El anuncio del acuerdo comercial entre México y Estados Unidos ha tenido primeras reacciones positivas en un mercado siempre hostil a la incertidumbre, pero conforme se afina el análisis surgen numerosos obstáculos para que el nuevo tratado se convierta en una realidad.
El mejor acuerdo posible según BBVA Bancomer
Carlos Serrano, Javier Amador, Iván Martínez, Arnulfo Rodríguez y Saidé Salazar firman un documento de BBVA Bancomer que señala la necesidad de este acuerdo para México”.
“Respecto a los acuerdos alcanzados en el sector automotriz consideramos que son positivos ya que: i) el mayor requisito de contenido regional podría, en el mediano plazo, significar un mayor valor agregado mexicano en el sector; ii) en el sector de autopartes existe espacio para que, aun con un aumento de los salarios a niveles de 16 dólares la hora, muchas empresas puedan seguir siendo competitivas, lo cual resultaría en mejoras laborales para los trabajadores mexicanos; iii) en el caso de vehículos ligeros y autopartes, para aquellas empresas que no cumplan con las reglas de origen, podrán exportar a EE.UU. con un arancel de 2.5%”, señala en documento.
Pero los analistas advierten que “en materia de resolución de controversias, la eliminación del mecanismo vigente en el TLCAN representa un riesgo para la economía mexicana, dada la ausencia de una instancia imparcial que dirima las disputas entre los particulares y el gobierno norteamericano”.
Buenas noticias para el peso mexicano, según BlackRock
«El anuncio de hoy es un acontecimiento clave y debe ser visto como un evento positivo para los activos mexicanos, los cuales han estado subiendo desde mediados de agosto, cuando se dieron a conocer reportes de un posible anuncio. Adicionalmente, es una buena noticia para el peso mexicano, el cual se ha apreciado cerca de 4% durante este mismo rango de tiempo, desasociándose de alguna forma de la crisis turca. Desde las elecciones de Estados Unidos en 2016, el peso se devaluó hasta un 25% debido a la incertidumbre sobre la posible cancelación del TLCAN y el impacto de esto sobre el crecimiento económico mexicano y los flujos de inversión”, señala Axel Christensen, director de estrategia de inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock.
Pero el experto añade que «el eventual acuerdo con Canadá podrían enfrentar obstáculos ya que requieren la aprobación de la legislación de cada país. Por lo cual, el riesgo de incertidumbre – y la volatilidad en los mercados que lo acompañan – no quedan descartados completamente.”
Natixis muestra escepticismo ante los golpes de efecto de Donald Trump
“El avance en las negociaciones del TLCAN con México ha traído obviamente algunos beneficios explícitos – reactivar de nuevo el avance del proceso y reducir la incertidumbre entre las empresas. Sin embargo, más sutilmente ¿hemos podido confirmar que la administración de Trump simplemente está buscando algunas “victorias” comerciales y no tanto una reconstrucción del marco de referencia comercial a escala global (ej., acabar con los lineamientos de la OMC, etc.)? ¿Es esto una señal de que los peores temores del mercado no llegarán a hacerse realidad?”, se pregunta Dave Lafferty, estratega en jefe de mercados de Natixis IM.
Lafferty señala que aún queda mucho camino por recorrer antes de la conclusión del proceso sea una realidad ya que Canadá debe ser incluido en el proceso, aún hay categorías del tratado difíciles de abordar y en EEUU, un acuerdo nuevo o modificado deberá ser ratificado por el congreso (el cual está conforme con el acuerdo existente).
“Igualmente, la línea de tiempo es muy limitada para integrar a Canadá de nuevo a la mesa de negociaciones y lograr una aprobación legislativa antes de la toma de posesión por el gobierno de AMLO en México. En resumen, este avance es una medida en la dirección correcta, pero todavía hay muchos temas pendientes que pueden desviar las negociaciones. La implicación del mercado es que las ganancias actuales de la renta variable pueden fácilmente diluirse si el acuerdo trilateral no avanza o si Trump desvía su curso”, señala el estratega jefe de Natixis IM.
Para ING el acuerdo todavía no se puede dar por hecho
“Aunque el acuerdo con México puede parecer un gran avance, a primera vista, la revisión o el reemplazo del TLCAN necesitaría la aprobación del Congreso estadounidense, lo que significa que está lejos de ser un acuerdo cerrado aún”, señala Timme Spakman, Economist, International Trade Analysis de ING.
Según Spakman, Trump tendría problemas con sus correligionarios republicanos para obtener el voto en el Congreso en caso de que Canadá no aceptase entrar en el acuerdo.
“Además, se espera que el representante de comercio de EE.UU:, Robert Lighthizer, publique los detalles del nuevo acuerdo antes del 31 de agosto, después de lo cual el Congreso revisará el nuevo acuerdo en un período de 90 días. Sin embargo, este período será posterior a las elecciones de mitad de período, lo que significa que no hay garantías de que haya siquiera una mayoría republicana para aprobar cualquier acuerdo comercial propuesto por la Casa Blanca. Entonces, aunque todo esto puede parecer un avance, a primera vista, los detalles aún no se han publicado, y la revisión o el reemplazo del TLCAN aún está lejos de ser un acuerdo”, señala el analista de ING.