Las recientes caídas de los mercados dejan tras de sí una consecuencia palpable que según Dave Lafferty, estratega global, y Esty Dwek Roditi, especialista en inversiones de Natixis IM, tendrá coletazos este año: la volatilidad ha vuelto y la confianza de los inversores se ha visto mermada.
Estos son para los expertos de la gestora, los cuatro temores que sacuden el mercado:
1.- Al mercado no le preocupan las tasas más altas por sí mismas. Le preocupan tasas más altas, junto con una mayor inflación, y una Fed más agresiva que pudiera atorar la sólida expansión económica. Esto quedó confirmado por el mayor desempeño de los sectores más sensibles a las tasas de interés (como las empresas de servicios públicos, las fibras y los bienes de consumo), mientras que los sectores más sensibles a la economía como la industria, tecnología, servicios de salud y energía lideraron las caídas, seguidos por el sector de servicios financieros.
2.- Lo anterior es un problema para las acciones, no solamente porque las ganancias deben correlacionarse con el crecimiento económico, sino porque después de la reforma fiscal de EEUU y de una extraordinaria proyección de las ganancias a posteriori, las acciones habían valorado el entorno económico a la perfección.
Las valoraciones de renta variable generalmente eran altas (pero no exorbitantes, en el percentil 70-90 para P/E, P/B, P/CF, etc.), y el sentimiento de los inversores y su fortaleza relativa (rotación de promedios y otros tecnicismos) eran fuera de serie. El mercado proyectaba un exceso de compras, y si bien los tiempos son imposibles de averiguar, esta venta masiva se veía venir, casi era de esperarse, sólo que no se sabía cuándo iba a pasar.
3.- Hay un soplo muy significativo de riesgo sistemático (beta). “Nuestras sospechas indican que esto tuvo un impulso parcial cuantitativo/algoritmo. Esto quedó confirmado cuando el índice Dow Jones Industrial Average cayó más de 3% en 9 minutos, para luego recuperar la pérdida y finalmente caer de nuevo a sus niveles más bajos en el día”, dicen Lafferty y Dwek.
4.- Con base en los diferenciales de los Credit Default Swap (CDS), los gestores de Natixis IM creen que se podía esperar que el mercado de bonos en efectivo sufra también un impacto. Esto, sin embargo, podría ser un poco exagerado ya que los bonos del Tesoro de EE.UU. han subido bastante.
“Todo lo que queda fuera del rango de dos años subió en 12-15 puntos base. Así, el pobre desempeño del crédito se verá peor, no por la caída de los bonos corporativos, sino porque los bonos del Tesoro “subieron y dejaron al resto muy atrás. Si el mayor temor es que las tasas están aumentando, podríamos esperar el retorno de este pobre desempeño a corto plazo”, concluyen.