La incertidumbre ronda actualmente las mentes de los inversores. Los mercados siguen avanzando un poco sin rumbo ni dirección, los datos económicos presentan un movimiento errático y los beneficios empresariales son discretos, aun sin ser menores de lo esperado. No obstante, la verdadera incertidumbre se oculta a menudo tras la penumbra de los datos observables. Tiene su origen en hechos que inesperadamente pasan a ocupar el primer plano y repercuten en las perspectivas globales o en la propensión al riesgo de los inversores.
Dado que estos tipos de acontecimientos son mucho más difíciles de prever, mucho más infrecuentes y a menudo tienen un mayor impacto que la publicación de un dato o una medida política, representan la mayor parte de la incertidumbre a la que nos enfrentamos al invertir, explican los expertos de NN Investment Partners en su ultimo informe de mercado.
“Algunas perturbaciones siempre surgirán de la nada y sólo podrán ser absorbidas primero y podrá responderse a ellas después. Se trata de lo que el economista Nassim Taleb llama “Cisnes Negros”. Sin embargo, algunos acontecimientos probablemente pueden describirse mejor como “Cisnes Grises”. Son vagamente visibles en el horizonte, pero resulta extremadamente difícil saber qué dirección tomarán. Con todo, es posible estimar cualitativamente la probabilidad de movimientos potenciales y estimar su impacto sobre el mercado”, escribe la firma.
El Brexit es un Cisne Gris
El Cisne Gris más importante de evaluar en este momento es el referéndum del Brexit del 23 de junio, ya que su fecha, probabilidad e impacto potencial hacen que sea urgente formarse una opinión. No obstante, no es fácil desentrañar lo que los mercados están descontando exactamente en sus precios en relación con el riesgo de Brexit, porque hay muchos otros factores en juego. “¿Se ha depreciado tanto la libra desde finales del año pasado a causa del mayor riesgo de Brexit o debido a la fortaleza del euro? ¿Y qué papel han desempeñado los virajes de los mercados de materias primas y los mercados emergentes en las perspectivas de crecimiento del Reino Unido y en el atractivo de los activos británicos (especialmente las acciones)?”, se pregunta NN IP al tiempo que reconoce lo poco sencillo que resulta responder a estas preguntas.
Con todo, la firma recuerda que, como mínimo, las primas de riesgo británicas han aumentado en los últimos meses y que probablemente parte de este alza se ha debido al mayor riesgo de Brexit. Por tanto, en lugar de proporcionar un claro indicio del nivel de riesgos de Brexit, la evolución de los activos británicos sí que indica que han aumentado los riesgos en los últimos meses.
Además, la probabilidad de Brexit parece haber aumentado en fechas recientes, aunque probablemente hasta llegar “tan sólo” a un nivel en torno al 35%.
Pese a la incertidumbre, la firma holandesa mantiene como escenario base que los británicos votarán a favor de seguir en la UE porque puede que los británicos sean euroescépticos por naturaleza, pero también son bastante pragmáticos.
Los partidarios hacen hincapié en el lado pragmático, que se reduce, hasta un considerable punto, al hecho de que seguir en la UE no sólo es lo mejor para el bienestar económico del Reino Unido, sino que también preserva las ventajas derivadas de la cooperación en ámbitos como la seguridad, la lucha contra el terrorismo y la persecución del crimen organizado.
En cambio, los detractores tienden, por definición, a parecer muy euroescépticos y a enfatizar las ventajas percibidas de una mayor soberanía nacional. Hasta cierto punto, esto se reduce a la percepción de que el Reino Unido será capaz de adaptarse a un mundo cambiante de una manera más flexible y rápida si no está lastrado por los engorrosos procedimientos y normas dictados desde Bruselas. Y en este punto NN IP advierte que no debería subestimarse lo profundamente arraigado que está este deseo de una mayor soberanía del Reino Unido.
Consecuencias más negativas para el Reino Unido que para la UE
“A nuestro juicio, el Brexit sería mucho más negativo para el Reino Unido que para el resto de la UE. Las exportaciones británicas al resto de la UE rondan normalmente el 12% del PIB, mientras que las exportaciones del resto de países de la UE al Reino Unido se sitúan el 2%‐3% del PIB. Así pues, el Brexit conllevaría una sacudida excepcional a nivel de exportaciones y podría llevar al Reino Unido peligrosamente al borde de una recesión. Además, el Reino Unido también podría sufrir una considerable pérdida de entradas de inversión extranjera directa, mientras los inversores internacionales posiblemente exigirán una mayor prima de riesgo en los activos británicos y es probable que la libra esterlina se depreciase aún más”, dice el análisis de la gestora.
Las emociones desempeñan un importante papel
En definitiva, el verdadero interrogante que está sobre la mesa es si la ciudadanía británica quiere o no cruzar la línea y recuperar la soberanía nacional plena. Si se tratase de un asunto de un análisis coste‐beneficio racional, está totalmente claro que no deberían cruzar esa línea. Sin embargo, la política (así como los mercados y la economía) muy a menudo no tienen que ver con la racionalidad, sino con emociones y sentimientos. En consecuencia, puede que al final el cálculo sea bastante diferente.