Empieza 2025, y una opinión que cada vez está ganando mayor consenso es que EE.UU. será el lugar imprescindible donde tendrán que estar los inversores en los próximos doce meses. Lo corrobora Jeff Kripke, gestor líder al frente del Amundi Funds- US Pioneer Fund. Originalmente, la firma Pioneer Investments lanzó la estrategia de la que este fondo es heredera en 1928 (siendo la firma adquirida por Amundi en 2017) y ha sido históricamente una de las primeras en incorporar criterios ESG a sus estrategias, incluyendo este fondo que invierte de forma activa en renta variable estadounidense. “Vemos la ESG como una fuente de mitigación de riesgo”, afirma Kripke. Añade que, al abordar la sostenibilidad desde la perspectiva económica del control de riesgos, “la integración de criterios ESG contribuye a nuestra habilidad para generar retornos atractivos”.
El gestor ofrece a Funds Society una actualización sobre su clase de activo y detalla cómo ha posicionado la estrategia para seguir beneficiándose de las nuevas tendencias de inversión en este año que empieza.
¿Es EE.UU. “the place to be” en 2025? ¿Qué factores dotan a este mercado de mayor atractivo en comparación con otras regiones?
Sí, los mercados estadounidenses siguen siendo atractivos en nuestra opinión por tres razones. En primer lugar, la inteligencia artificial se encuentra en las primeras fases de transformación de la economía mundial. Las empresas estadounidenses están a la vanguardia de esa transformación. En segundo lugar, la Administración Trump probablemente reducirá la regulación y bajará los impuestos de sociedades. Estos cambios deberían beneficiar a las empresas estadounidenses, especialmente a las que generan la mayor parte de sus ingresos en Estados Unidos. Por último, esperamos que el crecimiento de los beneficios en EE. UU. sea superior al de las regiones no estadounidenses, a pesar de estar las valoraciones en máximos históricos, lo que hace clave la selección de valores.
Por otra parte, los denominados 7 magníficos han protagonizado una parte significativa de las ganancias del &SP 500 este año gracias a un crecimiento estelar de los beneficios. En 2025, esperamos una mayor amplitud del crecimiento de los beneficios en todos los sectores a medida que bajen los tipos de interés.
Sí es cierto que las valoraciones de la renta variable estadounidense son elevadas en términos históricos, por lo que es importante una selección activa de valores. En nuestra opinión, parte del mercado estadounidense está caro y es vulnerable a una corrección. Sin embargo, creemos que gran parte del mercado sigue estando razonablemente valorado y que puede obtener buenos resultados en 2025, dados los vientos de cola comentados anteriormente.
Esperamos que los beneficios crezcan un 10%. No obstante, vemos poco margen para la expansión de las valoraciones, por lo que la rentabilidad podría acercarse más a las medias históricas a largo plazo del 8-10%.
¿Cómo puede verse afectado su universo de inversión por Trump 2.0?
La cartera tiene actualmente una orientación cíclica, con una sobreponderación relativa al índice S&P 500 en valores financieros, industriales y de materiales. Creemos que las políticas de Trump serán favorables a las empresas y estimularán el crecimiento económico. La salvedad es que la cartera no está expuesta, por motivos de valoración, a los fabricantes estadounidenses de vehículos eléctricos. La falta de exposición ha tenido un impacto negativo en el rendimiento desde las elecciones, ya que las acciones se han comportado bien en previsión de menores requisitos reglamentarios relacionados con los vehículos de conducción autónoma.
¿Cuáles son los principales riesgos?
El mayor riesgo es una recesión. No prevemos una recesión el año que viene, pero es algo que estamos vigilando. El aumento de los aranceles también es un riesgo, aunque creemos que el presidente electo Trump está utilizando principalmente la amenaza de los aranceles como herramienta de negociación.
¿Qué sectores parecen más prometedores? ¿Y cuáles más vulnerables?
El sector financiero nos parece el más atractivo, especialmente los bancos. Se están beneficiando de un menor coste de financiación a medida que bajan los tipos de interés y deberían beneficiarse de una menor regulación bajo la Administración Trump. Algunos valores relacionados con la tecnología incluidos en los fondos “growth” estadounidenses más agresivos nos parecen vulnerables, ya que se han disparado en los últimos meses y cotizan a valoraciones muy elevadas.
¿Puede hablarme de su proceso de inversión? ¿Cómo ha posicionado la cartera en consecuencia?
Se trata de un proceso activo y fundamental, lo que significa que seleccionamos valores en función de la rentabilidad de la empresa y de su posición para tener éxito en el futuro. Los factores diferenciales incluyen temas seculares con un enfoque top-down, que orientan la selección de valores. Un ejemplo es la inteligencia artificial, que es un tema dominante en la cartera. El proceso incluye una estricta disciplina de valoración, lo que significa que la cartera evita los valores muy especulativos y se reposiciona en valores que han quedado rezagados con respecto al mercado cuando la relación riesgo-recompensa es favorable.
Como ya se ha mencionado, la cartera tiene un sesgo cíclico, con sobreponderaciones en los sectores financiero, industrial y de materiales. Está poco expuesta a lo que denominamos valores «defensivos caros», como los de consumo básico, los inmobiliarios y los de servicios públicos.