Los principales bancos centrales de las economías desarrolladas comienzan a mover las piezas del tablero. En una sola semana, el Banco de Japón (BoJ) ha protagonizado un momento histórico al subir los tipos, un movimiento no visto desde 2007, y al abandonar su política de tasas negativas, y el Banco Nacional de Suiza se ha adelantado al BCE y el Fed siendo el primero de los grandes bancos que ha recortado tipos. Mientras que la Fed, el Banco de Inglaterra (Boe) y el BCE siguen anclados en telegrafiar sus intenciones y vinculan sus decisiones a la evolución de la inflación y de los datos macro.
Ante este contexto, ¿qué destacan las gestoras internacionales? Empezando por Japón, Junichi Inoue, responsable de Renta Variable Japonesa de Janus Henderson, reconoce que desde el segundo semestre del año pasado, el mercado esperaba la supresión de los tipos de interés negativos en torno a la primavera de 2024. Sin embargo, afirma que los indicadores económicos nacionales se han ralentizado en los últimos meses, y había división de opiniones sobre si se tomaría una decisión antes de que finalizara el año fiscal en marzo.
Sin embargo, en su opinión, las tasas de aumento salarial para el nuevo año fiscal anunciadas una tras otra la semana pasada superaron significativamente los niveles esperados, lo que se cree que ha respaldado las discusiones en la reunión de política del Banco de Japón. Teniendo en cuenta los frutos de las reformas del sector empresarial iniciadas hace 12 años, las subidas salariales y este cambio en su política monetaria podrían generar, para Inoue, un círculo virtuoso.
“Si estamos entrando en un círculo virtuoso, la expectativa del mercado de un total de 50 puntos básicos de subidas de los tipos de interés, una en el segundo semestre de 2024 y otra en 2025, podría ser conservadora. Teniendo en cuenta el impacto de los aumentos salariales en la tasa de inflación, dos subidas de tipos seguirían manteniendo un tipo de interés real negativo significativo. El mercado necesita revisar las tendencias futuras del consumo personal, la renta, las tasas de inflación y los tipos de interés, lo que podría tener un impacto positivo en el mercado bursátil”, explica el responsable de renta variable japonesa de Janus Henderson.
Según PIMCO, para los inversores, los mercados de bonos japoneses deberían empezar a ofrecer una prima de riesgo más elevada y unos rendimientos modestamente más altos en respuesta a los continuos ajustes de la política del Banco de Japón y a la transición de los bonos del Estado de nuevo a las fuerzas del mercado. “Mientras el mercado digiere la nueva y cambiante postura política, habrá oportunidades tácticas para que los gestores activos capitalicen las ineficiencias de los mercados de bonos japoneses y de swaps de tipos de interés durante este periodo de mayor volatilidad”, señala Tomoya Masanao, co-responsable de gestión de carteras de Asia-Pacífico y co-responsable de PIMCO Japón.
Estructuralmente, sin embargo, Masanao matiza que los inversores japoneses están generalmente infraponderados en bonos japoneses y deberían considerar aumentar sus asignaciones con el tiempo dados los mayores niveles de rendimiento. “Aunque prevemos un modesto repunte de los rendimientos de los bonos, se espera que la trayectoria sea gradual y matizada en la curva de rendimientos. Los rendimientos de los bonos japoneses están correlacionados con sus homólogos mundiales, y con los principales bancos centrales preparados para iniciar recortes de tipos este año, cualquier fluctuación brusca de los rendimientos en Japón podría provocar la intervención del Banco de Japón”.
En este sentido, el responsable de PIMCO afirma que la evolución de la política del Banco de Japón debería marcar el comienzo de un periodo de normalización para los mercados de bonos japoneses, atrayendo finalmente a los inversores a rendimientos más altos que se han mostrado reticentes a invertir durante la última década.
Europa: Banco de Suiza y BoE
En el caso de Europa, el Banco Nacional de Suiza ha demostrado una vez más su independencia y ha sido el primero de los grandes bancos centrales que empieza a recortar los tipos de interés. Por lo tanto, según Reto Cueni, Chief Economist de Vontobel, “también está empezando a recortar de nuevo los tipos de interés antes que el BCE, al igual que hizo antes que el BCE en junio de 2022 con su subida de tipos. Esto también debería reducir aún más la presión alcista sobre el franco suizo, especialmente frente al euro”.
Para Vincent Chaigneau, responsable de investigación de Generali AM (parte del ecosistema de Generali Investments), el tema dominante en esta última parte del primer trimestre del año ha sido la bifurcación bonos-acciones, ya que a pesar de la revalorización alcista de las expectativas de recorte de tipos, los mercados de renta variable se han mantenido en la pronunciada pendiente positiva de finales de 2023. “Los mercados de renta variable se han mostrado notablemente resistentes a la revalorización de los bancos centrales. Esta bifurcación se debe en gran medida al milagro de la inteligencia artificial y al creciente optimismo sobre la economía. Aun así, en este punto todavía frágil del ciclo, y con el riesgo geopolítico acechando, el sentimiento y el posicionamiento alcistas de los inversores, así como la deprimida volatilidad de los activos de riesgo, reflejan un poco de satisfacción”, explica Chaigneau.
Sin dejar Europa, las gestoras también dan relevancia a la última reunión del Banco de Inglaterra (BoE), que también se ha celebrado esta semana y en la que no ha habido sorpresas, ya que la institución monetaria ha mantenido los tipos. “Las perspectivas de cara a lo que ocurrirá en el futuro también se mantienen sin cambios, lo que implica que el tipo de interés bancario es restrictivo y tendrá que seguir siendo restrictivo durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo del 2%, de forma sostenible. Las votaciones fueron 8:1 (un miembro votó a favor de un recorte directo), pero menos divididas que en febrero, cuando dos miembros optaron por un aumento de los tipos de interés”, señala Katrin Löhken, economista de DWS para Reino Unido y Japón.
Para el economista de DWS, el BoE sigue mostrándose reacio a dar señales sobre cuándo podrían comenzar los recortes de tipos. Sin embargo, hacen hincapié en que la orientación de la política monetaria será restrictiva, incluso después de una reducción de los tipos, dado el elevado nivel del tipo bancario. “Esperamos un primer recorte en junio, con algunos preparativos en la reunión de mayo, cuando el Comité de Política Monetaria presente sus nuevas previsiones de crecimiento e inflación. No obstante, lo esencial será que los datos publicados hasta entonces sigan indicando una moderación de las presiones inflacionistas”, matiza.
Por su parte Luke Bartholomew, economista jefe de abrdn, añade: “La composición del voto en el Comité de Política Monetaria es un poco sorprendente, ya que los dos responsables políticos que habían votado anteriormente a favor de nuevas subidas de tipos han votado hoy a favor de mantener la política monetaria. Este cambio de voto alimentará las especulaciones del mercado sobre la posibilidad de que el Banco se incline por recortar los tipos en un futuro próximo”.
Leyendo a Powell
En Estados Unidos, la Fed ha reafirmado su posición en la reunión de esta semana. Para Susan Hill, gestora senior de Carteras y jefa del Grupo de Liquidez Gubernamental de Federated Hermes, “los comunicados de Powell fueron equilibrados, coherentes con nuestras previsiones de relajación de la Reserva Federal a partir de junio o julio”. No obstante, en su opinión, las partes “interesantes” vinieron de los puntos. “La Reserva Federal puede estar reconociendo que la tasa neutral de fondos federales, en la que la política monetaria no es ni restrictiva ni acomodaticia, es un poco más alta de lo que se pensaba anteriormente”, afirma.
Por otra parte,Orla Garvey, gestora sénior de carteras de renta fija de Federated Hermes Limited, explica que “los diferenciales del euro han tenido un buen comienzo en 2024 y casi han vuelto a los niveles de la era posterior a la crisis financiera mundial”. Esta situación se debe al “entorno generalmente más positivo para los diferenciales de crédito, pero también al hecho de que los países periféricos han superado a los países centrales en términos de crecimiento”.
Por último, Nachu Chockalingam, gestor principal de Cartera de Renta Fija de Federated Hermes Limited, subraya que este año se han visto “flujos muy fuertes hacia los mercados de crédito en su conjunto”. “En este momento, hay tal oferta de riesgo que la mayoría de las operaciones se están realizando bien en los mercados secundarios. Y no estamos viendo una diferenciación material. Pero a medida que el mercado se vuelva potencialmente menos constructivo en los próximos tres a seis meses, eso no puede garantizarse y será necesaria una mayor selección de créditos”, concluye.
A estas reflexiones se une la de Chris Iggo, CIO de AXA IM y presidente del AXA IM Investment Institute: “El escenario central de aterrizaje suave está resultando alcista para los mercados, con un fuerte impulso y valoraciones al alza. Resulta más evidente en la renta variable growth estadounidense, el crédito high yield y de alta beta, y los activos relacionados con las criptomonedas”.
Sin embargo, el experto de AXA IM advierte de que “lo que es bueno para los tipos probablemente no lo sea para el crédito y la renta variable”. En su opinión, la narrativa macroeconómica que sustenta este mercado es que un aterrizaje suave en EE.UU. es el escenario más probable que se mantendrá al menos hasta las elecciones estadounidenses de finales de año, lo que, según explica “supone que el crecimiento se está ralentizando lo suficiente como para que aflore la capacidad excedentaria, permitiendo así que la inflación vuelva al nivel objetivo del 2,0% de la Reserva Federal (Fed), pero las medidas a más corto plazo del impulso inflacionista sugieren que aún queda algo de margen antes de que la Fed pueda declarar la victoria sobre la inflación”.
Mercados emergentes
Mientras esto ocurre en los mercados desarrollados, los bancos centrales de las economías emergentes también están encontrando el apoyo de la reducción de la inflación a escala doméstica. “Algunos bancos centrales de estas regiones ya han empezado a aplicar recortes, y el contexto global de desinflación y aparentes máximos en los tipos les proporciona margen adicional para la flexibilización de sus políticas monetarias”, afirman Rob Drijkoningen y Gorky Urquieta, co-directores global de Deuda de Mercados Emergentes de Neuberger Berman.
Para estos expertos, probablemente, la continuación de esa flexibilización respaldará el crecimiento y dará lugar a una reducción en los rendimientos de la renta fija en divisa local. “Por otra parte, unas eventuales políticas monetarias más acomodaticias por parte de los bancos centrales de las economías desarrolladas harán que los rendimientos de los bonos en divisas fuertes se reduzcan también”, concluyen.