Los focos de riesgo persisten, pero las cosas se ven bien encaminadas para las monedas latinoamericanas. Ese es el diagnóstico de la fintech especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas Ebury.
En un informe reciente, la firma aseguró que, considerando unos tipos de interés reales relativamente altos, las divisas del vecindario “deberían estar bien posicionadas para obtener un rendimiento superior en lo que creemos que puede ser un entorno de debilidad para el dólar”.
En esa línea, señalaron que, de cara al futuro, creen que las monedas analizadas –el real brasileño, el peso chileno, el peso colombiano, el peso mexicano y el sol peruano– “aún tienen margen para seguir subiendo” este año. Es más, Ebury asegura que prevén que la mayoría de las divisas que analizaron se apreciarán frente al dólar.
Eso sí, la región no está exenta de riesgos. El informe –firmado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk, Itsaso Apezteguia, Eduardo Moutinho y Michał Jóźwiak– indica que el principal factor de riesgo para las monedas latinoamericanas es la incertidumbre política.
“En este sentido, creemos que Brasil, donde las incertidumbres relativas a la política fiscal constituyen el riesgo clave para las perspectivas, es el país con un mayor riesgo político. El nuevo gasto fiscal anunciado antes de las elecciones de octubre se consideró inicialmente como alcista para el real”, comentaron desde la fintech.
Sin embargo, agregaron, “la falta de un marco fiscal creíble ha generado una volatilidad del real superior a la normal, al tiempo que se pone en jaque la confianza en la capacidad del Gobierno para gestionar las cuentas públicas”.
Real brasileño
El real brasileño ha sido la moneda que mejor se ha comportado desde principios del año pasado en la canasta que analiza Ebury, y aun así en la fintech piensan que podría estar todavía “ligeramente infravalorado”.
Según la firma, los “sólidos fundamentos” macroeconómicos de Brasil son “alentadores” y “deberían seguir proporcionando un buen apoyo al real”.
Pese a que ven la arista fiscal como el principal riesgo para el país en 2023, en la firma tienen una visión positiva del real, destacándola como una sus divisas preferidas en el mundo emergente.
Peso chileno
La moneda andina destacó entre sus pares latinoamericanos en el segundo semestre de 2022, ya que el repunte de los precios del cobre y la subida de los tipos de interés internos provocaron un fuerte repunte de la divisa, explicaron desde Ebury.
Para la firma, el reciente repunte de la moneda “ha sido ligeramente excesivo, pero no injustificado”. Entre los factores destacan la reducción de incertidumbre tras el plebiscito constitucional de septiembre, el alza del cobre y la caída del dólar.
En esa línea, la visión de la fintech es que el referendo “eliminó un riesgo clave para los mercados” y que el fin de la política COVID-cero de China “es una clara señal alcista para el peso, dada la gran dependencia de Chile de la demanda china y de la producción de cobre”.
Peso colombiano
En el caso de esta divisa, su reciente venta masiva llevó a la divisa a su nivel más bajo jamás registrado frente al dólar estadounidense en noviembre, debido a un rendimiento inferior de factores a corto plazo como los diferenciales de tipos de interés, la inflación y el sentimiento de riesgo.
Sin embargo, en Ebury ven que la caída “fue excesiva y estuvo motivada en gran medida por incertidumbres a corto plazo”.
“Seguimos previendo ganancias para la divisa frente al dólar estadounidense durante nuestro horizonte de previsión, debido a nuestras perspectivas optimistas sobre las divisas dependientes de las materias primas, a una mejora de la balanza por cuenta corriente del país y a un crecimiento del PIB superior al previsto, que ha confirmado los indicios de exceso de demanda”, indicaron.
Eso sí, hay riesgos, como la incertidumbre que rodea a las reformas económicas que entrarán en vigor en 2023.
Peso mexicano
La moneda mexicana, por su parte, ha seguido superando a la mayoría de las divisas en los últimos meses, con altos rendimientos y baja volatilidad que le convierten en una de las pocas monedas que ganó valor frente al dólar estadounidense en 2022.
Ebury prevé que la dinámica de política monetaria impulsada por el Banxico, junto con los fundamentos macroeconómicos, le seguirán dando apoyo al peso. Estos son los argumentos de la visión optimista de la fintech con la divisa.
En contexto, eso sí, esta divisa podría verse menos beneficiada que otras de región por la dinámica global. “La menor dependencia de México de la producción de materias primas que la de sus homólogos latinoamericanos puede limitar el apoyo del alza de los precios de las materias primas, mientras que la falta de exposición del país a China garantiza que su economía recibirá menos impulso del fin de la política del COVID-cero”, señalaron.
Nuevo sol peruano
En el caso de Perú, la moneda resistió mucho mejor que la mayoría de las divisas en 2022, apreciándose aproximadamente un 10% en términos de tipo de cambio efectivo nominal, según destaca Ebury.
A futuro, en la fintech anticipan que haya ligeras ganancias a corto plazo para el sol frente al dólar, aunque esperan que se mantenga estable en torno a 3,75 soles por dólar a lo largo de su horizonte de previsión. Actualmente cotiza en torno a 3,80.
“La subida de los tipos de interés del banco central, y en particular el probable retorno de los tipos reales a terreno positivo en los próximos meses, deberían respaldar al nuevo sol, al igual que los continuos esfuerzos de intervención del banco central (las reservas de divisas siguen siendo más que suficientes, con una cobertura de las importaciones de aproximadamente 16 meses)”, señalan en su reporte.
Por el lado de los riesgos, la firma advierte que “el empeoramiento de la balanza por cuenta corriente y la actual incertidumbre política pueden limitar las ganancias del nuevo sol en relación con sus pares latinoamericanos”.