“A pesar del incierto clima político, el crecimiento mundial perdura, duradero y sincronizado, impulsado por la tendencia positiva de Estados Unidos, la actividad constante en Asia y las perspectivas más optimistas de la zona euro”, dicen los expertos de Union Bancaire Privée en su documento de perspectivas para el segundo trimestre de 2017.
En Estados Unidos prosigue el crecimiento, a la espera de las reformas presupuestarias. “Es de prever que en Estados Unidos el crecimiento se mantenga entre el 2% y el 2,5%, gracias al consumo y a los altos niveles de confianza empresarial, tanto en el sector secundario como en el terciario”.
Los fundamentos del país siguen siendo favorables al consumo, ya que la economía se acerca al nivel de pleno empleo y el mercado de la vivienda goza de buena salud. Según los expertos, todo parece indicar que la mejora de la percepción empresarial en los últimos meses dará lugar al incremento de la inversión de las empresas en los próximos.
Michaël Lok, director de inversión del grupo y co CEO de la división de Gestión de activos, Norman Villamin, director de inversión de la división de Banca privada, y Patrice Gautry, economista jefe, -autores del documento- creen que pervive la posibilidad de que la adopción de las medidas prometidas de política fiscal impulsen la actividad económica, “aunque es muy posible que haya que esperar a 2018 para ver el efecto macroeconómico sobre hogares y empresas de la bajada de impuestos”.
En un momento en el que el crecimiento estadounidense parece estar ya muy cerca de su nivel potencial, los riesgos asociados a un fuerte estímulo fiscal afectan a la inflación, pues aumentan las presiones salariales y los déficit presupuestario y de la balanza comercial. “Si el estímulo fiscal es finalmente inferior al esperado, es muy probable que el crecimiento estadounidense permanezca en torno al 2% ó 2,5% y el riesgo de sobrecalentamiento no será excesivo”, opinan.
En ese caso, esperan que la Reserva Federal continúe normalizando paulatinamente la política monetaria, y prevén que habrá dos subidas más de tipos en los próximos trimestres.
Así, mientras que los fundamentos de la renta fija privada apenas muestran signos de estrés, la entidad sigue dando preferencia a la renta variable en detrimento de la fija, ya que el pronóstico del incremento de la volatilidad de los tipos de interés genera un entorno difícil para los rendimientos de esta.
El equipo confiesa haber aprovechado la oportunidad de trasladar algunas de sus posiciones direccionales de renta variable a una exposición con una cobertura parcial del capital, decisión con la que reconoce los riesgos políticos y geopolíticos, todavía altos, a los que se enfrentará el mercado en los próximos meses.
“Puesto que somos conscientes de lo elevado de las valoraciones en las distintas áreas geográficas y en las principales clases de activos, damos una importancia creciente a la inversión alternativa, tanto en su papel para mitigar el riesgo como en el de generadora de rentabilidad en los meses próximos”.
Tras la subida del 7% de la renta variable mundial en el primer trimestre de 2017, desde un punto de vista histórico se puede afirmar que las valoraciones están ligeramente altas, dice el equipo. “No obstante, esto se debe principalmente a los elevados ratios de valoración de la renta variable estadounidense: con un PER de 22 las valoraciones se han situado en niveles semejantes a los alcanzados durante la burbuja tecnológica de 2000-2001”, explica el equipo que prioriza la renta variable no estadounidense.