En los primeros meses de 2017 las perspectivas de la deuda soberana en Latinoamérica tuvieron un sesgo negativo, con las calificaciones de cinco países (México, Chile, Brasil, Ecuador y Surinam) puestas en perspectiva negativa. Por el contrario, en el mismo periodo, ningún país experimentó una evolución de positiva en su perspectiva.
Según Fitch Ratings, los problemas de consolidación fiscal y la inestabilidad política son los principales factores que explican esta tendencia.
“En el primer semestre de 2017, Fitch bajó a Costa Rica en un escalón y a Surinam en dos notas, mientras que El Salvador entró en un default, algo de lo que posteriormente se recuperó. La perspectiva de Surinam sigue siendo negativa, al igual que las de Brasil, Chile, Ecuador y México. El índice global de Perspectivas Nacionales Negativas a Positivas ha sido más que reducido a la mitad de este año, como se describe en la Revisión Soberana de 2017 de Fitch, aunque ningún bono soberano latinoamericano está en Perspectiva Positiva”, anuncia Fitch.
Las señales positivas son pocas en el arranque de 2017, según la calificadora, que sin embargo destaca la mejoría del bono colombiano después de la reforma tributaria. Tanto Colombia como Uruguay aumentaron los impuestos, mientras que las economías de Chile y México se están beneficiando del aumento de la presión tributaria que pusieron en marcha en el 2016.
Fitch advierte que en los próximos 18 meses se celebrarán en América Latina nueve elecciones. Lo que suceda en México, Brasil o Argentina tendrá especial relevancia para la región.