MainStreet Partners, proveedor de datos ESG y de impacto, ha publicado su último informe trimestral sobre el mercado de bonos verdes, sociales, y de sostenibilidad (GSS, por sus siglas en inglés), arrojando una clara conclusión: el interés de los inversores ha regresado.
El informe revela que la emisión de bonos GSS ha superado el hito de los 4 billones de dólares (4 trillion de dólares en inglés) de deuda emitida acumulada. Según el documento, 2023 fue un año importante para los bonos GSS, que llegaron a representar de media un 20% de toda la deuda emitida en Europa. Sin embargo, advierte de que 2023 también marcó un descenso en el volumen anual emitido en comparación con 2022, un 9% menos. “Curiosamente, en 2023 debutaron 517 nuevos emisores, por debajo de los 594 de 2022 y los 927 de 2021, lo que sugiere que los emisores nuevos en este mercado están potenciando fuertemente sus programas de emisión de bonos GSS”, señalan desde MainStreet Partners.
“Los fondos de bonos GSS son el principal punto de entrada a este mercado para los inversores minoristas. Creemos que estos bonos están en la base de un verdadero cambio de paradigma para la gestión del riesgo de los inversores en renta fija. Gracias a los datos reportados posteriormente a la emisión, los bonos ya no se asocian únicamente con el riesgo del país del emisor, sino que ahora podemos combinar esa información con el riesgo derivado de la ubicación de los proyectos financiados”, apunta Pietro Sette, Research Director de MainStreet Partners.
Principales conclusiones
Según las conclusiones del análisis de MainStreet Partners, Estados Unidos es el país con mayor asignación de capital verde, mientras que Francia es el país con mayor importe en proyectos sociales financiados.
Por otro lado, el análisis de bonos nivel de proyecto revela que el capital procedente de los bonos verdes muestra sistemáticamente una mayor alineación con la Taxonomía Europea, en comparación con los ingresos o con el Capex a nivel de empresa. En este sentido, el análisis más detallado de una muestra de fondos de bonos GSS entre principios de 2022 y finales de 2023 revela una dinámica interesante: la alineación con la Taxonomía de la UE aumentó de aproximadamente el 30% a bastante más del 40%, mientras que la media de “CO2 evitado” ha disminuido, de aproximadamente 600 tCO2e/EURmln a algo menos de 500. “El descenso de la media de “CO2 evitado” por cada millón de euros invertido por los fondos de bonos GSS se debe en parte al mayor «coste» de los proyectos (por ejemplo, la inflación), y a una mayor proporción invertida de bonos soberanos, que notoriamente proporcionan menores resultados de impacto en comparación con los corporativos”, detalla el documento.
Otra de las conclusiones clave es que los principales impulsores del aumento de la alineación con la taxonomía son las “actividades inmobiliarias más ecológicas», que (a partir del cuarto trimestre de 2023) contribuyen a la alineación de los fondos con la taxonomía casi tanto como las “energías renovables”.