Durante el primer trimestre del año, los dividendos apenas se vieron afectados por la pandemia del COVID-19, de acuerdo con el Global Dividend Index de Janus Henderson. Eso sí, la gestora advierte de que no será así para lo que queda de año y aclara que de enero a marzo su índice tocó techo de forma temporal. Sin embargo, prevé que los dividendos mundiales disminuyan al menos un 15% en 2020 por el efecto de la pandemia en los beneficios corporativos
Según señala la gestora, los pagos de dividendos a escala mundial aumentaron un 3,6% de forma general, hasta una cifra de 275.400 millones de dólares, un nuevo récord durante el primer trimestre del año, el equivalente a un crecimiento subyacente del 4,3%. EE.UU. y Canadá marcaron récords históricos trimestrales, mientras que Japón, Hong Kong y Rusia rompieron los récords del primer trimestre. “El índice de pago de dividendos mundiales ascendió a un nivel récord de 196,3”, apuntan.
Para evaluar el impacto de la pandemia en los dividendos de 2020, Janus Henderson analizó a empresas que representan más de tres cuartas partes de los dividendos globales por valor. El equipo tuvo en cuenta las que ya han cancelado o suspendido los pagos de dividendos, aquellas cuyos dividendos considera vulnerables y a las que probablemente se verán menos afectadas. El efecto varía considerablemente de una región a otra y de un sector a otro.
En este sentido los principales factores que influyen en el impacto de los pagos en cada región del mundo han sido el alcance de la pandemia, la severidad del confinamiento, la respuesta política, la regulación, la diversidad sectorial, la estacionalidad de los dividendos y la política sobre dividendos que tienen las compañías.
Por diferentes motivos, Norteamérica y Asia serán probablemente las regiones menos afectadas. La primera tiene una diversidad sectorial favorable (por ejemplo, un gran peso de la tecnología) y los esfuerzos de las empresas para preservar su liquidez se centrarán principalmente en la reducción de las recompras de acciones, más que en los dividendos. En China y el resto de Asia, las empresas ya han estipulado sus repartos de dividendos en 2020 de acuerdo con los beneficios de 2019, por lo que el impacto probablemente será mayor en 2021. Europa y el Reino Unido serán los peor parados. Los reguladores han obligado a los bancos a suspender dividendos y las grandes petroleras, así como otras grandes empresas, ya han recortado sus dividendos.
Desde el punto de vista sectorial, bancos, consumo discrecional y algunas industrias y sectores, como el aeroespacial, son los que corren más riesgo. Los sectores del petróleo y minería, finanzas en general y construcción son especialmente débiles, mientras que las compañías tecnológicas y los sectores defensivos, como salud, alimentación y la mayoría del consumo básico (excepto el sector de bebidas, muy dependientes del negocio de bares y restaurantes) son relativamente seguros.
Previsiones
Ante tanta incertidumbre, todo pronóstico sobre dividendos tendría poco valor, por lo que Janus Henderson ha retirado sus previsiones para 2020. En su lugar, el equipo ofrece un intervalo orientativo sobre lo que podría suceder en 2020. En el mejor de los casos, solo habría los recortes de dividendos ya anunciados o que probablemente se van a anunciar. Esto indica una caída de los dividendos globales del 15% para este año, una disminución de 213.000 millones de dólares, hasta los 1,21 billones.
En el peor de los casos, engloba también los vulnerables. Esto incluye considerar el nivel de endeudamiento de las empresas – algunas de las cuales tienen demasiada deuda para hacer frente a una contracción económica tan repentina e inesperada. Este escenario sugiere una posible caída de los pagos de dividendos del 35% este año, bajando hasta los 933.000 millones de dólares. La amplitud del intervalo se debe a la rápida evolución de la crisis y la probabilidad de que muchas empresas simplemente reduzcan sus dividendos en lugar de suspenderlos totalmente, ya que buscan conservar su liquidez y reforzar sus balances.
El impacto se prolongará en parte hasta 2021, cuando los pagos de dividendos probablemente serán inferiores a los esperados antes de la pandemia. Varios sectores podrían retomar el pago de dividendos en 2021, siempre y cuando el crecimiento de casos alcance su pico, los confinamientos actuales impuestos por los gobiernos finalicen y la economía global empiece a funcionar y a recuperarse.
“Esta crisis parece muy pronunciada, pero el respaldo de los gobiernos y los bancos centrales no tiene precedentes, lo que esperamos que provoque una rápida recuperación. Las suspensiones de dividendos son inevitables debido al parón repentino y sin igual de la actividad económica en muchos países. En cuanto a 2020, los dividendos del primer trimestre ya se han pagado, por lo que el impacto de máximo a mínimo probablemente se notará aproximadamente en los próximos 12 meses”, explica Ben Lofthouse, co-director de Global Equity Income de Janus Henderson.
En opinión de Lofthouse, en muchos casos, los cambios en las políticas de dividendos reflejan la imposibilidad de predecir cuándo la situación volverá a la normalidad, pero la novedad es que hay que tener en cuenta la relación entre el respaldo de los gobiernos y el comportamiento de las empresas. Según su visión, en algunos casos, las modificaciones de los dividendos, junto a la moderación de la remuneración de los directivos, son un criterio o incluso un requisito que los accionistas deben aceptar como parte de la respuesta de la sociedad a la COVID-19.
“En 2019, los sectores defensivos supusieron más del 40% de los dividendos mundiales, sectores que estarán relativamente protegidos de la recesión. Otro 40% de los dividendos son más sensibles a la economía y se enfrentan a recortes, aunque en la mayoría de los casos no prevemos cancelaciones totales, sino reducciones. Tanto el sector como la ubicación geográfica están teniendo un impacto significativo en la capacidad de pagar dividendos, lo que, por supuesto, pone de manifiesto el valor de adoptar un enfoque global de inversión en ingresos. La diversificación en varios territorios es sumamente valiosa y los inversores logran una diversificación sectorial mucho mayor pensando de forma global, más que enfocándose en un solo país o región”, añade Lofthouse.