Desde 2008, las acciones con sesgo de crecimiento se han comportado mejor que aquellas con sesgo de valor. Y la duración de esa tendencia es, para Nicolas Walewski, fundador de la gestora Alken, un fenómeno extremo y extraño. Lo que está claro es que, tras periodos de fuerte superación por parte del estilo growth, es el value el que toma la delantera, y suele hacerlo con fuerza; y es ese contexto el que debería imponerse ahora, tal y como está empezando ya a verse.
El experto, que juega principalmente temas value en sus tres carteras de bolsa europea -los fondos Alken Fund Absolute Return Europe, Alken European Opportunities y Alken Small Cap Europe-, se muestra además optimista con respecto a la situación macroeconómica, que considera puede apoyar a la renta variable. Según explicó en una presentación ante clientes ayer en Madrid, ve signos positivos que deberían impulsar las bolsas, como una mejora en los datos de producción industrial y el inicio de un movimiento de repuesto de inventarios en el último mes, junto a una actitud más “dovish” por parte de la Reserva Federal estadounidense.
“El mayor riesgo que ven los mercados es la Fed”. Walewski compara la situación actual con la de finales de los años 30, cuando también la Fed se planteó subir tipos en un entorno de mejora económica pero en el que los mercados reaccionaron muy mal, por una razón: había más deuda en el sistema que antes de la crisis del 29, al igual que ocurre ahora, pues hay más deuda que en 2008. “Pequeños cambios en los tipos tendrán un enorme impacto en los mercados así que la Fed tendrá que ser muy cuidadosa”, dice, y añade que, “con toda la deuda que hay en el sistema, resulta casi imposible que suba los tipos de forma significativa”. Todo irá bien si la Fed va detrás de la curva pero si se pone por delante, podría causar un crash en los mercados. “La Fed controla la política monetaria del 70% del mundo y ahora ha cambiado el tono, se ha mostrado más dovish”, y es una razón para estar en el mercado y disfrutar del rally, que puede durar varios meses.
Otro motivo para el optimismo y que será un catalizador para los mercados son los mejores signos en producción industrial: las empresas han empezado a reponer sus inventarios, un movimiento que empezó en marzo -tras un año de una tendencia contraria- y que será duradero. “Solo una catástrofe, como un credit crunch o un colapso en el consumo podría parar este re-stocking que ya está produciéndose, pero no creemos que eso ocurra porque el crédito está volviendo y los consumidores están en buena forma, y muestran confianza”, dice. Además, añade que los precios bajos del petróleo seguirán beneficiando a su bolsillo, pues descarta que el barril de crudo suba mucho más allá de los 50 dólares. “Los miedos son infundados”, añade.
Los temas que juega en sus carteras
Esas convicciones de que la renta variable puede seguir subiendo y de que el value puede batir al estilo growth le llevan a jugar en sus carteras cuatro temas con sesgo de valor: la apuesta por el sector automovilístico, la historia de recuperación de inventarios, la confianza en los sectores de construcción e infraestructuras y el sector de defensa, que combina con algunas posiciones «growth», en los ganadores de la nueva era digital y de Internet.
Y busca también compañías con exposición a mercados emergentes muy baratos, como Rusia o Brasil, algo que ha pesado en contra en los últimos tiempos pero que ahora podría jugar a favor en un entorno de revalorización de esos mercados. De hecho, es un tema que dirige sus posiciones, pues en muchos mercados la depreciación de sus divisas ha sido muy fuerte (el rand surafricano, el real brasileño o el rublo ruso han reducido a la mitad su valor frente al dólar) y están baratos. Así, habla en positivo de compañías como Calsberg, con exposición a Rusia, algunos bancos, o Carrefour, con exposición a Brasil, cuyas bolsas se han revalorizado un 35% en poco tiempo (en euros). “Muchas compañías no tienen este factor incorporado en su precio”, dice.
Analizando los sectores y temas por los que apuesta, con respecto al sector automovilístico, destaca sus atractivas valoraciones y dice que la industria europea puede compensar la debilidad de la estadounidense, descartando además un problema de sobrecapacidad. Nombra a Renault, barato, con exposición a Rusia y otros mercados en Asia y muy eficiente al fabricar coches de gama media; y a Valeo, convencido de que el poder de establecer precios rotará desde los fabricantes de coches a los suministradores y proveedores del sector, en un entorno de consolidación en el que los ganadores se harán con más cuota de mercado en todo el mundo. Walewski también ve interesante, y vigilará, la transición hacia los coches eléctricos y los ganadores de ese cambio: entre ellos, podrían estar algunos de esos proveedores.
Con respecto a la historia de los inventarios, habla de firmas como la química Arkema o Volvo. En relación a los sectores de infraestructuras y construcción, en los que menciona a firmas como Legrand o Ferrovial, explica que las intervenciones monetarias de Draghi han levado a reducir mucho el coste de financiación en Europa (“cada vez los tipos son más bajos”). El impulso del tráfico, al calor de la reactivación económica, beneficiará al primer sector, mientras el de la construcción, que desde 2008 afronta un ciclo negativo en Europa (excepto en Reino Unido), ahora supone una oportunidad en la medida en que la actividad vuelve a subir y los precios del real estate también. “Estamos viendo un fuerte cambio en la actividad de la construcción gracias a que las rentas empiezan a subir, en países como Alemania, Holanda, Irlanda o España”, dice el gestor. Ahora evitan las constructoras británicas, dice, porque la amenaza del Brexit ha hecho caer la libra un 10% y a las acciones domésticas también pero reconoce que, al calor de las caídas, pronto volverán las oportunidades en ese mercado, por el que cree que hay que apostar sin necesidad de cubrir la divisa. Sobre el Brexit, confía en que no se materialice pero cree que, aunque ocurra, el mercado acabará recuperándose. “Habrá valor en el mercado en algún momento”, añade.
En el sector de defensa, habla de nombres como Thales o Rhein Metail, y explica la apuesta por el estrés geopolítico mundial, con problemas en Rusia, China o la amenaza del Estado Islámico. “La influencia estadounidense tiende a retroceder: antes suponía un 50% del gasto mundial en defensa, pero ahora un 35% y esa cifra podría llegar al 25% en una década. EE.UU. no podrá proteger ya a pequeños países y, ante esa situación más incierta, los gobiernos deberán aumentar el gasto. Habrá crecimiento en el sector por primera vez en una generación”, dice el gestor.
En financieras también ve oportunidades (“los bancos italianos deben tener su rally”, dice), sobre todo en bancos con actividades y negocios específicos, frente a la banca tradicional que perderá cuota de mercado. En España, además de Ferrovial, habla de oportunidades como Gamesa en un entorno de auge de las energías solar y eólica y cree que no solo ganará cuota de mercado en países como India o China, sino también en el Norte de Europa.
Por último, y aunque es una industria más growth, aconseja tener exposición a firmas como Wirecard o Yoox, lo que llama ganadores de Internet. Como ejemplo, apuesta por incorporar a las carteras firmas pioneras en métodos de pago móvil que están inmersas en un momento de consolidación.
En el lado contrario, el gestor es cauto en sectores como el de energía, porque considera que petroleras y otras firmas tendrán que adaptarse a un entorno en el que los precios serán más bajos que en el pasado. “El mercado aún está poniendo en precio un escenario que no volverá, ante una revolución energética en EE.UU. que se subestima”, dice, y cree que las compañías tardarán tiempo en adaptarse. Su rally durará poco, afirma. Con respecto a las mineras, destaca su visión negativa a largo plazo con el cobre; también se muestra cauto con telecos (donde hay que ser selectivo en un sector con mucha oferta) y utilities (debido a la incertidumbre sobre la producción de electricidad y a los temas políticos).
Las rentabilidades
En los últimos tiempos, la rentabilidad de los fondos no ha sido la esperada, por la fuerte exposición a sectores como mineras y bancos (estos últimos no han participado en el rally de mercado de sectores value), pero Walewski mantiene la convicción en sus apuestas, aunque reconoce también errores de los que aprende (ha vendido algunas tecnológicas estadounidenses tras sufrir fuertes pérdidas): “Aprendemos de los errores, hay que invertir en cosas que entiendes realmente y recoger pérdidas antes”, dice.
Apertura del fondo de small caps
La gestora anunció también en el evento que en las próximas semanas abrirá durante unos días el fondo de small caps, ahora cerrado.