En un momento en que la renta fija chilena vive períodos de turbulencia, producto de la marcada subida de tasas de interés que se ha registrado en el país, un puñado de empresas ha salido recientemente a los mercados internacionales en busca de capital fresco. Con distintos fines, las últimas cinco semanas han traído colocaciones por más de 3.500 millones de dólares por parte de grandes corporativos locales.
El sector bancario tuvo tres anuncios recientemente, con un mix de colocaciones que habla de diversificación de las fuentes de financiamiento, considerando que dos de ellas fueron en Suiza.
Banco BICE fue una de las firmas que emitieron en el mercado suizo, con bonos con vencimiento a 2026 por 110 millones de francos suizos (alrededor de 120 millones de dólares) en una operación el 14 de octubre.
Esta fue la emisión debut de BICE en Suiza, y consiguió lo que describieron en un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) como “un alto nivel de interés y participación de los principales inversionistas en ese país”, consiguiendo una tasa de colocación de 0,65% anual con los papeles.
En particular, la firma destacó que la operación –cuyos fondos se utilizarán para financiar fines corporativos generales del banco– fue “exitosa” para la firma, ya que “le permite diversificar sus fuentes de financiamiento accediendo a un nuevo mercado”.
Unos días antes, el 12 de octubre, el banco Santander Chile anunciaba una emisión exitosa de un bono de 190 millones de francos suizos (alrededor de 206 millones de dólares) en ese mismo mercado, con un título a 5 años.
La operación, señaló la firma de matriz española en un comunicado de prensa, es la segunda que el banco realiza en Suiza y registró “gran interés y demanda por parte de los inversionistas”, consiguiendo un spread de 60 puntos base sobre el referente y una tasa de cupón de 0,2975%.
“Pese a la incertidumbre actual que enfrentan los mercados, logramos colocar un monto relevante en un mercado público competitivo, aprovechando las ventajas y permitiéndonos continuar la diversificación de nuestra base de inversionistas y fuentes de financiamiento”, destacó el Chief Financial Offices de la compañía, Emiliano Muratore.
Bci también recurrió a los mercados internacionales en busca de financiamiento, pero con una emisión en dólares. Se trata de la colocación de un bono senior a diez años, bajo las normas 144A y Regulation S (144A/RegS) , por un total de 500 millones de dólares.
La operación se llevó a cabo el 7 de octubre, como anunció el banco chileno en un comunicado, y se enmarca en el plan anual de financiamiento de Bci. En ella, consiguieron una tasa de 3,08%, “la más baja a 10 años plazo para un banco en la historia de Chile y la segunda más baja en la historia de América Latina”, destacaron desde la firma.
Además, la operación contó con un variado interés internacional. “Si bien el libro de órdenes contó en su mayoría con inversionistas estadounidenses, hubo participación de diversos países, incluyendo el Reino Unido, Japón, Suiza, Alemania, Francia, Brasil, Perú y Chile”, señaló la empresa en su nota de prensa.
Emisiones con rasgos “verdes”
Otros cuatro grandes corporativos chilenos han salido a los mercados internacionales en este período, y los documentos regulatorios reflejan lo que los actores locales describen como un creciente interés en los instrumentos ligados a la sostenibilidad y las inversiones responsables.
En la industria energética, la generador eléctrica Colbún anunció el 14 de octubre una operación de deuda internacional, colocando 600 millones de dólares en papeles 144A/RegS con vencimiento a 2032. Los títulos lograron una tasa de emisión de 3,169%, lo que arroja un spread de 165 puntos base sobre el papel de referencia estadounidense.
El fin de esta colocación, según indicó la generadora en un documento enviado al regulador, es financiar o refinanciar proyectos elegibles bajo el Marco de Financiamiento Verde de la compañía, que adoptaron bajo los criterios de los principios delineados por la International Capital Markets Association (ICMA).
Por su parte, según informaron el 20 de septiembre, la compañía productora de litio SQM recaudó 700 millones de dólares a través de un bono 144A/Reg S a 2051, que logró una tasa anual de 3%.
Esta emisión, señaló la firma en una misiva enviada a la CMF, busca financiar o refinanciar “proyectos verdes elegibles”, según los define el Offering Memorandum de la transacción. Los compradores de la colocación, indicó la firma al mercado, fueron institucionales calificados en Estados Unidos.
La semana anterior, el 14 de septiembre, fue el turno de la empresa de telecomunicaciones Entel, que colocó bonos sostenibles –amparados bajo las normas 144A/RegS también– en los mercados internacionales por un total de 800 millones de dólares. Los títulos, a 2032, consiguieron una tasa de 3,05% anual.
Eso sí, si bien la comunicación enviada al regulador señaló que los fondos recaudados serán destinados a proyectos “verdes” y “sociales” elegibles –de conformidad con los principios delineados por ICMA, según señalaron–, la firma destinó 800 millones de dólares a un rescate anticipado voluntario de sus bonos a 2024 y 2026.
“Esta operación modifica el perfil de vencimientos de las obligaciones de la sociedad en el tiempo, alargando los plazos de estos. Además, la señalada emisión contempla una tasa de interés en dólares menor a las de los bonos rescatados y cancelados de manera anticipada”, indicó Entel en su hecho esencial.
La gigante del retail Falabella, que opera en los mayores mercados latinoamericanos, se sumó al apetito por financiamiento extranjero. La compañía anunció que el 12 de octubre suscribieron un contrato de compraventa de papeles internacionales por 650 millones de dólares, en busca de capital para el refinanciamiento.
La transacción –en la que participaron Citigroup, Goldman Sachs y JPMorgan como colocadores y compradores iniciales de los títulos– contempla bonos a 10 años y arrojó una tasa de colocación de 3,477%, que representa un spread de 190 puntos base frente al título soberano estadounidense de referencia.