La Reserva Federal subirá hoy los tipos de interés en 25 puntos básicos. Es un evento 100% descontado por los mercados. El organismo que preside Janet Yellen ha hablado tanto de lo que sucederá esta tarde en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto que se ha convertido nada más y nada menos que en una cuestión de credibilidad. No hay margen para sorpresas.
Los mercados están preparados, los analistas están convencidos de que Estados Unidos podrá absorber fácilmente un alza y hay un tono de alivio generalizado por la convicción de que la Fed no va a acelerar el ritmo de subidas de cara a 2017. Entonces, ¿qué pasará el próximo año?
Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, espera que la demanda interna privada de Estados Unidos se vea impulsada por los grandes recortes de impuestos, que están en el programa de Donald Trump. En ese caso, el papel de la política monetaria cambiará drásticamente. La necesidad de contar con unos tipos de interés bajos para respaldar la demanda privada se reducirá debido a una política fiscal más proactiva.
“Pensamos que la Fed mantendrá una postura relativamente «blanda» en los primeros meses del año, ya que la apreciación del dólar y el alza de los rendimientos de los valores de deuda ya han realizado, de hecho, parte de su planeado endurecimiento de las condiciones monetarias”, explican los expertos de NN Investment Partners.
Mercados de renta fija
En otras palabras, las decisiones de los bancos centrales van a pasar a un segundo plano en función de las políticas fiscales que pongan en marcha los gobiernos. “Con una política fiscal más proactiva, el margen de la Fed aumentará y podrá aumentar los tipos con un perfil diferente al esperado. Al menos, podemos esperar dos subidas de tipos más en 2017. Además, un crecimiento más fuerte y unos tipos más altos pueden hacer que la tasa de los bonos a 10 años tienda al 3%”, añade Waechter.
Para Stephen Thariyan, director global de deuda privada de Henderson, es probable que estas políticas públicas tengan efectos positivos en la deuda privada corporativa. “En caso de todo transcurra hoy como se espera, la reacción del mercado debe ser positiva para la renta variable y los mercados emergentes y ligeramente negativa para el dólar y los tipos”, resume Francois Rimeu, responsable de Cross-Asset de La Française AM.
Para el equipo de renta fija de AllianceBernstein, la mejor protección contra las subidas de tipos en Estados Unidos que llegarán en 2017 son los bonos globales cubiertos. “En en ocho de los nueve entornos de subida de tipos en los últimos 20 años, este tipo de deuda ha superado significativamente a la deuda estadounidenses. Los bonos globales cubiertos también proporcionaron un historial de volatilidad superior durante todo el período”, explican los expertos de AB en el blog de la firma.
Reacción de las bolsas
En contraste con diciembre del año pasado, cuando al alza en los tipos le siguió una oleada de ventas en renta variable, fue seguida por una venta de acciones, David Kohl, estratega jefe de divisas de Julius Baer, afirma que el buen panorama cíclico de este año es una fuerte motivación para esperar que las bolsas se tomen esta subida de tipos favorablemente.
En lo que respecta al dólar, las consecuencias de su fortaleza para la economía de Estados Unidos y el resto del mundo son probablemente las mayores preocupaciones de la Fed, dice Michiel Verstreppen, economista de Bank Degroof Petercam. “Más allá de la reunión de diciembre, es probable que la Fed se mantenga en modo ‘esperar y ver’ debido a la incertidumbre relacionada con las políticas de Trump”, añade.
“Está reunión es más sobre la directriz que seguirán los tipos el año que viene. Sin embargo, las perspectivas dependen de los antojos de los políticos norteamericanos y sinceramente, de la personalidad de Trump. Será interesante ver qué porcentaje representa la Fed de este panorama muy incierto” explica Luke Bartholomew, gestor en Aberdeen AM.
“En un futuro inmediato, es probable que el anuncio de Janet Yellen sólo tenga un impacto marginal en los mercados”, resume Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors.
Para él, aunque la Fed debería reconocer que la reciente fortaleza del dólar estadounidense es “equivalente a una restricción implícita de las condiciones monetarias, ésta debería verse contrarrestada por subidas en los salarios, los precios del petróleo y las expectativas de inflación. Esta combinación validaría el escenario de la inflación subyacente de la Fed y, por tanto, justificaría los aumentos adicionales de los tipos en 2017”, concluye.