La emisión de bonos verdes, sociales y ligados a la sostenibilidad (GSS) por parte de 10 de las mayores instituciones supranacionales del mundo se ha disparado en los últimos 18 meses, llegando a alcanzar los 184.000 millones de euros en bonos en circulación a mediados de mayo. Esto supone multiplicar por tres las cifras de finales de 2019.
“Los emisores supranacionales han recurrido cada vez más a los bonos GSS para financiar sus actividades derivadas de las consecuencias del COVID-19. Esto aumenta la disponibilidad a nivel global de bonos GSS, impulsa la credibilidad de los objetivos de financiación climática de las entidades supranacionales y refuerza la importancia de sus mandatos relacionados con la sociedad y la sostenibilidad», afirma Alvise Lennkh, subdirector de calificaciones soberanas y del sector público de Scope Ratings.
Según sus expectativas, la emisión de bonos supranacionales seguirá aumentando a medio plazo. La mayor necesidad de financiación de las instituciones supranacionales para apoyar a las empresas, los hogares y los Estados en la crisis del COVID-19 ha impulsado el crecimiento y la diversificación de la emisión de bonos GSS.
En concreto, el importe de este tipo de bonos en circulación emitidos por emisores supranacionales seleccionados (BAD, BAfD, BAII, BCE, BERD, BEI, UE, BID, BIRF, NIB) ascendía a 184.000 millones de euros a 20 de mayo de este año, lo que supone un aumento del 225 % respecto a los 57.000 millones de euros de finales de 2019.
El experto recuerda que los bonos sociales representan actualmente el 55% de las emisiones de GSS. Este tipo de bonos se han visto impulsados principalmente por la emisión de bonos sociales de la Comisión Europea para el programa de ayudas temporales para mitigar los riesgos de desempleo en caso de emergencia (SURE). En cambio, los bonos verdes suponen el 31% de estas emisiones GSS, mientras que a finales de 2019 representaban el 85%. «La UE se ha convertido en el mayor emisor de GSS a través de sus bonos SURE con etiqueta social», afirma Lennkh.
La cartera de bonos de la UE en materia de GSS asciende ahora a casi 90.000 millones de euros, lo que representa el 43% del saldo vivo mundial en este tipo de bonos. La emisión de bonos relacionados con el fondo de la UE Próxima Generación aumentará aún más el volumen, ya que está previsto que el 30% del total de los 800.000 millones de euros se emitan en forma de bonos verdes en los próximos años. Con un endeudamiento medio anual probable de unos 150.000 millones de euros, esto podría ampliar el mercado de los bonos verdes en 45.000 millones de euros al año. Otros actores principales son el Banco Europeo de Inversiones – BEI (actualmente con 38.500 millones de euros en bonos de GSS en circulación, sobre todo en bonos verdes) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento – BIRF (13.500 millones de euros, también sobre todo en bonos verdes).
Los organismos de financiación del sector privado se han fijado objetivos para sus actividades de financiación del clima, reflejando los cambios en los mandatos y los marcos operativos. Por ejemplo, el BAII (Banco Asiático de Inversión en Infraestructura), el BERD (Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo) y el BEI (Banco Europeo de Inversiones) se proponen alcanzar una cuota del 50% de financiación verde en sus compromisos anuales para 2025. “Por eso esperamos que los organismos supranacionales, soberanos y agencias aumenten la emisión de GSS a medio plazo, especialmente en el mercado de bonos verdes o de sostenibilidad, para destacar a los inversores la credibilidad de sus objetivos”, concluye Lennkh.