El objetivo de cero emisiones netas es esencial para la supervivencia de nuestro planeta, pero alcanzarlo sigue siendo uno de los retos más acuciantes a los que se enfrenta el mundo. Un hecho esperanzador es que la encuesta anual ESG (siglas en inglés de medio ambiente, sociedad y gobierno corporativo) a analistas de Fidelity ha concluido que las empresas siguen estando abiertas a dialogar con sus audiencias sobre cómo pueden mejorar sus esfuerzos de sostenibilidad, y son conscientes de los cambios acelerados que experimenta el entorno físico, económico y normativo.
La encuesta ESG a analistas de Fidelity examina las opiniones de sus analistas internos en todo el mundo, que sintetizan la información de análisis procedente de alrededor de 20.000 interacciones anuales con empresas para detectar tendencias ESG clave en el panorama empresarial.
En todo el mundo, los analistas de Fidelity señalaron que, en un 68% de los casos, las empresas que cubren se han mostrado receptivas a sus esfuerzos de diálogo durante los últimos doce meses. Las empresas japonesas se colocaron en cabeza, con un 89% de ellas dispuestas a dialogar durante el último año, seguidas de EMEA/Latinoamérica (83%) y Asia-Pacífico menos China y Japón (71%).
Las empresas no están avanzando hacia el cero neto, pero los riesgos están haciéndose realidad. Únicamente el 43% de los analistas de Fidelity encuestados cree que las empresas cuentan con un objetivo de cero emisiones netas creíble para 2050 tal y como se expone actualmente, lo que pone de relieve la urgencia de acelerar los planes para alcanzar esta meta.
Sin embargo, las empresas están tomando conciencia de los riesgos que supone no alcanzar los objetivos; así, el 85% de los analistas de Fidelity cree que las empresas están abordando las amenazas que plantean los cambios en el clima y la naturaleza para sus negocios.
Aunque en la encuesta queda claro que queda todavía mucho camino por recorrer hasta alcanzar las cero emisiones netas, los analistas identifican tres áreas que se prevé que propicien mejoras en las prácticas medioambientales de las empresas: la regulación, las ayudas públicas y las iniciativas de los accionistas.
En opinión de Jenn-Hui Tan, director de sostenibilidad de Fidelity International, aunque las empresas podrían estar quedándose atrás en sus planes de transición, existe una conciencia mayor sobre las amenazas que plantean el calentamiento del clima y el deterioro de los ecosistemas, lo que da a las empresas un incentivo claro para mantener abierta la comunicación.
«A pesar de la disposición de las empresas a dialogar, nuestra encuesta pone de relieve que queda mucho por hacer y las empresas necesitan un apoyo constante para alcanzar sus metas de cero emisiones netas. La regulación, los incentivos públicos y las iniciativas de los accionistas son factores clave al objeto de crear un entorno propicio para una transición exitosa de las empresas hacia el cero neto, sin perder de vista que la toma de decisiones a largo plazo requiere un estudio cuidadoso de las contrapartidas y limitaciones, tanto en los objetivos financieros como de sostenibilidad, en una coyuntura macroeconómica incierta”, añade Tan.