El dólar estadounidense sigue cediendo terreno a las monedas no tradicionales en las reservas mundiales de divisas, pero sigue siendo la moneda de reserva global y dicho papel no lo abandonará en el corto y mediano plazo.
Los economistas Serkan Arslanalp, asesor en la oficina de la dirección general; Barry Eichengreen, investigador de econom+ia internacional y Chima Simpson-Bell, economista del Departamento para África, todos ellos del Fondo Monetario Internacional (FMI), liberaron un análisis sobre el papel del dólar en los mercados y la economía global.
El predominio del dólar destaca conforme la solidez de la economía estadounidense, una política monetaria más estricta y un mayor riesgo geopolítico han contribuido a una mayor valoración del dólar.
Sin embargo, la fragmentación económica y la posible reorganización de la actividad económica y financiera mundial en bloques separados y no superpuestos podrían alentar a algunos países a utilizar y mantener otras monedas internacionales y de reserva.
Así, datos recientes de la Composición Monetaria de las Reservas Oficiales de Divisas (COFER) del FMI apuntan a una disminución gradual en curso de la participación del dólar en las reservas de divisas asignadas por los bancos centrales y los gobiernos.
Sorprendentemente, la reducción de la influencia del dólar estadounidense en las últimas dos décadas no ha ido acompañado de aumentos en la participación de las otras “cuatro grandes” monedas globales: el euro, el yen, el franco suizo y la libra esterlina.
Más bien, según los investigadores, este retroceso del dólar ha ido acompañado de un aumento en la proporción de las llamadas monedas de reserva no tradicionales, entre otros: el dólar australiano, el dólar canadiense, el renminbi chino, el won surcoreano, el dólar de Singapur y las monedas nórdicas.
«Estas monedas de reserva no tradicionales son atractivas para los administradores de reservas porque brindan diversificación y rendimientos relativamente atractivos, y porque se han vuelto cada vez más fáciles de comprar, vender y mantener con el desarrollo de nuevas tecnologías financieras digitales», explican los expertos.
Esta tendencia reciente es aún más sorprendente dada la fortaleza del dólar, que indica que los inversores privados han optado por activos denominados en dólares. O eso parecería a partir del cambio en los precios relativos.
Al mismo tiempo, esta observación recuerda que las fluctuaciones del tipo de cambio pueden tener un impacto independiente en la composición monetaria de las carteras de reservas de los bancos centrales.
Dólar reduce su influencia
Desde una perspectiva más amplia, en las últimas dos décadas, los economistas concluyen que el hecho de que el valor del dólar estadounidense se haya mantenido prácticamente sin cambios, mientras que la participación del dólar en las reservas mundiales ha disminuido, indica que los bancos centrales efectivamente se han ido alejando gradualmente del dólar.
«Sin embargo, las pruebas estadísticas no indican una disminución acelerada de la proporción de reservas del dólar, contrariamente a las afirmaciones de que las sanciones financieras estadounidenses han acelerado el alejamiento del dólar», indican.
Los investigadores también descubrieron que las sanciones financieras, cuando se impusieron en el pasado, indujeron a los bancos centrales a desviar modestamente sus carteras de reservas de las monedas, que corren el riesgo de ser congeladas y redistribuidas, en favor del oro, que puede almacenarse en el país y, por lo tanto, está libre de riesgo de sanciones.
En resumen, el sistema monetario y de reservas internacional continúa evolucionando. Sigue vigente el patrón que señala un alejamiento muy gradual del dominio del dólar y un papel cada vez mayor de las monedas no tradicionales de economías pequeñas, abiertas y bien administradas, habilitado por las nuevas tecnologías de comercio digital, concluye el análisis de los expertos del FMI.