Para Lola Solana, Head of Small Caps & ESG Equity Funds de Santander AM, la crisis del coronavirus ha supuesto una oportunidad “única” de inversión. Según ha explicado en su intervención en el Foro MEDCAP 2020, la crisis les ha permitido comprar valores de calidad, sin deuda, en sectores que no están estructuralmente dañados, con crecimiento y que, además, habían caído hasta un 30%. “Es una oportunidad muy interesante que hemos aprovechado”, explica. “El fondo ha estado al 100% invertido, en compañías con visibilidad, calidad y un management de credibilidad”, aclara.
Su filosofía se basa en evitar aquellos sectores estructuralmente dañados y apuntar por las empresas que, después de esta crisis, saldrán reforzadas. Entre estos sectores ganadores Solana nombra el tecnológico, farmacéutico, el consumo estable o las comunicaciones.
Según la experta, en cuanto vieron los primeros indicios de la crisis vendieron todo aquello relacionado con el consumo social. Dentro de esta categoría, entran, por ejemplo, aerolíneas, hoteles o centros comerciales. Asimismo, bajaron la exposición a petróleo, sector inmobiliario y empresas con deuda. A día de hoy recomienda cautela, sobre todo en sectores relacionados con la libertad de movilidad, ya que ante un posible rebrote serían los más perjudicados.
Las smalls caps, un acierto a largo plazo
Para Lola Solana, las small caps se presentan como una inversión muy acertada en tiempos de alta volatilidad. Su comportamiento en estos meses ha sido bueno y la experta encuentra cuatro razones que lo justifican: no están sujetas a la gestión pasiva, son empresas de nicho, tienen capacidad de crecimiento y se mueven por temas específicos y no por factores macro o de mercado. “Los factores específicos te llevan a mantener un valor a pesar lo que ocurra alrededor porque estás convencido de ese negocio”, aclara.
Para la experta, el contexto de volatilidad que ha provocado el coronavirus no ha hecho otra cosa más que resaltar el papel que juega la gestión activa. “Vemos que las subidas y bajadas son indiscriminadas, la gente compra y vende sin mirar los fundamentales. Esto pone en evidencia lo importante que es el papel del gestor y la experiencia que aporta. Pone en evidencia la importancia de un gestor que discrimine los sectores estructural o coyunturalmente dañados”, explica.
En su opinión, el valor se encuentra en fondos diferentes, que den otro ángulo y con los que el inversor se sienta identificado. “Tiene que despertar su confianza e ilusión por invertir y esto pasa por los fondos temáticos, ESG y small caps”, expresa.
Su interés por la inversión en small caps lo justifica explicando que son compañías que están en sectores nicho, con barreras de entrada muy altas, donde no hay competidores y son empresas líderes. “Son sectores con mucho crecimiento, como tecnología, farma o ciberseguridad, y en un entorno sin crecimiento, donde las compañías tienen problemas estructurales y van a tener crecimientos de ventas y de ebitda cero, las gente quiere comprar y mantener estas empresas que siguen creciendo”. Pero insiste en que el horizonte tiene que ser a largo plazo: “Si eliges bien, las small caps lo harán mejor a largo plazo, tienen mucho potencial”.
De hecho, Solana cree que las small caps liderarán la recuperación de la crisis. «En 2008 me acuerdo de que salimos de la crisis gracias a los empresarios y empresas, la necesidad les obliga a ser ágiles y reinventarse. Al final, sin ellas no hay salida de la crisis». Asimismo, la experta considera que con este tipo de compañías los inversores invierten con convicción e ilusión: “En las pequeñas empresas la gente invierte como un socio y en las grandes hay más especulación”, aclara.
Para Solana, pase lo que pase con la economía, “siempre encontrarás pequeñas compañías en sectores nicho e identificados que lo harán bien y es imposible acceder a ellas porque no están en los grandes índices. La demanda estará en la especialización, la diferenciación y en aportar valor. Los gestores es lo que tenemos que saber hacer, incorporar el valor para nuestros inversores”, añade.
La inversión socialmente responsable
La inversión sostenible ha sido una de las tendencias que más ha salido reforzada con la irrupción del coronavirus. Sin embargo, para Lola Solana, ya se trataba de una tendencia “imparable” antes de la crisis sanitaria. “El inversor había cambiado su forma de invertir y se sentía identificado con la inversión sostenible y con invertir con conciencia social. Todos, en general, buscamos ser parte de la solución y no el problema”, apunta.
A su parecer, esta crisis solo ha puesto más en evidencia la necesidad de que todos sumemos para conseguir un planeta más limpio, una sociedad más unida y gobiernos corporativos más transparentes y comprometidos con sus empleados. Asimismo, cree que, si antes de la crisis el medioambiente se llevaba todo el protagonismo, con el COVID-19 a la sociedad y a la gobernanza se les va a dar más importancia. “Queremos gobiernos transparentes, líderes empresariales y consejos que lideren e inspiren confianza, esta crisis también ha sido de confianza y tenemos que recuperarla. La ESG estaba para quedarse y ahora está para aumentar”, sostiene.