Según un grupo de gestores senior de inversión de BlackRock, el punto de partida para la renta fija es más favorable que el año pasado. Sin embargo, la diversificación y la flexibilidad serán elementos clave para los inversores en renta fija en 2014, teniendo en cuenta que se atisba un aumento de la volatilidad en el horizonte.
Durante una rueda de prensa celebrada en Londres la semana pasada, los especialistas de BlackRock en renta fija Stephen Cohen, Benjamin Brodsky y Owen Murfin explicaron sus perspectivas para los mercados de renta fija en 2014, identificando cuatro temáticas clave que podrían impulsar esta clase de activo: la divergencia de las políticas de los bancos centrales: ¿hacia dónde vamos ahora?; el desapalancamiento europeo: rompiendo con la tradición; bonistas frente a accionistas: la búsqueda del equilibrio; y deuda de los mercados emergentes: no existe una única solución que valga para todos.
“La importancia de la diversificación dentro de la renta fija se puso de manifiesto en 2013, cuando los mercados reaccionaron ante la evolución del desapalancamiento mundial y las políticas de los bancos centrales. De cara al futuro, ser flexible para beneficiarse de la volatilidad y las oportunidades que surjan en esta clase de activo es fundamental para el éxito de una cartera de renta fija”, afirma Stephen Cohen, director de estrategia de inversión del equipo de renta fija internacional de BlackRock.
Divergencia de las políticas de los bancos centrales: ¿hacia dónde vamos ahora?
Las políticas de los bancos centrales varían considerablemente entre muchas de las economías desarrolladas y, según BlackRock, esta divergencia provocará volatilidad en los mercados de renta fija. En contraposición al endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos, BlackRock espera que el Banco Central Europeo continúe con su política acomodaticia este año manteniendo los tipos en niveles bajos, en vista de los modestos niveles de crecimiento e inflación que presenta la región.
En el Reino Unido, se espera que los bonos del Tesoro sean vulnerables a la continuidad del crecimiento económico y a los desafíos con los que se pueda topar la estrategia de directrices a futuro (forward guidance) del Banco de Inglaterra. La política monetaria del Banco de Japón continuará su camino en dirección opuesta a la estadounidense, teniendo en cuenta las previsiones de ampliación de su programa de compra de bonos.
“La reducción gradual de la relajación cuantitativa y, en última instancia, la eliminación de las políticas de tipos de interés cero presentan importantes consecuencias desconocidas para todas las clases de activos, incluida la renta fija. Las políticas de relajación cuantitativa de los bancos centrales y los niveles históricos de flujos de capital a fondos de renta fija crean un riesgo de que los bonos experimenten una reacción exagerada de forma momentánea”, dijo Cohen.
El desapalancamiento europeo: rompiendo con la tradición
La continua reducción de la deuda por parte de los bancos europeos está cambiando los mercados crediticios del continente y creando numerosas y nuevas oportunidades en los mercados de capitales. BlackRock ve oportunidades selectivas en la deuda subordinada emitida por entidades financieras y en algunos de los títulos más novedosos, como los CoCos y los bonos Tier 1.
La compañía también prevé más oportunidades en deuda corporativa con riesgo idiosincrático durante 2014, como fusiones y adquisiciones, ventas de activos y movimientos amistosos entre accionistas.
Bonistas frente a accionistas: la búsqueda del equilibrio
BlackRock apuesta por la deuda corporativa por encima de la deuda pública, ya que se espera que las tasas de impago de las empresas se mantengan en niveles bajos durante 2014 debido a las condiciones de financiación favorables. No obstante, el riesgo por acontecimientos (event risk) está aumentando, en un momento en el que las empresas con grado de inversión en EE. UU. están empezando a apalancarse de nuevo y a favorecer a los accionistas frente a los bonistas.
“El aumento del apalancamiento y del riesgo por acontecimientos, junto con el probable final de la relajación cuantitativa en 2014, requiere prudencia en relación con la deuda corporativa estadounidense con grado de inversión”, comentó Owen Murfin, gestor de carteras del equipo internacional de bonos de BlackRock.
Deuda de los mercados emergentes: no existe una única solución que valga para todos
La rentabilidad de la deuda de los mercados emergentes en 2013 pone de relieve la necesidad de los inversores de ser más selectivos entre los fundamentales de cada país de cara al futuro. “Después de la reducida rentabilidad de esta clase de activos en la segunda mitad del año pasado, tanto la deuda pública como la corporativa de mercados emergentes denominadas en dólares empiezan a resultar atractivas en comparación con la deuda corporativa de los mercados desarrollados”, asegura Benjamin Brodsky, director de asignación de activos en renta fija. “Sin embargo, los mercados emergentes, especialmente en lo referente a las divisas y a los bonos denominados en moneda local, seguirán siendo volátiles, y la divergencia terminará impulsando las oportunidades de rentabilidad”.