Invertir en compañías de alta calidad con independencia del sector al que pertenezcan, con alta generación de caja y que sean competitivas en el largo plazo. Esta es la filosofía del fondo Loomis Sayles US Growth Equity, que tras más de 10 años de estrategia en EE.UU. está disponible también para el inversor español bajo el formato de subfondo de una sicav.
“Nuestra visión es de largo plazo y las compañías en las que invertimos presentan crecimientos estructurales sin depender del ciclo económico”, explica Hollie Briggs, gestora del fondo y vicepresidenta de la gestora Loomis Sayles (afiliada a Natixis Global AM) durante una entrevista con Funds Society.
El fondo invierte principalmente en valores de renta variable de grandes empresas estadounidenses como Amazon, Facebook, Cisco Systems o Visa, que están entre sus diez mayores posiciones. Dado el rally que ha experimentado la bolsa estadounidense en los últimos años, la gran pregunta es hasta qué punto les preocupan las altas valoraciones que hayan alcanzado ya algunos de estos títulos. En opinión de Briggs, “esto es importante para los inversores a corto plazo que pierden la confianza en la ventaja competitiva de estas compañías, pero no para nosotros que buscamos la rentabilidad de los próximos diez años”.
Y como ejemplo de ello Briggs menciona a Google, una compañía que el consenso del mercado ve cara, pero en la que ella ve “un 30% de la cuota de mercado en la publicidad online”. Estas tendencias son algo que, a su juicio, “los inversores a corto plazo no reconocen. Cada una de las compañías en las que invertimos está posicionada para beneficiarse de una tendencia de futuro”, insiste.
Una de ellas es, añade Briggs, el aumento de la epidemias de diabetes en todo el mundo: “Si pensamos en las farmacéuticas es cierto que existe una gran presión sobre los precios por parte del sistema sanitario, pero cada año se gastan 650.000 millones de dólares para luchar contra esta epidemia y sólo un 10% de ese dinero es para fármacos sino para complicaciones posteriores de la enfermedad”. Es decir, desde su punto de vista la mejor forma de reducir costes al sistema sanitario es proveer de medicamentos suficientes.
De la diversificación sectorial a los “business drivers”
En su opinión, la diversificación sectorial no es tan importante como analizar los que denominan “business drivers” de cada compañía, es decir, identificar a qué se dedica y con qué gana dinero realmente. En Loomis Sayles han identificado, en este sentido, hasta 23 “business drivers” que van desde el E-commerce chino hasta el equipamiento agrícola pasando por la publicidad online. “Cuando encuentras un negocio con caja, con ventaja competitiva, el sector no es tan importante”, puntualiza la experta.
La búsqueda de compañías de alta calidad se concreta, por lo tanto, en aspectos como la generación de caja, en la creación de valor a largo plazo para los accionistas, líderes dentro de su negocio. “El 40% de las compañías en las que estamos invertidas siguen estando lideradas por sus fundadores porque eso significa que están alineados con el interés a largo plazo”, afirma. Una filosofía de inversión que se aleja claramente del momentum de mercado y del ruido mediático y/o político. “Los rallies se terminan, los ciclos económicos cambian y los tipos de interés suben”.
Invertir según el momentum, cree Briggs, significa comprar una compañía cuando está barata y venderla cuando está cara. En una cartera tan concentrada como la de este fondo, formada por entre 30 y 40 títulos, tampoco la llegada de una nueva administración a la Casa Blanca parece determinante. “Estamos en estas compañías desde hace diez años así que nuestra cartera está a prueba de presidentes. Hay otras cuestiones que nos importan más, como la desmonetización en India”.
Sí hay un sector con el que Briggs reconoce no sentirse cómoda y es con el energético. Sólo una compañía, Schlumberger N.V dedicada a la exploración petrolífera forma parte de su cartera. “La elevada deuda del sector les impide controlar su futuro”, advierte.