Al menos en los próximos cuatro años, los mercados de inversión se centrarán en la presidencia de Donald Trump. Esto siempre sucede cuando un nuevo presidente toma las riendas de la primera potencia económica mundial, ¿pero, por qué parece que en esta ocasión más importante? Richard Woolnough, gestor del fondo M&G Optimal Income, reflexiona sobre este nuevo modelo de liderazgo y su influencia en los mercados y en el contexto económico-político global.
Para Woolnough, la naturaleza del liderazgo de Trump es diferente. En una democracia el líder está al servicio del electorado, a la vez que se espera que, una vez elegido el presidente, utilice los poderes ejecutivos que se le han otorgado, para gobernar. La inexperiencia política de Trump, el presidente no tiene antecedentes en política, y una victoria electoral limpia, se ha eliminado el bloqueo político, por primera vez desde 1928, el Partido Republicano controla la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado, sugieren que el electorado ha escogido a un líder que lleve la delantera y un sistema político que facilite la aplicación de sus visiones.
Las empresas y los mercados han atravesado una fase de 10 años de bajos niveles de confianza en el liderazgo económico y político. ¿Por qué los economistas no vieron la llegada de la recesión? ¿Por qué el gobierno permitió que se formaran burbujas en el valor de ciertos activos? ¿Dónde está la recuperación para la clase media y baja? El escepticismo sobre el liderazgo económico efectivo de los políticos y bancos centrales es alto. La causa y el efecto de las decisiones en política monetaria (tales como el programa de relajamiento cuantitativo), es frecuentemente percibido como confuso, en el mejor de los casos, y como irrelevante, en el peor. “La conexión entre las decisiones y las consecuencias se ha vuelto confusa. Con la elección de Donald Trump, esto está a punto de cambiar”, comenta Richard.
“Como presidente, Donald Trump hará que los mercados se centren de nuevo en la conexión entre las decisiones políticas y las reacciones del mercado. Ya hemos visto cómo su enfoque directo puede influir en la economía: el ejemplo más obvio es la correlación entre su elección y la depreciación del peso mexicano. Lo único que es seguro en los próximos meses es el restablecimiento de un contexto en el que los planos político y económico primarán sobre los mercados”, añade.
“El resurgimiento de la creencia en el liderazgo se infiltrará en el resto de la nueva administración, así como en el comportamiento de los directivos de las empresas en el sector privado. Esto debería apuntalar los “espíritus animales”, la confianza de los consumidores y la mejora de la economía. En los mercados de activos, se traducirá en la disminución de la necesidad de políticas monetarias acomodaticias, mientras que es probable que aumente la inversión del sector privado en empresas ya existentes y la formalización de fusiones y adquisiciones”.
Por último, Woolnough alerta de que no es la primera vez que ocurre un cambio en las expectativas de liderazgo. Por ejemplo, en su discurso de inauguración, Franklin. D. Roosevelt pronunció su famosa cita: “a lo único que hay que temer es al propio miedo”. La administración pasó a embarcarse entonces en un programa directo en el cual se vinculaban las medidas del gobierno con los resultados económicos.
“A diferencia de esos días oscuros, actualmente la economía de EE.UU por fortuna se aproxima al pleno empleo. El redescubrimiento de la fe en el liderazgo impregnará en el resto del nuevo gobierno y se reflejará en el comportamiento de los responsables de empresas del sector privado, lo cual debería alentar el espíritu animal, la confianza de los consumidores y la economía. En los mercados de activos esto supondrá que la necesidad de mantener la política monetaria laxa será menor, mientras que la inversión empresarial en empresas ya creadas o constituidas a través de fusiones y adquisiciones tenderá a aumentar. El liderazgo ha vuelto y se tomarán decisiones; ojalá que sean acertadas”, concluye el gestor de M&G Investments.