Cinco gestoras internacionales, reunidas en el evento «Alternatives in Fixed Income & Flexible Investing» organizado recientemente en Madrid por Kessler & Casadevall, dibujan un escenario propicio para la inversión en renta fija de corta duración, high yield y estrategias de retorno absoluto.
Desde Oddo Meriten AM creen que el panorama económico estará marcado por la nueva era Trump, que traerá consigo políticas que no son para nada reflacionarias, es decir buenas para la renta variable y malas para la inflación, y conllevarán un “repricing” de la curva. “Esto podría ser interesante para el high yield americano, pero nos despiertan ciertas dudas sus fundamentales, con compañías muy apalancadas, liquidez pobre y márgenes bajos”, explica Thomas Herbert, CIO de la gestora. En este sentido, consideran que habrá que esperar y ver hasta dónde llega ese repricing de la curva. “Será interesante ver si estos emisores de high yield, muchos CCC, pueden repagar sus deudas con tipos de interés mucho mayores. Por eso, no estamos negativos en high yield americano, pero sí neutrales”, afirma Herbert.
En cuanto a Europa, no se muestra muy optimista debido a la incertidumbre política y a que “no estamos preparados para empezar con los necesarios estímulos fiscales y, por lo tanto, no es un entorno donde asumiríamos subidas de tipos de interés”. En este entorno, la gestora se muestra convencida de que lo importante es invertir de manera flexible y apuesta claramente por el high yield: “Es el único sitio donde queda algo de carry decente”, afirma Herbert.
Las soluciones que aporta Oddo Meriten AM pasan, en el caso de los inversores conservadores, por invertir en productos de duraciones muy bajas. Ponen como ejemplo el Oddo Compass Euro Credit Short Duration que sólo invierte en bonos con menos de cuatro años de vencimiento, baja volatilidad y poca sensibilidad al riesgo de tipos de interés. En el caso de los inversores más tolerantes con la volatilidad pero que quieran obtener una TIR interesante, su propuesta son los fondos de duración definida como el Oddo Haut Rendement 2021.
La gestión genuinamente flexible es, para Edmond de Rothchild AM, la clave para moverse en el universo de renta fija actual. A juicio de Benjamin Melman, responsable de Asset Allocation y deuda soberana de la entidad, “las emisiones gubernamentales eran consideradas como instrumentos seguros, generadores de renta y poco susceptibles de sufrir volatilidad. Sin embargo, esta situación ha cambiado y en consecuencia los inversores se han visto obligados a revisar sus asignaciones introduciendo nuevos elementos y nuevas estrategias pues la gestión pasiva de las inversiones de bonos ya no es suficiente”.
El fondo Edmond de Rothschild Fund Bond Allocation es una de las opciones que plantean para poder moverse por todo el espectro de la renta fija y tener acceso a herramientas de cobertura para proteger la cartera ante determinados riesgos. “El enfoque flexible, selectivo y diversificado que ofrece este producto nos parece especialmente idóneo para el momento actual”, afirma. Otra de sus propuestas es el fondo Edmond de Rothschild Start, una estrategia de retorno absoluto que puede ofrecer una solución a los activos de baja volatilidad. “Se trata de un fondo que busca batir el Eonia en 100/150 puntos básicos, con una volatilidad inferior al 2% y cuya filosofía se asienta en tres pilares fundamentales: asignaciones complementarias, sólida diversificación y cartera construida reflejando las convicciones de todo el equipo de inversión”, explica el experto.
Desde Generali Investments también apuestan por las estrategias de retorno absoluto en un contexto cada vez más regulado, con mayor volatilidad y menos liquidez. En este sentido, Stefano Perin, gestor de high yield de Generalli, explica que el portfolio del fondo Total Return Euro High Yield combina fuertes convicciones en la selección de activos con estrategias macro long/short. Como ejemplos de las compañías en las que invierte el fondo está la española Codere por su significativa exposición al mercado latinoamericano y por la reestructuración de su capital tras el default de 2013. Además, títulos como el operador de cable Unitymedia Gmbh o la siderúrgica Nyrstar por las buenas perspectivas de un mineral como el zinc a largo plazo.
Para Morgan Stanley, las estrategias multiactivo proporcionan la diversificación y la flexibilidad necesarias para navegar en el entorno actual. Para Christian Goldsmith, especialista de multiactivos de la firma, se trata de enfoques mucho más dinámicos con múltiples fuentes de riesgo y rentabilidad. Entre los productos de su gama que destacan está el MS INVF Global Balanced Risk Control y el MS INVF Global Balanced Income Fund que invierte un 60% de su cartera en acciones y futuros mientras que el 40% restante invierte en renta fija y otros activos monetarios. Con una volatilidad de entre el 4% y el 10% anual, su objetivo de rentabilidad se sitúa en el 8%.
Por su parte, en BMO recuerdan que el 36% de los bonos gubernamentales tienen interés cero o negativo y en 2016 ya dos bonos corporativos de las empresas Sanofi y Henkel entraron también en rentabilidad negativa. Esto, sumado al escenario general de tipos de interés bajos, lleva a Keith Patton, responsable de estrategia en renta fija de BMO AM, a pensar que el mercado de bonos no aportará la rentabilidad que hemos visto en los últimos 25 años. En este sentido, cree que los índices de bonos tradicionales están construidos sin pensar en los inversores: demasiado riesgo de duración y demasiado riesgo de crédito. Los índices no compensan adecuadamente el riesgo, de manera que las estrategias de retorno absoluto encajan mejor frente al estilo indexado.
La selección se enfoca allí donde existen anomalías y señalan que son las compañías calificadas como BBB y BB las que cuentan con el ratio de Sharpe más alto en grado de inversión y en el universo high yield respectivamente. Además, en la gestora se sirven de instrumentos derivados para ampliar el conjunto de oportunidades disponibles.