A medida que se acerca el final de 2020, John Shin, Athanasios Vamvakidis y Ben Randol, analistas de BofA Global Research, advierten de que la pandemia y las elecciones presidenciales en Estados Unidos serán los dos factores más determinantes en la evolución de las monedas del G10 para lo que queda de año.
Según indican, siguen siendo prudentes en cuanto a sus perspectivas y ven un alza general del dólar a corto plazo, así como una cierta recuperación macroeconómica que podría llevar a la caída del dólar para final de año. “Desde finales de agosto, el dólar estadounidense ha permanecido dentro de un rango de valores mínimos desde mediados de 2018. El comercio mundial parece haberse enfriado, los balances de los bancos centrales se han aplanado en ausencia de nuevos estímulos fiscales y los activos de riesgo se han mantenido cerca de los niveles máximos recientes, a pesar del reciente aumento de la volatilidad de los mercados de valores”, resumen los analistas para contextualizar sus previsiones.
Respecto al euro, señalan que la moneda comunitaria se ha mantenido en un “rango estrecho desde finales de julio”. En este contexto, los activos de riesgos han dejado de subir y los datos de la Eurozona se han estabilizado, sin embargo, su mayor riesgo sigue siendo las infecciones por COVID-19. En este sentido, reconocen que el mercado mantiene un sentimiento alcista hacia el euro.
“Mirando hacia el futuro, esperamos que la debilidad del euro se mantenga durante el resto del año. La economía de la Eurozona ha tenido peores resultados que la economía de los EE.UU. en lo que va de año y esperamos que eso continúe siendo así. Hasta cierto punto, esto se debe al mayor estímulo fiscal de los EE.UU., pero también a las medidas de contención más estrictas de la Eurozona ante el COVID-19”, explican.
Principales perspectivas
Entre las previsiones que manejan estos analistas está un repunte del dólar y ven como posible que la relación euro/dólar se sitúe en torno a los 1,14 a finales de este año, lo que estaría significativamente por debajo de los niveles actuales. Igualmente esperan que el dólar confirme su tendencia de recuperación en 2021.
“Para el próximo año, esperamos que el euro/dólar se sitúe en 1,20. Nuestra estimación del rango de equilibrio a largo plazo es de 1,20-1,25. Así como un dólar que, en general, deberá estar más alto a corto plazo, con la excepción del dólar/yen japonés.
Riesgos en el horizonte
Además, apuntan que su principal preocupación es la relación euro/dólar a largo plazo en dinero real, que históricamente ha sido extrema. “Para el próximo año, nuestra línea base más optimista de una recuperación sólida está impulsando nuestro pronóstico de apreciación del euro, pero también vemos riesgos”, matizan en su último análisis.
Para el dólar el principal riesgo son las próximas elecciones presidenciales en Estado Unidos. “En este momento, las elecciones de los Estados Unidos son la gran incógnita más inmediata que se conoce, en particular la posibilidad de un resultado no concluyente que podría provocar una inestabilidad política prolongada sin una resolución clara. Además, las elecciones de EE.UU. podrían desencadenar una serie de riesgos que podrían terminar siendo negativos para el euro debido al riesgo”, señalan.
El otro gran riesgo es la evolución de la pandemia. Estos analistas de BofA Global Research explican que todo dependerá de cuándo esté disponible la vacuna del COVID-19 y de cuánto tiempo lleve vacunar a la población para que la economía mundial vuelva a normalizarse.
“Los riesgos del dólar son muchos e incluyen una recuperación en forma de V, o la persistente volatilidad de los activos de riesgo, similar a lo que vimos durante gran parte del verano. Otros riesgos incluyen una renovada caída de los datos de los EE.UU. en medio de un empeoramiento de la dinámica del COVID-19”, concluyen.