Para Karen Ward, jefa estratega de mercados de JP Morgan AM, no ha sido un año fácil para los inversores. Los eventos políticos han sido un ruido constante en el mercado y, de cara al próximo año, seguirán estando presentes.
La política en Europa, Estados Unidos y los mercados emergentes acaparan la mayor parte de la atención. Frentes que los gestores deberán seguir con atención para lograr que capturar en el mercado oportunidades y sobre todo buenos rendimiento, algo que en 2018 ha sido realmente complicado ofrecer. Según Ward hay siete cuestiones claves a las que los inversores se enfrentarán el próximo año.
- El fin de las negociaciones del Brexit. En su opinión, el sistema financiero del Reino Unido es grande y beneficia a muchos negocios e inversores como para que no haya se apruebe el acuerdo. “En tal caso, habría que valorar cuál es el coste de capital que tendría esa fragmentación y qué supondría que se fuera a otras ciudades como París o Madrid. Creo que habrá un acuerdo para final de año, aunque no guste a todos. Ahora mismo el mayor riesgo sería un nuevo referéndum por la incertidumbre que supondría”, explica.
- La recuperación de la economía europea. En este sentido sostiene que la pieza clave será China, dado la dependencia exportadora que tiene Europa. “Los datos positivos que vemos es que la demanda local y nacional de los países europeos sigue creciendo, el paro se reduce y el crédito aumenta, tres buenas señales que pueden contrarrestar la ralentización, a corto plazo, de la economía china”, matiza Ward.
- La guerra comercial de Estados Unidos. Las tensiones en el comercio internacional han aumentado desde mitad de año y eso hace plantearse a Ward si estamos al inicio de un guerra comercial. En su opinión, y viendo quiénes son sus protagonistas, es muy difícil prever qué ocurrirá, lo que sí tiene claro es que “una guerra comercial generará más inflación en la economía estadounidense”, apunta.
- ¿Hasta cuándo se alargará el ciclo económico en Estados Unidos? Cuándo llegará la próxima recesión o si el crecimiento de Estados Unidos ha tocado techo es una incógnita difícil de despejar. Pero para Ward, en esta ecuación hay un elemento más: la Reserva Federal. “El empuje que está dando la Administración Trump a la economía a través del recorte de impuestos, la inversión en infraestructuras o el pleno empleo, puede llevar a la que Fed tenga que detener su subida de tipos y nos veamos abocados a otra recesión porque la economía se recaliente”, argumenta.
- ¿Debemos preocuparnos por la retirada del QE? La poco convencional política monetaria que se ha dado desde la crisis financiera, tanto por la compra de activos por cómo ha afectado a su precio, han empujado a los inversores hacia activos con mayor riesgo en su búsqueda hacia mayores rendimiento. En opinión de Ward, ahora toca ver cómo afecta al mercado su retirada y advierte: “la retirada del QE no pillará a todos los gobiernos y empresas en el mismo punto, lo cual generará riesgos y oportunidades en diferentes sectores, y nos podemos encontrar con empresas que han abusado del crédito barato”.
- El comportamiento de los mercados emergentes es un entorno de subida de tipos. A largo del próximo año, veremos como todos los banco centrales van subiendo los tipos de interés, algo que tradicionalmente ha puesto en aprietos a los mercados emergentes. Pero en esta ocasión, Ward apunta que si realmente “han hecho los deberes” no tiene por qué indigestárseles una paulatina subida de tipos. Argentina, Rusia, Sudáfrica, México o Rusia son los países que más le preocupan por su alta deuda en dólares.
- En un entorno de menor crecimiento, ¿que estrategia permitirá una mayor resiliencia a la cartera de los inversores?Posicionar la cartera para el fin de ciclo será uno de los retos más importantes para los gestores. “Una idea sería moverse hacia posiciones más neutrales en renta variable, pero evitar quedarse infraponderado. También creo que es un momento para apostar por la diversificación geográfica y buscar una mayor diversificación local, además de rotar desde posiciones infraponderadas en empresas de pequeña y mediana capitalización, hacia empresas de más calidad . Por último, habría que empezar a considerar algo de renta fija”, concluye la experta.