La economía estadounidense sigue creciendo a buen ritmo, pero Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier & Cie, no cree que pueda producirse una aceleración sostenible, pese al reciente impulso fiscal. En otras palabras, la imagen que presenta Estados Unidos en este momento es, para él, la mejor posible, dado el creciente déficit presupuestario y la aparición de limitaciones de capacidad que hacen prever la aparición incipiente de riesgos cíclicos.
“Con esto no queremos decir que se prevea una marcada ralentización antes de que los tipos de interés reales hayan vuelto a subir y comenzado a comprobar las tendencias actuales. En cualquier caso, un crecimiento nominal del PIB del 5% (con un crecimiento real del 2,8 %) nos parece excesivo con respecto del crecimiento potencial sostenible”, apunta.
La firma cree que el consumo debería quedar constreñido por la menor creación de puestos de trabajo una vez alcanzado el pleno empleo, así como por que el aumento de la inflación les reste ingresos a las familias. A esto se suma el impacto de la subida en los precios del combustible.
Chaar estima que existe la posibilidad de que el consumo se mantenga si disminuye el ahorro, aunque recuerda que, con una tasa de ahorro que actualmente ya se encuentra baja, en el 3,2%, resulta difícil defender este argumento. “Más bien, creemos que puede asumirse razonablemente un crecimiento del consumo real inferior al 3% para todo el ejercicio”, apunta.
Mientras, el gasto en inversión ha ido repuntando desde unos niveles bastante bajos, “gracias en parte a los recortes fiscales corporativos. Y los indicadores avanzados, que históricamente han permitido pronosticar las recesiones, siguen señalando que esta es una perspectiva lejana para Estados Unidos”, dice el economista.
En lo que respecta a la política monetaria, Lombard Odier espera que la Reserva Federal (Fed) mantenga su ritmo actual de subidas de tipos de interés una vez al trimestre mientras sigue reduciendo gradualmente el tamaño de sus balances generales, al menos hasta finales de este año. La inflación y los salarios, concluye Chaar, van tendiendo al alza, pero de forma gradual, por lo que parece poco probable que la Fed se replantee su estrategia.