Las aseguradoras mundiales se centran en el aumento de las asignaciones a los mercados privados, las infraestructuras de energías limpias y la utilización de tecnología innovadora en 2024, según el 13º Informe Global del Sector Asegurador* de BlackRock. Por tercer año consecutivo, este estudio anual de BlackRock muestra que la mayoría de las aseguradoras están planeando aumentar sus inversiones en los mercados privados, con un 91% de todos los encuestados diciendo que lo harán en los próximos dos años. Esta cifra aumenta hasta el 96% para las aseguradoras de APAC y el 96% para las de Norteamérica.
Según explica Tania Salvat, responsable del Negocio Institucional de BlackRock en Iberia, «en los últimos años hemos observado una rápida aceleración de la demanda de mercados privados entre las aseguradoras, dadas las dobles ventajas de estas inversiones: diversificación y mayor generación de ingresos”. Desde Blackrock tienen la previsión de que el 2024 es el año electoral más importante de la historia y es por ello que las aseguradoras consideran que la incertidumbre política afecta a los riesgos macroeconómicos, citando la evolución de la regulación (68%) y el aumento de la tensión geopolítica y la fragmentación (61%) como sus principales preocupaciones. Además, el riesgo de tipos de interés (69%) y el riesgo de liquidez (52%) se destacaron como los riesgos de mercado más graves para las aseguradoras. A pesar de estas perspectivas, el 74% de las aseguradoras no tiene previsto modificar sus actuales perfiles de riesgo.
En particular, según el informe, muchas aseguradoras señalaron que se benefician de las alianzas para aumentar su experiencia interna en la evaluación de riesgos, así como en la construcción de carteras. Según el 40% de los encuestados, un socio inversor que comprenda tanto su negocio de seguros como su modelo operativo es fundamental para el éxito de las prioridades estratégicas de las aseguradoras.
En los mercados públicos, el 42% de los encuestados prevé aumentar sus asignaciones a los bonos gubernamentales y de agencias. Los bonos ligados a la inflación también son una prioridad, con un 33% que planea aumentar la exposición, dado que casi la mitad de las aseguradoras (46%) identifican la inflación como un riesgo macro importante. Además, el 44% de los encuestados prevé aumentar sus asignaciones a efectivo e instrumentos a corto plazo para obtener liquidez.
En los mercados privados, las aseguradoras informan de que están tratando de aumentar las asignaciones a la deuda privada a través de múltiples categorías, incluyendo la deuda privada oportunista (41%), colocaciones privadas (40%), préstamos directos (39%), y la deuda de infraestructura (34%). A medida que el alcance de la deuda privada se ha ampliado para abarcar una gama más amplia de oportunidades de préstamo, el informe de BlackRock indica que esta clase de activos puede apoyar los objetivos de inversión de las aseguradoras para aquellos que necesitan activos a largo plazo para respaldar pasivos a largo plazo, así como aumentar los ingresos de inversión a través de la iliquidez en lugar de otras características de inversión. Además, más de la mitad de las aseguradoras (52%) informaron de que aumentarán las asignaciones a inversiones multi-alternativas para una mayor flexibilidad y personalización.
“Las aseguradoras se enfrentan a retos únicos a la hora de evaluar la asignación estratégica de activos a inversiones alternativas, como cuestiones normativas, necesidades de liquidez y mayores cargas de capital. Una parte importante de nuestro trabajo con los clientes de seguros es ayudarles a navegar por estas complejidades a corto plazo mientras trabajan para obtener los mejores resultados posibles a largo plazo de las carteras», apunta Olivier Van Eyseren, responsable del Grupo de Instituciones Financieras (FIG) en EMEA.
Según las conclusiones del informe, casi todas las aseguradoras encuestadas (99%) han establecido un objetivo de transición hacia una economía baja en carbono dentro de su cartera de inversiones, y el 57% de los encuestados cita la gestión y/o mitigación de los riesgos climáticos como la principal motivación para hacerlo. Otros motivos para establecer objetivos de transición hacia una economía baja en carbono son responder al interés de las partes interesadas y los beneficiarios y cumplir los requisitos normativos. Para respaldar su estrategia de transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, las infraestructuras de energías limpias, como la eólica y la solar (60%), y tecnologías como las baterías y el almacenamiento de energía (60%) se identificaron como las dos principales áreas temáticas en las que las aseguradoras tienen previsto centrarse. Además, el 66% de los encuestados declara que ahora están más convencidos de invertir en la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono que hace un año.
En un entorno macroeconómico y normativo cada vez más volátil y complejo, las aseguradoras reconocen la importancia de invertir en tecnología. La asignación integrada de activos (63%) y la gestión de activos y pasivos (61%) se mencionaron como prioridades estratégicas para sus plataformas tecnológicas. La integración del capital reglamentario (51%) también se citó como un área en la que la tecnología podría aportar valor añadido. Mientras las aseguradoras buscan continuar su despliegue en los mercados privados, el 53% de los encuestados considera que la modelización de activos privados es un área adicional para aprovechar la tecnología.
*El informe recoge las opiniones de 410 inversores del sector asegurador encuestados en 32 mercados, que representan casi 27 billones de dólares en activos bajo gestión.