Los inversores europeos han sido los más afectados por la crisis del mercado durante el mes de agosto. La crisis monetaria de Turquía y la ampliación de los diferenciales soberanos italianos se tradujeron en rendimientos inferiores para los activos europeos frente a los de Estados Unidos tanto para la renta variable como para la deuda high yield. Los activos de los mercados emergentes, especialmente el crédito soberano y las divisas, sufrieron significativamente.
En el universo de los hedge funds, explica el equipo de Lyxor AM, que forman los estrategas senior Jean-Baptiste Berthon y Philippe Ferreira, junto con la analista Anne Mauny, las estrategias CTA lo hicieron bien y arrojaron rendimientos positivos que oscilaron entre el 2% y el 3%, según el índice de referencia.
“Sus largas exposiciones a bonos y acciones recogieron sus frutos. Desde una perspectiva regional, la cautela sobre las acciones europeas sirvió de apoyo, pero las posiciones cortas sobre la deuda de Estados Unidos restaron rentabilidad a medida que los rendimientos de los bonos del Tesoro caían. Mientras tanto, sus posiciones largas en el sector de la energía y cortas en oro fueron una fuente de ganancias”, explica el equipo de Lyxor AM.
En el lado negativo, enumeran, las estrategias Global Macro y de renta variable long/short registraron un rendimiento inferior. Las estrategias macro de los mercados emergentes se vieron afectadas por la crisis monetaria de Turquía y hubo ramificaciones en el espacio forex de los emergentes.
Por su parte, las estrategias de renta variable long/short redujeron su sesgo de momentum y se perdieron la recuperación en este segmento de los mercados de acciones. Las estrategias de Merger Arbitrage también tuvieron un rendimiento inferior debido a la ampliación de algunos diferenciales en acuerdos como Rockwell Collins vs. United Technologies en el sector aeroespacial y de defensa.
En términos de recomendaciones de inversión, Lyxor AM decidió mantener una posición neutral sobre CTAs hasta ahora, aunque los profesionales de la firma consideran que hay factores de apoyo que sugieren que una posición de sobreponderación ya podría ser adecuada.
“Por clases de activos, el posicionamiento no está sobreponderado y el riesgo de una reversión significativa de la tendencia parece estar bien contenido. El principal riesgo sería un aumento significativo de los rendimientos de los bonos en Europa y Japón, lo que dañaría las posiciones largas en deuda. La inflación podría haber alcanzado su pico en algunos trimestres, lo que limita el riesgo para las estrategias CTA”, concluyen.