Según el último informe publicado, Fitch Ratings espera que los flujos de caja operativos de las compañías de América Latina permanezcan bajo presión durante el año 2015. Los gobiernos han aumentado los impuestos a los consumidores finales y en respuesta, las empresas han visto disminuir sus beneficios. Los factores externos también permanecen débiles, en especial para el petróleo, el cobre y el mineral de hierro.
“Ficth pronostica otros complicados 12 meses para las empresas en Latinoamérica, y que el ratio de bajadas y mejoras en las calificaciones crediticias no se equiparará hasta la segunda mitad de 2016”, comenta Joe Bormann, director general de Fitch Ratings.”Durante los primeros siete meses de 2015, las bajadas en la calificación crediticia de la deuda superaron con creces las mejoras, con un ratio de 3,5 veces, sólo comparable a las bajadas de 2014, con un ratio de 2,4 veces, ratio que disminuye a 1,6 veces si se excluye Argentina”.
El riesgo de refinanciación es elevado para aquellas empresas de menor tamaño, cuya deuda es considerada high yield, con calificación B+ o menor, que tienen emisiones menores a 400 millones de dólares. Seguramente, la exposición a este tipo de riesgo sea ligera en 2015 y 2016, ya que pocas emisiones en ese rango de riesgo crediticio tienen vencimiento en estos años. El Grupo Posadas, cadena hotelera mexicana dueña de los Fiesta Americana, era el único emisor con calificación B+ y vencimiento de un bono en 2015, que fue repagado en enero.
Arendal (empresa mexicana dedicada a la construcción, con 80 millones de dólares en deuda), Ceagro (empresa brasileña que comercializa productos agrícolas, con 100 millones de dólares), y Marfrig (empresa brasileña procesadora de alimentos con 375 millones) son las compañías con calificación B con bonos venciendo en 2016.
Mientras que durante el transcurso de 2015 se van a amortizar solamente 6.000 millones de deuda en Latinoamérica, esta cifra aumenta a 14.200 millones en 2016 y 27.600 millones en 2017. Los emisores de high yield representan 4.800 millones de la deuda de 2016, y 14.100 millones de la deuda de 2017. En 2017, nueve emisores de deuda especulativa B o menor, se estarán enfrentando a 11.000 billones de vencimiento de deuda. Cerca de 9.200 pertenecen a PDVSA (petrolera venezolana), que tiene un alto riesgo de impago.