Hace apenas 24-48 horas, analistas y gestores se mostraban convencidos de que las elecciones españolas tendrían poca capacidad de mover los mercados, al augurar la victoria en las urnas de una coalición de gobierno estable y con el PP-Ciudadanos o PSOE-Ciudadanos como nuevos gobiernos más probables, con una política continuista en el camino de reformas dirigido por Europa y dejando por casi imposible la formación de una gran coalición de izquierdas. Pero las elecciones de ayer domingo han dado al traste con todas las quinielas de las firmas de demoscopia: los números no salen y la realidad surgida de las urnas deja de manifiesto un escenario mucho más incierto del previsto que sí pesa en el ánimo de los inversores… al menos en España. Y los expertos creen que la volatilidad continuará.
Mientras el resto de las bolsas europeas amanecen planas, el Ibex se deja más de un 2,5%, lastrado principalmente por el sector eléctrico y el sector bancario. La entrada de España en territorio político incierto tampoco pasa desapercibida en el mercado de deuda, donde la prima de riesgo sube de 114 puntos básicos a 128 y el bono a 10 años eleva su rentabilidad hasta el 1,8%, explican desde Selfbank. “En Europa debemos valorar el resultado de las elecciones generales ayer en España. Un resultado dispar que deja muy complicada la formación de un Gobierno estable”, comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
“Finalmente las elecciones españolas se han saldado con un resultado aún más fragmentado del esperado (PP con 123 escaños, PSOE con 90, Podemos con 69 y Ciudadanos con 40), lo que complicará la gobernabilidad del país al quedarse cualquier partido lejos de la mayoría absoluta (176)”, explican los estrategas de Renta 4. Por eso, creen que este resultado electoral “dificultará continuar con las reformas necesarias para apuntalar un crecimiento sostenido”. “Las elecciones celebradas ayer en España apuntan a una incertidumbre a corto plazo pues es complicado que una coalición logre los votos suficientes para una mayoría parlamentaria”, dice Fabio Riccelli, gestor del FF Iberia Fund.
Las opciones
Ahora, se abre un periodo de diálogo para alcanzar pactos que permitan formar gobierno… un periodo que se prevé incierto con tres opciones en el horizonte: la primera pasa por que el PSOE facilite, con su abstención, la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en segunda votación, algo que, junto a la abstención de Ciudadanos, permitiría la investidura con mayoría simple y al PP, gobernar en minoría, obligándole a pactar cada medida a tomar; la segunda se abriría tras el potencial fracaso en las negociaciones del PP para que su candidato sea investido presidente, lo que llevaría al PSOE a intentar formar gobierno con una coalición de izquierdas y partidos independentistas y nacionalistas; la tercera, la convocatoria de nuevas elecciones en primavera si no se logra ninguna de las dos opciones anteriores.
Para Fidelity el segundo escenario sería el peor para los mercados: «Con la necesidad de alcanzar 176 escaños para obtener la mayoría, ninguna coalición “lógica” puede formarse fácilmente. PP-Ciudadanos, la coalición más “amigable” con los mercados, es una posibilidad pero se quedaría muy corta, con solo 163 escaños. Una posible coalición PSOE-Podemos, menos “amistosa” con los mercados, también se quedaría muy corta, con solo 159 escaños, lo cual nos deja con una coalición mayoritaria PP-PSOE, algo muy improbable. Existe otra posibilidad, una coalición entre los socialistas, Podemos y algunos otros partidos, la mayoría regionales e independentistas. Aunque tampoco es muy probable, esta última coalición sería posiblemente la peor salida en términos de impacto en los mercados de renta variable pues algunas de las reformas llevadas a cabo en los últimos años podrían revertirse”, dice Riccelli. Pero cree que el tercer escenario también es posible: “Existe una posibilidad significativa de que, debido a que no existe una clara coalición, se deban realizar elecciones de nuevo en los próximos meses. Esto son claramente malas noticias para la renta variable española a corto plazo, pues la incertidumbre elevará el riesgo de las acciones y los inversores podrían decidir permanecer al margen hasta que se logre un gobierno estable”.
Cualquiera de los tres escenarios es complicado, y en cualquier caso muestra que la legislatura será compleja y los partidos estarán obligados a pactar continuamente, y a varias bandas, lo que llevará a un Gobierno menos estable que en el pasado… y más débil, según Renta 4. “Esta incertidumbre debería traducirse en caídas en la bolsa española y repuntes en la prima de riesgo”, aseguran los analistas.
“Sin una coalición clara en el Parlamento, la incertidumbre es alta y podemos esperar largas negociaciones entre los diferentes partidos. Esto es negativo para el mercado español pues los inversores podrían decidir permanecer al margen hasta que se clarifique la situación, y no se avanzará en el frente de las reformas hasta que se forme gobierno. Con altas probabilidades de que se tengan que celebrar nuevas elecciones a comienzos de 2016, esperamos que la prima de riesgo de las acciones españolas aumente”, sigue Riccelli. Su fondo permanece muy infraponderado en utilities y finanzas, dos de los sectores que podrían sufrir un mayor impacto derivado de estos resultados si una coalición de izquierdas revirtiera algunas de las reformas. Con una beta baja (0,7 a cierre de noviembre de 2015) y algunas de las principales posiciones siendo compañías españolas pero que operan a nivel global como Amadeus, Inditex o Grifols, cree que el fondo se encuentra bien posicionado para superar “lo que claramente será un mercado volátil en los próximos meses”.
Fallo en las previsiones
El fallo de las encuestas y de las quinielas de analistas y gestores, que auguraban un Gobierno estable, con el PP o PSOE pero con Ciudadanos como llave, no es posible por falta de mayorías y tampoco está descartada una coalición de izquierdas que ponga en riesgo el proceso reformista. Los expertos, con todo, explicaban que España tiene compromisos con Europa de los que no puede escapar, como mostró el caso de Grecia, si bien ahora todo es más incierto.
“Las encuestas apuntaban a que el resultado de las elecciones iba a arrojar la formación de un Gobierno con políticas ortodoxas y así se estaba reflejando en el mercado. Sin embargo, finalmente hemos visto que se ha producido una situación de alta fragmentación del Congreso que está pasando cierta factura a la bolsa y que probablemente lo seguirá haciendo durante un período incierto. Es difícil saber cuál va a ser la resolución en este momento. Obviamente la opción que tendría la lectura menos positiva por parte del mercado es la de una coalición que incluya partidos con políticas heterodoxas o intereses nacionalistas. Sin embargo, incluso un acuerdo que dé como resultado un gobierno más conservador podría ser insuficiente a medio o largo plazo, aunque a corto plazo indudablemente tendría una acogida positiva. Pensamos que es factible que se vuelvan a celebrar nuevas elecciones en un período de tiempo no demasiado lejano”, comenta Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult.
Y añade. “En una situación como la actual, los inversores deben extremar la precaución en la renta variable española. Hay una serie de sectores que conviene evitar hasta tener una mayor visibilidad sobre los resultados. Principalmente hablamos de aquellos fuertemente regulados, como el eléctrico, gasista o empresas de infraestructuras como AENA; la industria financiera, dado que el programa político de algunos partidos incluye mayores impuestos en los productos de inversión; el consumo, dado que en una situación de inestabilidad política vemos factible que se pospongan las decisiones de compra y se potencie más el ahorro; y, por último, el inmobiliario y constructor”.
El que se muestra algo más tranquilo y positivo es Álvaro Sanmartín, economista jefe y asesor del Alinea Global en MCH IS: «En general, creemos que se abre una etapa política interesante, que puede generar algo de inestabilidad pero que si se afronta con inteligencia puede hasta resultar positiva”, dice. «Ya se sabía que en estas elecciones nadie iba a conseguir mayoría absoluta y que incluso los pactos a dos iban a tener muy difícil conformar una mayoría estable. Dicho esto, el hecho de que, con independencia de las ideas políticas de cada uno, los dos partidos tradicionales hayan copado las dos primeras posiciones es un elemento que en principio debería dar una cierta tranquilidad a los mercados, en el sentido de que se evitan escenarios que podrían haber sido más perturbadores”, explica.
Y no descarta el primer escenario mencionado, el de un gobierno en minoría del PP facilitado por la abstención del PSOE y Ciudadanos: «Aunque es difícil anticipar qué gobierno se va a formar, nosotros no descartamos para nada que el PP (ya veremos si liderado por Rajoy o no) consiga la abstención de Ciudadanos y PSOE a cambio de promover una reforma constitucional que ayude a resolver algunos de los problemas y retos a los que actualmente se enfrenta nuestro país. Quizás un gobierno en minoría de esas características no consiga agotar la legislatura, pero sí es posible que pueda promover algunas reformas de consenso que claramente se necesitan”, añade. Y ve poco probable el escenario segundo: “Vemos difícil que el PSOE pueda intentar formar una mayoría alternativa sin PP ni Ciudadanos. Le obligaría a pactar con partidos independentistas y no creemos que eso fuera a ser bien visto por una parte del PSOE, en particular por Susana Díaz».