De acuerdo con Morningstar, durante abril de 2019, los activos de los fondos pasivos de renta variable de los EE.UU. casi alcanzaron a los de los fondos activos de renta variable de los EE. UU., con 4,3 billones de dólares (trillion en inglés), tan sólo 6.000 millones por debajo de sus contrapartes activas.
En abril, los fondos de acciones pasivos de Estados Unidos cerraron la brecha al recibir flujos por 39.300 millones de dólares en entradas, en comparación con 22.200 millones en salidas para sus contrapartes activas.
«Vale la pena tener en cuenta que los fondos mutuos y los ETF no son representativos de un mercado de valores más amplio de los EE. UU., pero este es un hito que se avecina desde hace mucho tiempo, ya que la tendencia hacia la inversión de fondos de bajo costo ha cobrado impulso», dijo Kevin McDevitt, analista senior y autor del informe Morningstar Fund Flows Report. «Los fondos activos de acciones estadounidenses han tenido salidas todos los años desde 2006 mientras que los fondos pasivos han tenido entradas aproximadamente equivalentes durante ese tiempo».
Entre las 10 familias de fondos más grandes de EE. UU., iShares y State Street registraron la primera y la segunda mayor afluencia de ingresos al recibir 8.000 millones y 7.500 millones, respectivamente. Vanguard consiguió el tercer lugar con 5.500 millones en entradas.
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