Las diez firmas de corretaje más importantes de EE.UU. poseen el 58% de los activos retail después de una década de fusiones y adquisiones.
Si bien esto les permite avances en escala, eficiencia y activos en administración, por otro lado, los asesores financieros observan cada vez más atractivos en los modelos independientes.
Los 10 mayores brokers/dealers (B/D) por activos bajo gestión (AUM) tienen 123.000 asesores financieros y representan el 58% del total del sector de asesores financieros minoristas, consigna el último informe de Cerulli, U.S. Broker/Dealer Marketplace 2023: The Challenging Pursuit of Organic Growth.
De acuerdo con el estudio, en la última década, una quinta parte de las 25 principales empresas de B/D por AUM en 2012 han sido adquiridas o fusionadas, lo que refleja la consolidación que ha sido característica del mercado de B/D, ya que las empresas se ven presionadas para aumentar la escala para seguir siendo competitivas y maximizar los márgenes de beneficio.
Los B/D muy grandes han aprovechado su escala y sus posiciones de capital para superar a sus homólogos más pequeños, con una tasa de crecimiento anual compuesto de los AUM a cinco años del 8,4%, en comparación con los B/D grandes y medianos, con tasas de crecimiento anualizado del 6,6% y el 6,9%, respectivamente, agrega el informe de Cerulli.
El tamaño y la escala que ofrecen estas empresas las hacen atractivas para los asesores financieros y para los gestores de activos que buscan espacio.
«Las ventajas de la escala para los B/D incluyen la capacidad de distribuir las inversiones fijas en áreas como infraestructura, tecnología y cumplimiento normativo entre una mayor fuerza de asesores, lo que aumenta el rendimiento de esas inversiones», afirmó Michael Rose, director de Cerulli.
También proporciona a los B/D una palanca para maximizar los ingresos procedentes de los gestores de activos para la distribución en sus diversas formas, incluido el reparto de ingresos, los costes de marketing estratégico y los paquetes de datos, añadió Rose.
Sin embargo, la escala no es una panacea para los muchos retos a los que se enfrentan las empresas de B/D.
«Un número creciente de asesores están mostrando su insatisfacción con la burocracia asociada a trabajar para una gran institución financiera y están eligiendo opciones de afiliación alternativas, en particular la afiliación híbrida RIA e independiente», agregó Rose.
En la misma línea de lo que dice Rose, las nuevas investigaciones de Fidelity Investments muestran que aproximadamente uno de cada seis asesores ha cambiado proactivamente de firma en los últimos cinco años, siendo el modelo de negocio independiente el destino principal.
Según el estudio de Fidelity, el 94% de los asesores están contentos con su decisión de mudarse, con un 85% destacando un mayor control sobre su futuro.
A pesar de esta popularidad, solo la mitad de los asesores se consideran conocedores de los tipos de firmas (54%) y de los modelos independientes (49%), y solo el 25% conoce a los diversos intermediarios (por ejemplo, reclutadores de terceros, consultores, proveedores de compensación o custodia) que pueden ayudar a encontrar una firma.
“Los asesores pueden preferir la independencia y los beneficios asociados, pero la falta de conocimiento y el miedo a lo desconocido pueden estar impidiéndoles dar ese salto”, dice el informe.
Crecimiento aumentado y satisfacción laboral entre asesores independientes
El 80% de los que hicieron el cambio informaron un crecimiento en el valor de los activos bajo administración (AUM) desde su mudanza, con un aumento mediano del 42%.
Cerulli proyecta que los canales independientes y de RIA híbridos tendrán una tasa de crecimiento de AUM más alta en períodos de 5 y 10 años. Contrariamente a la creencia popular, casi todos los asesores (99%) dijeron que sus clientes apoyaron en última instancia su decisión de mudarse, con más de la mitad (54%) señalando que lo hicieron de inmediato.
Entre los muchos factores que influyen en la decisión de un asesor de mudarse, las consideraciones principales incluyen: la compensación (51%), una mejor cultura de la firma (50%) y la capacidad de brindar un nivel superior de servicio al cliente (39%).
Por otro lado, las preocupaciones más comúnes son: el miedo a lo desconocido (60%), la pérdida de clientes (48%) y el tiempo dedicado a la transición frente a la gestión de la práctica (35%).
Sin embargo, el 39% informó que ninguno de sus problemas iniciales resultó ser un problema significativo, y el 68% está de acuerdo en que deberían haber tomado la decisión de mudarse antes.