciar la moneda china no hace sino dificultar aún más la tarea, sostiene Brender, quien prevé una desaceleración de la economía china por debajo del esperado 6,5% para los próximos años.
De acuerdo con Candriam, si bien se va cristalizando una modesta recuperación en las economías desarrolladas, las emergentes van a seguir pesando en el crecimiento mundial, el cual se mantendrá en la trayectoria del 3,5% observada desde 2012.
Florence Pisani, economista en Candriam, sostiene: “La recuperación en Europa Occidental seguirá siendo paulatina y moderada, puesto que el desapalancamiento aún no ha terminado”. Salvo que se produzca una conmoción geopolítica, el crecimiento económico de la zona del euro alcanzará en 2016 niveles cercanos al 2%, desde el 1,5% esperado para este año, prevé Florence Pisani. La demanda doméstica ha revivido gracias a unos tipos de interés en mínimos históricos y a precios del petróleo más bajos, factores que han contribuido también a una reducción del desempleo.
Las declaraciones recientes de Mario Draghi, el presidente del BCE, acerca de la necesidad de más medidas para estimular el crecimiento de la zona del euro, han debilitado la divisa y están apoyando las exportaciones de la zona, afirma. La inmigración en Europa, por otra parte, podría impulsar el crecimiento económico de la eurozona para el próximo año entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales, ya que países como Alemania invertirán en dar acogida a la enorme entrada de personas, señalan los economistas de Candriam.
La economía estadounidense se aproxima al pleno empleo y seguirá creciendo a un ritmo del 2,5% aproximado en 2016, lo que permitirá la subida paulatina de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal tras la subida de diciembre, observa Anton Brender. “Todo el mundo padece la presión deflacionaria. El problema es que apenas quedan elementos amortiguadores en el sistema económico mundial, lo que pone de relieve su vulnerabilidad y permite entender por qué vamos a seguir con tipos de interés bajos a largo plazo,” concluye Brender.