El año 2015 ha deparado hasta el momento un entorno desafiante para los bonos high yield europeos. Esto quedó especialmente patente en el tercer trimestre, debido a la repentina subida de la aversión al riesgo entre los inversores. Los activos de riesgo, como los bonos high yield, reaccionaron negativamente ante los temores a una ralentización percibida del crecimiento económico global encabezada por la segunda mayor economía mundial, China, y a la caída de los precios de las materias primas.
Como demuestra un reciente informe de NN Investment Partners, en este escenario adverso, los bonos high yield europeos mostraron una notable resistencia. A 30 de septiembre, la rentabilidad total de esta clase de activos en 2015 apenas fue negativa (-0,5%), pese a la acusada subida de los rendimientos y los diferenciales y a una rentabilidad negativa del 2,6% en el tercer trimestre. Como tal, en los nueve primeros meses del año los bonos high yield europeos batieron, en su gran mayoría, a otras clases de activos de riesgo como la renta variable mundial, los valores de deuda de mercados emergentes y los bonos high yield estadounidenses. Además, en Europa, la deuda high yield se anotó una carrera alcista en la primera quincena de octubre en medio de la expectativa de políticas monetarias más expansivas y de una corrección respecto a los niveles infravalorados de muchas clases de activos de riesgo.
“Esta superior rentabilidad relativa de los bonos high yield europeos en lo que llevamos de 2015 puede que esté relacionada, en su mayor parte, con el continuo dinamismo positivo del crecimiento económico en la zona euro, favorecido por un endeble euro y el abaratamiento del petróleo. También contó con el apoyo continuado del programa de expansión cuantitativa del BCE, que mantuvo los rendimientos de la deuda pública en un nivel bajo”, explican los expertos de NN IP.
El documento de la gestora destaca además la gran divergencia de rentabilidades publicadas por los diversos segmentos de esta clase de activos. Como tales, los bonos con ratings más bajos CCC batieron con creces a los bonos con mayores ratings BB. De manera similar, los bonos high yield del Viejo Continente con plazos de vencimiento más cortos batieron a aquéllos con plazos de vencimiento más largos.
Grandes diferencias por regiones
La firma cree que estos acontecimientos pueden explicarse por el hecho de que los bonos con ratings BB tenían, de media, plazos de vencimiento más largos y estaban más expuestos al aumento de los rendimientos de los Bund alemanes en el segundo trimestre. Además, las peculiares noticias que han afectado a empresas con ratings de categoría de inversión como Volkswagen o Glencore también repercutieron indirectamente, de manera más negativa, en las empresas con ratings BB.
Otra destacada característica de mercado del mercado de bonos high yield en lo que va de 2015 ha sido la divergencia inusualmente grande entre regiones. Las rentabilidades de los bonos high yield europeos batieron, de largo, a las de EE.UU., gracias a la buena acogida mostrada por los inversores a la solución de compromiso para la última fase de la crisis griega y a las señales de una recuperación económica sostenida. La inferior rentabilidad relativa de los bonos high yieldestadounidenses podría explicarse principalmente por la importancia en el índice de referencia de emisores presentes en los mercados de energía y materiales. El sector de la energía supone alrededor del 15% del mercado de bonos high yield estadounidense, mientras que en Europa la exposición no es mayor del 2%.
Perspectivas: elevadas rentabilidades previstas
“Consideramos que el escenario actual es atractivo para este tipo de activo. El yield-to-worst del bono high yield de referencia europeo se situó cerca del 5,4% a finales de octubre, alcanzando los diferenciales de solvencia niveles cercanos a 513 puntos básicos. A nuestro juicio, este rendimiento yield-to-worst compensa más que suficientemente los riesgos. Los datos fundamentales de esta clase de activos siguen siendo positivos, previéndose en la zona euro unas tasas de crecimiento del 1,6% y 2,0% para 2015 y 2016, respectivamente. Este ritmo de crecimiento debería permitir a las empresas europeas mejorar sus márgenes de beneficio, aumentar sus cash flows libres y reducir su apalancamiento financiero”, subraya el análisis de NN IP.
Además, las medidas de apoyo de los bancos centrales, especialmente en Europa, están sirviendo de barrera contra una ampliación significativa de los diferenciales. Además, consideramos que las compras de deuda pública por parte de los bancos centrales están conduciendo a una subida del precio de los activos en muchas clases de activos diferentes, una de las cuales es la deuda high yield.
Según los expertos de la firma, los factores técnicos son entre neutrales y favorables a esta clase de activos. Dado que en verano no se produjo casi ninguna nueva emisión en el mercado, la cartera de nuevas emisiones en proyecto ha aumentado, aunque consiste principalmente en operaciones de refinanciación. Los saldos de tesorería han crecido en verano como consecuencia de las amortizaciones de bonos y del ingreso de cupones. Más recientemente, los flujos de fondos volvieron a ser positivos y reabrió el mercado primario. Estos hechos constituyen, en opinión de la firma, una señal de normalización del mercado.