La semana comienza con la vista puesta en la decisión anunciada ayer por los bancos centrales de Inglaterra, Suiza, Japón, Canadá, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) de tomar acciones conjuntas para aliviar el impacto del coronavirus en los mercados y mejorar su liquidez. Una decisión busca dar un respiro a las bolsas mundiales, en particular a las europeas, y evitar el colapso de los mercados financieros.
Según el comunicado emitido por las instituciones monetarias, el objetivo de su “acción coordinada” es “proporcionar liquidez mediante un swap en dólares”. Básicamente, los bancos centrales han acordado rebajar el precio de los acuerdos permanentes de liquidez en dólares estadounidenses en 25 puntos básicos, de tal forma que el tipo de los swap semanales a 84 días de vencimiento quedará fijado en 25 puntos básicos. Según los expertos, esta medida se complementa la decisión de la Fed de rebajar los tipos de interés hasta situarlos en un rango de entre el 0% y el 0,25%
“Para aumentar la efectividad de las líneas swap a la hora de aportar liquidez, los bancos centrales extranjeros con operaciones regulares de liquidez en dólares también han acordado empezar a ofrecer dólares semanalmente a cada una de sus jurisdicciones con un vencimiento a 84 días, además de las operaciones de vencimiento a una semana que actualmente se ofrecen. Estos cambios comenzarán a tener efector de cara a las próximas operaciones programadas durante la semana del 16 de marzo. Los nuevos precios y ofertas de vencimiento estarán vigentes el tiempo que sea apropiado para respaldar el buen funcionamiento de los mercados de financiación en dólares estadounidenses”, explican en su comunicado.
En este sentido, los bancos centrales han querido recordar que estas líneas de swap son facilidades permanentes disponibles y sirven como un “importante respaldo de liquidez para aliviar las tensiones en los mercados de financiación globales”, lo que ayuda a mitigar los efectos de tales tensiones en el suministro de crédito a los hogares y las empresas, tanto en el país como en el extranjero.
Para Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G, el principal objetivo de las medidas de urgencia que gobiernos y bancos centrales están comenzando a implementar es el poner cortafuegos a una posible crisis de crédito. “Se trata de evitar a toda costa que lo que comenzó siendo una crisis sanitaria y se convirtió en una crisis de confianza termine siendo una crisis de crédito real. Para ello, se debe garantizar la liquidez del sistema y el acceso al crédito principalmente, de las pymes”, explica.
Por su parte, los analistas de BancaMarch señalan en su análisis diario de mercados que la decisión adoptada este fin de semana por los principales Bancos Centrales es positiva y tiene que ayudar a frenar el deterioro de las condiciones financieras globales. «El principal riesgo ahora para los mercados financieros se centraría en la posible dificultad en acceder a liquidez por parte de las empresas. En este punto cabe destacar que una vez más las autoridades monetarias han salido al rescate de la economía y están utilizando su abanico de herramientas disponibles: bajadas de tipos y compras de activos. En las próximas semanas será necesario confirmar que estas medidas permiten frenar la ampliación de los diferenciales de crédito y que confluyen además con otras medidas de estímulo fiscal que apoyen la recuperación de la demanda una vez se logre contener la expansión del Covid-19», apuntan.
En este sentido, Credit Suisse señala en su último informe que habrá que esperar a ver qué efecto general todas estas medidas, tanto las conjuntas como las individuales, en el mercado. Según afirma, «queda por ver si las acciones tomadas hasta el momento restablecerán los mercados y si se pueden tomar medidas adicionales para estabilizar los mercados. Pero sí creo que los bancos centrales y los responsables políticos aún tienen en mente 2008. Pensar que no habrá otra crisis financiera hasta dentro de otros 12 años es no haber aprendido nada de los errores del pasado reciente».